La imprenta La Española, enclavada en la calle Sánchez Pastor, fue fundada en 1883 por Aniceto Corcelles Cerdá, antiguo dependiente de la Papelería Catalana. Su historia comienza en el último tercio del XIX con la llegada a Málaga del barcelonés Aniceto Corcelles que iba a trabajar como empleado de una papelería denominada La Catalana, situada en la Plaza de la Constitución. Aniceto quedó entonces prendado de Concepción Ferrer, la hija de su jefe. "Entonces el acceso a las clases sociales era muy rígido. El que un empleado pidiera al jefe la mano de su hija no estaba bien visto", explicaba José Jaime Corcelles, nieto del barcelonés.
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Fachada de La Española. |
Es entonces cuando Aniceto tuvo la idea de montar un negocio similar, una papelería que, en lugar de La Catalana se llamaría La Española. El negocio logró dos objetivos, conseguir que el jefe se ablandara y consintiera en casar a su hija con el ex empleado y perdurar en el tiempo. Hoy La Española´, con más de 120 años a la espalda, está regentada por José Jaime Corcelles, la tercera generación.
La Española, que siempre fue también papelería,es un negocio que ha dejado una importante huella en Málaga. Por ejemplo, han hecho recordatorios de la primera comunión de muchos malagueños. Lo mismo que tarjetas de boda.
En la posguerra, la imprenta de la familia Corcelles realizaba las cartillas de racionamiento. "Teníamos una máquina literalmente `machacada´ porque trabajaba 24 horas haciendo millones de cartillas, en un papel muy oscuro, hecho con esparto porque no había pasta de papel", explicaba Aniceto Corcelles Cerdá, que sigue al frente del negocio.
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