Mastodon Málaga y sus historias

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lunes, 18 de marzo de 2024

Fábrica de ladrillos y cerámicas de Santa Inés

 

El origen de la Fábrica de ladrillos y cerámicas de Santa Inés hay que buscarlo en las últimas décadas del siglo XIX. Sus fundadores fueron los empresarios José María de Uribe y Tamarit-Martel y Francisco Viana Cárdenas y Milla. Posteriormente, en la segunda década del siglo XX, el empresario Modesto Escobar Acosta compraría la fábrica a Viana Cárdenas.


Tejares de la Colonia de Santa Inés.


Este empresario se esforzó en dotar a esta zona de todas las infraestructuras necesarias. Su objetivo era convertirla en un moderno barrio obrero para lo cual construyó numerosas casas para los trabajadores y sus familias. Igualmente dotó a la colonia de instalaciones y equipamiento importantes que incluía un adecuado abastecimiento de agua, una Casa de Socorro e incluso un cine.

La fábrica de ladrillos y tejas, y las viviendas creadas para los obreros conformaron un interesante conjunto arquitectónico en la periferia de la ciudad. Conocida como la Colonia de Santa Inés es un barrio de origen obrero ligado a la historia industrial malagueña.

La Fábrica de Ladrillos y Tejas Cerámica Santa Inés fue una de las más importantes de Andalucía en su época. En el momento de mayor actividad llegó a tener 170 trabajadores y a producir 20.000 ladrillos al día. Su cantera se convertiría con el tiempo en lo que hoy se denomina Laguna de la Barrera.

viernes, 15 de marzo de 2024

EL cenachero

 

Pocos malagueños ignoran que el cenachero era un vendedor de pescado que en sus cenachos (espuertas de esparto y cáñamo) llevaba el producto fresco de la bahía de Málaga pregonándolo por las calles de la ciudad; un oficio ya desaparecido. El cenachero es, junto al biznaguero o el boquerón, un símbolo popular de la capital malagueña.


Monumento al cenachero.


El artista Jaime Fernández Pimentel inmortalizó en 1964 en una estatua a este pintoresco personaje, inspirado en el imaginario de su adolescencia, recordando a Diego el cenachero que vendía el pescado en su casa familiar de calle Carretería, y del que guardó más que su imagen su voz, gracejo y letrillas de pregón. Del pescador de Almayate Manolo El Petaca, se sirvió como modeló para los volúmenes escultóricos, efectos de los ropajes, etc. Sin embargo, El Cenachero de Málaga no es un retrato de este marengo.

Por el contrario, pocos malagueños conocerán que fue en el año 1877 cuando el gobernador civil de Málaga, Bonifacio Carrasco, un apasionado de las artes y de la pintura, convocó un certamen literario y pictórico. La pintura debería representar a un vendedor de boquerones en el acto de anunciar la mercancía por las calles de Málaga. Fueron siete los pintores que presentaron sus obras, el ganador fue Leoncio Talavera y en la sección de poesía el premio fue para Josefa Ugarte Barrientos.

La convocatoria, que fue muy bien recibida, permitió que muchos de los pintores y escritores de la época se dieran a conocer, aunque como dato anecdótico señalar que, todos los pintores, que acudieron a este certamen eran alumnos de la cátedra del pintor Bernardo Ferrándiz, que participó como juez.


Fuente documental: Historia y origen del símbolo del cenachero. Antonio Ruiz. Blog Málaga curiosidades malagueñas.