Mastodon Málaga y sus historias: María José de Italia
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lunes, 23 de noviembre de 2020

Dos exreinas visitan Málaga

 

El 20 de enero de 1947 las exreinas de Bélgica e Italia visitan Málaga. Isabel Gabriela de Baviera fue reina consorte de los belgas tras su matrimonio con Alberto I y ocupó el trono hasta febrero de 1934. Por otra parte, María José de Italia, hija de la anterior, que fue destronada tras la proclamación de la república en su país en 1946.


Las reinas María José e Isabel.


La presencia en Málaga de las reinas despertó la curiosidad de la sociedad malagueña. Numerosas personas acudieron al Hotel Miramar, donde se alojaron, para expresarles su bienvenida a través de los pliegos de firmas que se instalaron, ya que ambas no atendieron a las visitas.


En su primer día de permanencia en Málaga, la reina María José jugó al tenis durante una hora con la marquesa de Bossier y con Ricardo Meyer, jefe de la oficina de Turismo de Granada, agregado al séquito real. Madre e hija, tras cenar en el comedor del hotel, pasaron al bar, donde disfrutaron de una amena velada hasta que se retiraron a descansar a sus habitaciones.


Al día siguiente tuvieron una ajetreada jornada para conocer distintos monumentos y lugares de interés de la ciudad. Visitaron la Catedral, la iglesia del Sagrario, la Alcazaba, Gibralfaro, el valle de los Galanes, El Palo y las refinerías y bodegas de Larios.


Por la tarde, la reina María José volvió a jugar al tenis en la pista del Miramar. Su rival fue Francisco Sánchez. Por la noche, madre e hija cenaron en el hotel en compañía de los marqueses de Bossier, Ricardo Meyer y Pedro Kraus. Seguidamente, bailaron en el bar del establecimiento hotelero con diversas personas, a los sones de la orquesta Ramallí.


El miércoles 22 de enero, las reinas se desplazaron a Ronda y, entre otros lugares de la ciudad, acudieron al Tajo. Regresaron a la capital malagueña a última hora de la tarde “muy satisfechas”, según se recoge en la prensa de la época. El jueves fueron agasajadas con un festival de bailes y cantes típicamente malagueños. Las dos damas alabaron los verdiales. Les llamaron la atención los trajes y adornos que lucían los miembros de las pandas. Como recuerdo, les regalaron unos broches de plata que eran reproducciones de boquerones victorianos.


La visita a Málaga de las reinas Isabel y María José concluyó el 24 de enero, cuando partieron rumbo a Cádiz para con posterioridad dirigirse a Sevilla antes de volver a Portugal, donde tenían fijada su residencia. Antes de abandonar la capital malagueña expresaron su agradecimiento por lo bien acogidas que habían sido y destacaron que se habían sentido muy contentas en su estancia en Málaga.