Mastodon Málaga y sus historias: Sierra del Camorro
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jueves, 30 de noviembre de 2023

El diablo y la Cueva de Belda

 

En la falda norte de la Sierra del Camorro (Málaga) se sitúa la emblemática Cueva de Belda, un icono de la localidad de Cuevas de San Marcos que mantiene viva varias leyendas que nacieron en su interior.

La tradición cuenta que, antiguamente, los moradores de una ciudad romana situada a los pies de la Sierra del Camorro escondieron sus joyas y tesoros dentro de la Cueva de Belda con la intención de ocultarlos a los vándalos que continuamente hostigaban la ciudad en busca de riquezas. Los años fueron pasando y los tesoros quedaron allí guardados, ocultos a todas las miradas indiscretas que acecharon la cueva en su busca.


Cueva de Belda.


También se cuenta que apareció un hombre, vestido completamente de negro y con mirada huraña, que se dejaba ver en las inmediaciones y en la propia gruta, encargándose de custodiar los tan codiciados tesoros que en la cueva se escondían.

Por otra parte, unos guerreros cristianos extraviados en su camino fueron a parar a las puertas de la cueva. En mitad de la noche, un increíble dragón apareció y les echó de allí. Tal fue su horror, que huyeron despavoridos. Comunicaron lo sucedido a un fraile del Convento de Santo Domingo quien les ordenó que le guiaran hasta la Cueva de Belda para liberarla de la maligna presencia.

Una vez allí, el fraile se enfrentó al diablo sacando la cruz que llevaba en el pecho como única arma. La cruz se rodeó de un resplandor celestial y, colocándola sobre una parte de tierra donde crecían unos jaramagos, lo derrotó e hizo un nudo a estas flores para significar que el diablo quedaba vencido y atado a los pies de Cristo. De aquí nace la tradición de atar al diablo cada festividad de San Marcos, en memoria del joven fraile que liberó al pueblo de tal malvada criatura.

La Cueva de Belda se sitúa a una altitud de 713 metros de altura con una orientación noreste. Tiene unos 350 metros de desarrollo en línea horizontal divididos en salas donde se encuentran tres grandes lagos de aguas residuales. El material que ha formado esta cavidad son calizas y dolomías grises del jurásico inferior. Dadas las características de este tipo de componentes, se han creado numerosas formaciones como columnas, coladas, estalactitas, estalagmitas e, incluso, gours. Su valor geológico es indudable.