Mastodon Málaga y sus historias: Los príncipes de Mónaco visitan Málaga

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martes, 21 de mayo de 2019

Los príncipes de Mónaco visitan Málaga

El 23 de mayo de 1956, procedentes de Palma de Mallorca, Madrid y Granada, llegan en coche al puerto de Málaga el príncipe Rainiero de Mónaco y la actriz Grace Kelly, con quien acaba de contraer matrimonio, para embarcar en el yate "Deo Juvante II".

Rainiero y Grace Kelly. Foto: Sur.
Según la prensa de la época, la famosa actriz vestía un conjunto color beis, rebeca blanca y un pañuelo amarillo en la cabeza. Tras ser recibidos por el capitán, recorrer el buque y tomar un refrigerio, los príncipes cenaron en la intimidad.

Al día siguiente, los príncipes recibieron en el yate a las autoridades locales. La recepción comenzó a la una de la tarde. El cónsul de Mónaco Jiménez Lopera se encargó de las presentaciones. Al acto protocolario acudieron, entre otros, el gobernador civil de la provincia, Luis Julve; el alcalde de Málaga, Pedro Luis Alonso, y el presidente de la Diputación, Antonio Pérez de la Cruz.

Una vez acabado el encuentro con las autoridades, los príncipes, acompañados por Jiménez Lopera, fueron a un restaurante de la Costa del Sol. El menú del almuerzo estuvo compuesto exclusivamente de pescado: se sirvieron cigalas, gambas, espetos de sardinas y chanquetes.

Después de almorzar se marcharon a la residencia del cónsul. Los príncipes pasaron la tarde en la terraza de la vivienda. Más tarde volvieron al 'Deo Juvante II', en el que cenaron a solas.

 El matrimonio pasó toda la mañana del viernes en el yate. A las ocho y media de la tarde, los ilustres visitantes y el cónsul Jiménez Lopera se trasladaron a Torremolinos para cenar en el restaurante del hotel El Pinar.

Los príncipes asistieron al día siguiente a un almuerzo ofrecido por las autoridades malagueñas. Se celebró en la hostería de Gibralfaro. A lo largo de la comida, Grace Kelly firmó varios autógrafos. Una vez finalizado el almuerzo, un operador de NO-DO tomó imágenes de los príncipes y de las autoridades locales que les acompañaban, así como algunas vistas de Málaga, grabadas desde la terraza de la hostería. Por la tarde, Rainiero y Gracia de Mónaco dieron un paseo en coche por la Farola para, seguidamente, ir de compras a varios establecimientos malagueños.

Los actos celebrados en honor de los príncipes concluyeron el sábado por la noche con una fiesta que tuvo como escenario los jardines de Villa Saint Moritz, residencia del cónsul Jiménez Lopera, a la que acudieron numerosos invitados.

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