Mastodon Málaga y sus historias: El conde Ciano visita Málaga

lunes, 28 de octubre de 2019

El conde Ciano visita Málaga

El ministro italiano de Asuntos Exteriores, conde Gian Galeazzo Ciano, emparentado con Benito Mussolini, llega el 17 de julio de 1939 a Málaga para embarcar rumbo a su país.

Se encuentra ya en la ciudad el conde de Jordana, vicepresidente del Gobierno y ministro de Relaciones Exteriores, para despedirlo oficialmente. Al Hotel Caleta Palace, donde se aloja Jordana, también llega Raimundo Fernández Cuesta, ministro de Agricultura y secretario general del Movimiento.

Cian Galeazzo Ciano.
Este despliegue se debe a la relevante participación de tropas italianas en la toma de Málaga. Los gritos de "¡Duce! ¡Duce! ¡Duce!" se alterna durante el recorrido de la comitiva con los de "¡Franco! ¡Franco! ¡Franco!".

Antes del almuerzo servido en el Balneario del Carmen, donde Lolita Gallego interpretó danzas españolas y se cantó el "Cara al sol", el conde Ciano acudió a la Cruz de los Caídos para depositar una corona de laurel en memoria de los aviadores García Morato y Carlos de Haya.

Hay que añadir que el conde Galeazzo Ciano, yerno de Mussolini, llegó a lo más alto del fascismo italiano. Sin embargo, varios fallos de cálculo respecto a sus posibilidades en el tablero político lo abocaron al abismo.

Ciano apoyó la intervención en la guerra civil española y presionó a su suegro a favor de ello. Tras obtener la luz verde, creó una oficina especial en su ministerio desde la que coordinar operaciones militares de las fuerzas italianas en España.

El ministerio se trataba de su coto privado en el que solo medraban los amigos y aduladores. Convencido de su carisma personal, le gustaba sentirse halagado. Podía ser desagradable incluso en los estrictos entornos diplomáticos, y se vio involucrado en turbios episodios, como el asesinato de dos opositores al régimen.

Galeazzo Ciano propició que Mussolini se acercara a Hitler. El Duce pronto abogó por la creación del Eje Berlín-Roma, ya que quería sacar a Italia del aislamiento internacional provocado por la participación en las guerras de Etiopía y España.

Pero a medida que avanzando la II guerra mundial, el Duce perdía apoyos y la relación con su yerno se fue agriando. Las grandes derrotas que sufrieron los efectivos italianos en la URSS y en el norte de África, que ponían en duda la victoria final, llevaron a Ciano a participar en las intrigas que se fraguaban contra Mussolini. Así, en febrero de 1943, el Duce lo cesó y le dio la embajada de la Santa Sede. Desde allí siguió conspirando. Mientras que la situación en Italia se encontraba al límite.

En 1944 se juzgó a Galeazzo Ciano, junto a otras figuras importantes del fascismo, y se le condenó a muerte por alta traición. A regañadientes firmó, junto al resto de los condenados, una petición de clemencia que nunca llegó a manos de Mussolini.

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