Málaga representa un caso singular en el panorama de la primera industrialización en Andalucía y en España. Después de un rápido ascenso desde mediados de la década de 1830, en la de 1850 figura como la segunda ciudad industrial española, a continuación de Barcelona, y la primera andaluza, con notable ventaja sobre las demás capitales de la región.
Planta de Siemens en al Parque Tecnológico de Zamudio (Vizcaya). |
Una posición que se basó en el temprano desarrollo de sectores de vanguardia de la moderna industrialización bajo esquemas fabriles, siderometalurgia, textil algodonero y química, junto con el progreso de otros subsectores más tradicionales como, sobre todo, los relacionados con productos agrarios. Esta expansión industrial malagueña de carácter innovador alcanzaría sus cotas más altas a comienzos de la década de 1860, para declinar luego y experimentar un profundo reajuste desde comienzos del siglo XX.
Pero el caso de Málaga, junto a su apreciación como modelo pionero de la industrialización andaluza, se presentó también como ejemplo de “desindustrialización” o quiebra de este proceso, en virtud del retroceso que denotaban a fines del siglo XIX sus sectores considerados más punteros de la revolución industrial.
Aunque según algunos autores, la definitiva y verdadera desindustrialización acontecería más tarde, entre 1930 y 1960, dando paso al hondo cambio estructural que situaría a los servicios a la cabeza de la economía malagueña, con mucha diferencia sobre la agricultura y la industria.
Habrá que esperar a 1964 para que se pueda observar un nuevo intento de reindustrialización. Con poco más de un mes de diferencia en el año 1964,se inauguran dos nuevas industrias en Málaga. Amoníaco Español, que llegaría a superar la cota de 300.000 toneladas anuales de abonos nitrogenados, el 27 de octubre, y Citesa, que producirá material telefónico, el día 2 de diciembre.
El primer teléfono que se construye en Málaga fue el modelo "Heraldo", fabricado en exclusiva para la Compañía Telefónica. Citesa tenía una capacidad inicial de producción de 45.000 teléfonos al año. A la inauguración de ambas industrias asistió el ministro de Industria, Gregorio López Bravo.
También la multinacional Siemens funda en Málaga en 1964 una fábrica de componentes electrónicos tras adquirir la mayoría de las acciones de Central Técnica Científica, fundada nueve años antes.
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