Mastodon Málaga y sus historias: Safiya, la poetisa musulmana

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lunes, 7 de febrero de 2022

Safiya, la poetisa musulmana

 

Desde que existen registros literarios las mujeres tuvieron como única arma para ejercer su libertad de expresión el camino de la literatura. Un ejemplo de esta afirmación se halla remontándose al siglo X donde se encuentra la figura de la poetisa musulmana afincada en Málaga con el nombre de Safiya, localizada por la inclusión de su nombre en la Galería Literaria Malagueña de Narciso Pérez Escovar, y confirmada gracias a la publicación del libro de 1887 Literomanía de Martínez Duimovich, en el que se escribe “Safiya, hija de Abdallah el Rayi, malagueña, a quien por poetisa y letrada celebraron los escritores musulmanes, como también por su hermosa letra, habilidad muy estimada entre alarbes. Murió a los 30 años, a finales del 417-1026”.


La Alcazaba de Málaga.


Pero es en el trabajo firmado por el citado Díaz Escovar en la revista La Unión Ilustrada donde se facilita información sobre la poesía árabe malagueña y concretamente de Safiya. En este sentido se afirma que “no fue entre los musulmanes españoles tan ignorante la mujer como se le supone, ni vivió tan alejada de las letras y las ciencias, como hoy viven las más poderosas y bien nacidas descendientes del Profeta. Contagiada por aquella atmósfera de civilización y cultura, hubo poetisas célebres y Málaga cuenta entre ellas a Safiya, a quien también por letrada la celebraron”.

Díaz Escovar sigue señalando que Safiya “nació en esta comarca, quizás en la misma Málaga y fue su padre Abdalbah el Rayí. Tuvo una hermosa letra, habilidad que, como dice Guillen Robles, era muy apreciada. Sus inspirados versos no pudieron ser muchos, pues murió joven cuando apenas había cumplido el sexto lustro de su existencia en el año 1026 de la era cristiana”. El mismo erudito descubre la existencia de otra poetisa, Almakasi (no se ha encontrado referencia bibliográfica con este nombre), como malagueña, que vivió bastantes años, pero cuyo nombre silencia. Sólo indica que fue hija de Aben Arsacan, de Málaga, y recuerda unos versos que improvisó a un cuervo que volaba sobre su cabeza y al cual decía:

¡Oh, negro cuervo, que pasas

sobre vegas y collados,

¡bienvenido siempre seas,

que en tu negro color hallo,

recuerdo de los cabellos

de aquel hijo idolatrado,

que robó el sepulcro frío

a mi amor y a mis cuidados!

El mismo autor reseña que la corte de la breve dinastía reinante en Málaga de los Hammudies fue asilo de poetas y filósofos. La literatura brilló con esplendor potente y los reyes malagueños se complacían viéndose rodeados de literatos. Se deleitaban escuchando las poéticas estrofas de los vates musulmanes, que recordaban los amados campos y las populosas ciudades de Arabia y Berbería, las vírgenes mahometanas de Tremecen y Bugía (Argelia) y los cantos orientales de sus primitivos poetas.


Fuente documental: Olvidadas de Ramón Triviño.

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