Mastodon Málaga y sus historias: musulmanes
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viernes, 3 de marzo de 2023

Los Baños de Vilo

 

Ubicado en un lugar privilegiado, el Balneario de Baños de Vilo de Periana llegó a ser considerado en los siglos XVIII y XIX como uno de los más importantes de Andalucía. No se caracteriza este balneario por una marmórea construcción, tan sólo es una poza de brocal esculpida hace más de mil años.


Baños árabes de Vilo.


Medio oculto por la fuerte vegetación y las muy abundantes aguas de sus contornos, continúa la poza de Vilo, derramando aguas sulfhídricas, magnésico-cálcicas y nitrogenadas a la temperatura constante de 21º centígrados, específicas para males de la piel y el herpetismo.

Según recogen los historiadores, en 1828 se inaugura un edificio con habitaciones adosadas si bien a causa de problemas relacionados con la propiedad del balneario, sus instalaciones poco a poco se fueron deteriorando hasta quedar en total abandono.

En el año 1907 una tormenta arrasa las instalaciones del edificio termal. Y es a partir de los años 90 del siglo pasado cuando el propio Ayuntamiento de Periana se interesa por su remodelación para ser recuperado como un lugar de relax y disfrute de sus aguas curativas, ya que según se desprende de los estudios analíticos, mantiene su composición química y por tanto sus propiedades terapéuticas.

Los Baños de Vilo es uno de los atractivos potenciales del turismo de salud en un municipio con una gran riqueza paisajística y medioambiental que lo hace único para disfrutar de unos días de relax en pleno contacto con la naturaleza. Los baños en una ciudad simbolizaban bienestar económico y prosperidad, además de facilitar la purificación del cuerpo antes de la oración como obligan los preceptos coránicos. Los baños eran un elemento clave en el mundo musulmán.

martes, 31 de mayo de 2022

La toma de Vélez-Málaga

 

La Toma de Vélez-Málaga tuvo lugar el 27 de abril de 1487, tras el enfrentamiento entre las tropas de los Reyes Católicos, Fernando e Isabel, y las huestes defensoras de la ciudad, integradas principalmente por musulmanes nazaríes del Reino de Granada. La lucha duró varios días y acabó con la rendición de la plaza, que pasaría a manos cristianas.


Vélez-Málaga. (Foto: Carlos Castro)


El conflicto destacó por la participación del propio rey Fernando en uno de los enfrentamientos, acontecimiento que dará lugar al escudo que la reina Isabel otorgó años después a la ciudad y que aún hoy sigue en uso.

Con la llegada de las tropas cristianas, y en particular debido al adelanto con el que llegaron los barcos, parte de los habitantes de la ciudad y sus alrededores decidieron refugiarse en el castillo de Bentomiz, a solo unos kilómetros al este de Vélez-Málaga.

El resto de musulmanes se quedó en la ciudad que contaba con una muralla exterior que rodeaba toda la medina, compuesta por dos arrabales, y un anillo interior de murallas que protegía la zona militar, y que hoy en día se conoce como La Fortaleza. No hay que olvidar que la ciudad de Málaga, al oeste, seguía en manos musulmanas, al igual que algunas fortalezas del entorno, como Comares.

Por su parte, Fernando, que contaba con 20.000 caballos, 50.000 infantes y 8.000 hombres de apoyo en su ejércitos, decidió instalar dos campamentos. El que situó al sur de la ciudad, el Real Bajo, cuyo nombre se mantiene en la actualidad en uno de los barrios de la ciudad. Su posición junto al río facilitaba las operaciones con su armada, que se usó para el transporte de carga y avituallamiento.

El segundo campamento era el Real Alto, emplazado en una colina situada entre el montículo de la ciudad de Vélez y la zona de Bentomiz. La intención era separar ambas fuerzas, cortando cualquier posible acceso a la villa desde la sierra. Esta decisión fue cuestionada ante el rey por algunos de sus hombres de confianza, ya que, aunque seguía siendo una zona elevada, el Real se exponía a un posible ataque desde dos flancos. Los barcos del ejército de Fernando tenian otro cometido evitar la llegada de ayuda proveniente de África.

Diez días después del inicio de duros enfrentamientos, ante la llegada al fin de la artillería castellana y la certeza de no conseguir apoyos por parte de los musulmanes, el alcalde de la ciudad de Vélez-Málaga, Abul Cassin Benegas, rindió la ciudad el 27 de abril de 1487.

Los Reyes Católicos establecieron las condiciones de la capitulación, aunque se consideraron benévolas, en base a lo pactado con Boabdil en su liberación. Esta actitud clemente tenía otro objetivo hacer atractiva la opción de la rendición en las batallas que les esperaban hasta retomar todo el Reino de Granada. Así, por ejemplo, se les dejó a los musulmanes la posibilidad de marchar de la ciudad o quedarse en ella como mudéjares, renunciando en cualquier caso a la posesión de armas.

Si bien la firma de las capitulaciones ocurre en abril, los reyes deciden esperar al día 1 de mayo, día en el que se celebra la festividad de la Cruz, para su entrada en la ciudad, que realizarán de forma ostentosa a través de la puerta de Granada. A partir de ese momento se llevó a cabo la conversión a iglesias de las mezquitas y se levantaron diversas cruces para el recuerdo de lo ocurrido, como se hará también con el nominativo de la ciudad, pasando a denominarse Vélez de la Cruz.




lunes, 7 de febrero de 2022

Safiya, la poetisa musulmana

 

Desde que existen registros literarios las mujeres tuvieron como única arma para ejercer su libertad de expresión el camino de la literatura. Un ejemplo de esta afirmación se halla remontándose al siglo X donde se encuentra la figura de la poetisa musulmana afincada en Málaga con el nombre de Safiya, localizada por la inclusión de su nombre en la Galería Literaria Malagueña de Narciso Pérez Escovar, y confirmada gracias a la publicación del libro de 1887 Literomanía de Martínez Duimovich, en el que se escribe “Safiya, hija de Abdallah el Rayi, malagueña, a quien por poetisa y letrada celebraron los escritores musulmanes, como también por su hermosa letra, habilidad muy estimada entre alarbes. Murió a los 30 años, a finales del 417-1026”.


La Alcazaba de Málaga.


Pero es en el trabajo firmado por el citado Díaz Escovar en la revista La Unión Ilustrada donde se facilita información sobre la poesía árabe malagueña y concretamente de Safiya. En este sentido se afirma que “no fue entre los musulmanes españoles tan ignorante la mujer como se le supone, ni vivió tan alejada de las letras y las ciencias, como hoy viven las más poderosas y bien nacidas descendientes del Profeta. Contagiada por aquella atmósfera de civilización y cultura, hubo poetisas célebres y Málaga cuenta entre ellas a Safiya, a quien también por letrada la celebraron”.

Díaz Escovar sigue señalando que Safiya “nació en esta comarca, quizás en la misma Málaga y fue su padre Abdalbah el Rayí. Tuvo una hermosa letra, habilidad que, como dice Guillen Robles, era muy apreciada. Sus inspirados versos no pudieron ser muchos, pues murió joven cuando apenas había cumplido el sexto lustro de su existencia en el año 1026 de la era cristiana”. El mismo erudito descubre la existencia de otra poetisa, Almakasi (no se ha encontrado referencia bibliográfica con este nombre), como malagueña, que vivió bastantes años, pero cuyo nombre silencia. Sólo indica que fue hija de Aben Arsacan, de Málaga, y recuerda unos versos que improvisó a un cuervo que volaba sobre su cabeza y al cual decía:

¡Oh, negro cuervo, que pasas

sobre vegas y collados,

¡bienvenido siempre seas,

que en tu negro color hallo,

recuerdo de los cabellos

de aquel hijo idolatrado,

que robó el sepulcro frío

a mi amor y a mis cuidados!

El mismo autor reseña que la corte de la breve dinastía reinante en Málaga de los Hammudies fue asilo de poetas y filósofos. La literatura brilló con esplendor potente y los reyes malagueños se complacían viéndose rodeados de literatos. Se deleitaban escuchando las poéticas estrofas de los vates musulmanes, que recordaban los amados campos y las populosas ciudades de Arabia y Berbería, las vírgenes mahometanas de Tremecen y Bugía (Argelia) y los cantos orientales de sus primitivos poetas.


Fuente documental: Olvidadas de Ramón Triviño.

viernes, 19 de junio de 2020

El origen de Malaka (y II)

En la entrega anterior se abordó la creación de Malaka de la mano de los fenicios, la llegada de los púnicos y finalmente la presencia de los romanos. Continúa la historia de Málaga con la caída del imperio romano en el año 476, iniciándose así un periodo de inestabilidad en las tierras malagueñas, y esto lleva a la caída de numerosas ciudades.

La Alcazaba, residencia de los gobernantes musulmanes.
En el año 552 llegan los bizantinos con la intención de reconstruir el Imperio Romano, pero su presencia tiene muy poca duración. En el 615 la ciudad fue saqueada y conquistada por los visigodos quedando toda la península bajo su dominio.

A mediados del siglo VIII los musulmanes penetran la Península Ibérica desde el Norte de África y conquistan la ciudad. Aquí Málaga entra en un periodo de paz y prosperidad y se adentra en un periodo de expansión en el que llega a alcanzar más de 20.000 habitantes, convirtiéndose en una de las ciudades más pobladas de la Península Ibérica.

En el año 1026 Málaga pasa a formar parte del reino nazarí de Granada y permanece bajo su mandato hasta la conquista de los Reyes Católicos. En esta época, el comercio vive un gran apogeo.

En el año 1487 llega la reconquista de los Reyes Católicos que conformará la actual provincia de Málaga y supondrá un durísimo golpe para el reino nazarí de Granada ya que pierde su principal puerta marítima.

Entre los siglos XVI y XVII la ciudad entra en una época de inestabilidad debido, entre otras cosas, a las epidemias y catástrofes naturales que se vivieron. Aun así, la exportaciones de vino y pasas aumentan y la capital alcanza una gran importancia.

En el siglo XIX comienza un importante auge industrial dentro de la historia de Málaga, a la vez que se viven revueltas provocadas por la inestabilidad política de la zona. Pero, una plaga en los cultivos hace que la industria provincial se hunda.

Ya en siglo XX, la población vive una profunda crisis en la que se sufre hambre y pobreza. Además, en 1936 son sufridos los ataques y bombardeos que conllevan la guerra civil española.

jueves, 18 de junio de 2020

El origen de Malaka (I)

La historia de Málaga oficialmente comienza con los fenicios, fundadores de la ciudad hace muchos años. Pero en las últimas décadas se han encontrado hallazgos que confirman la existencia anterior de civilizaciones prehistóricas en varios puntos de la provincia, con lo que existen dudas fundamentadas de que la historia de Málaga comenzara incluso mucho antes de lo que se conoce.
Monedas de la época fenicia.

Por lo que se sabe hasta ahora, la historia de Málaga da comienzo en el año 800 a.c., donde los fenicios fundaron la ciudad de Malaka. Se comenzó a comerciar con los pequeños poblados bastetanos de la zona y la ciudad se convirtió en un importante núcleo comercial.

La razón se encuentra en las buenas condiciones que había para atracar en su puerto natural, al pie del Monte de Gibralfaro, aunque también a la cantidad de yacimientos de plata y cobre existentes en la ciudad.

Hacia el año 600 a.c. apareció una colonia griega llamada Mainake en las regiones más orientales de la provincia de Málaga, que desaparecería tras la batalla de Alalia en el año 535 a.c. Aún así, fue mucha la importancia del comercio griego en toda la costa malagueña y granadina. Hasta el año 550 a.c. el pueblo fenicio estuvo en su máximo esplendor comerciando y disfrutando de las tierras de la provincia.

La historia de Málaga adquiere otras culturas en la segunda mitad del siglo VI, momento en el que los fenicios comienzan a abandonar sus poblados y los púnicos crean un imperio comercial en la costa. Estos púnicos fueron los que derribaron a los griegos en la citada batalla de Alalia en el año 535 a.c. consiguiendo que el comercio del sur de España quedara totalmente en sus manos.
Malaka se había convertido en la capital comercial indiscutible de la zona. Por eso, a partir del año 237 a.c., se convirtió en uno de los centros militares del último periodo de los púnicos. Tras la ruptura por parte de los púnicos del tratado existente con los romanos, se inicia la conocida como Segunda Guerra Púnica. En el año 214 a.c. ya existía una fuerte presencia de ejércitos romanos en Andalucía, y en año 206 a.c. los púnicos le entregan a los romanos la última ciudad que quedaba en su poder.

Los romanos unifican las colonias de la costa con las del interior y todas quedan bajo un único poder romano. Desde entonces y hasta la caída de la República Romana, la provincia de Málaga vive en paz salvo algunas pequeñas rebeliones. Además, a partir del año 81, Malaka se promulga como ciudad romana y se vive un periodo de gran riqueza y prosperidad dentro de la historia.