Mastodon Málaga y sus historias: Reyes Católicos
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martes, 19 de diciembre de 2023

El convento de la Victoria

 

La Basílica y Real Santuario de Santa María de la Victoria y de la Merced es una de las principales iglesias de Málaga. Su historia se remonta al sitio de la ciudad por los Reyes Católicos, cuando el monarca fue visitado por frailes de la Orden de los Mínimos, que lo confortaron con el mensaje de San Francisco de Paula, su fundador, que le anunciaba una rápida victoria a ocurrir tres días después, como así fue.


Basílica de la Vctoria en la actualidad.


Fernando II de Aragón, en agradecimiento, entregó a la ciudad la imagen de la virgen del oratorio del rey como patrona, se edificó en el mismo lugar del campamento una ermita custodiada por el ermitaño Bartolomé de Coloma. En 1493, la capilla pasa a manos de los Mínimos, quienes edifican junto a la misma un convento y una iglesia, de la que sólo quedan algunos restos en la actualidad.

La primitiva iglesia se construyó a principios del XVI y el estado en que se encontraba a fines del siglo XVII no soportaría la construcción de nuevos añadidos y ampliaciones, lo que aconsejó que se derribara y en su lugar se levantara otra de nueva planta, durando las obras desde 1693 hasta 1700, fecha en que se inaugura la nueva iglesia. Al principio, en la primitiva iglesia la virgen recibía culto en la primera capilla del lado del Evangelio, hasta que en 1606 fue trasladada al altar mayor.

Desde el punto de vista arquitectónico, lo más destacado del conjunto es la torre camarín, uno de los primeros en construirse en España a semejanza del de Guadalupe o el de la virgen de los Desamparados en Valencia.

A finales de la década de 1990, el Ayuntamiento reformó el entorno para ponerlo en valor. Para ello, numerosos edificios de la calle Fernando el Católico que estaban adosados a la antigua plaza fueron demolidos y sus terrenos empleados para la ampliación de la plaza. La rampa de acceso al templo se trasladó de la calle Compás de la Victoria al cruce de Fernando el Católico con Mitjana. La plaza, que quedó con la configuración actual.

martes, 28 de marzo de 2023

Las Cinco Bolas

 

La calle Cinco Bolas, que comunica las calles San Juan y Nueva, tiene su peculiar historia, ya que cuenta con cinco bolas de colores dispuestas en forma de cruz sobre una de las fachadas de entrada a la calle. No muchos malagueños saben qué significan, pero existen varias hipótesis. Una de ellas es la que señala a los Reyes Católicos y la toma de la ciudad para incorporarla al Reino de Castilla. En aquella contienda se utilizaron proyectiles para cañón de 155 milímetros de calibre que fueron decisivos para la victoria. En su recuerdo, quedaron estampados cinco proyectiles en la fachada de la calle.


Calle Cinco Bolas.


Otra teoría habla de un convento de monjas que estaba junto a la Iglesia de San Juan y que en determinados momentos del día se reconvertía en una casa de citas para los nobles de la ciudad. Allí se daba cobijo a mujeres maltratadas y a rameras que accedían a estos servicios para sobrevivir. La cruz con las bolas señalaba la puerta falsa por donde se podía acceder al convento para esas citas. No hay que olvidar que en esa época la prostitución estaba regulada por el putero mayor del reino, nombrado por los propios monarcas.

La tercera de las teorías está relacionada con el recuerdo al Cirio Pascual, cuyos colores coinciden con las bolas de la fachada. El azul representa el cielo, el verde, la esperanza; el rojo es el fuego, el amor y el sacrificio; el morado, la penitencia y el amarillo, la Pascua y Resurrección de Cristo.

martes, 31 de mayo de 2022

La toma de Vélez-Málaga

 

La Toma de Vélez-Málaga tuvo lugar el 27 de abril de 1487, tras el enfrentamiento entre las tropas de los Reyes Católicos, Fernando e Isabel, y las huestes defensoras de la ciudad, integradas principalmente por musulmanes nazaríes del Reino de Granada. La lucha duró varios días y acabó con la rendición de la plaza, que pasaría a manos cristianas.


Vélez-Málaga. (Foto: Carlos Castro)


El conflicto destacó por la participación del propio rey Fernando en uno de los enfrentamientos, acontecimiento que dará lugar al escudo que la reina Isabel otorgó años después a la ciudad y que aún hoy sigue en uso.

Con la llegada de las tropas cristianas, y en particular debido al adelanto con el que llegaron los barcos, parte de los habitantes de la ciudad y sus alrededores decidieron refugiarse en el castillo de Bentomiz, a solo unos kilómetros al este de Vélez-Málaga.

El resto de musulmanes se quedó en la ciudad que contaba con una muralla exterior que rodeaba toda la medina, compuesta por dos arrabales, y un anillo interior de murallas que protegía la zona militar, y que hoy en día se conoce como La Fortaleza. No hay que olvidar que la ciudad de Málaga, al oeste, seguía en manos musulmanas, al igual que algunas fortalezas del entorno, como Comares.

Por su parte, Fernando, que contaba con 20.000 caballos, 50.000 infantes y 8.000 hombres de apoyo en su ejércitos, decidió instalar dos campamentos. El que situó al sur de la ciudad, el Real Bajo, cuyo nombre se mantiene en la actualidad en uno de los barrios de la ciudad. Su posición junto al río facilitaba las operaciones con su armada, que se usó para el transporte de carga y avituallamiento.

El segundo campamento era el Real Alto, emplazado en una colina situada entre el montículo de la ciudad de Vélez y la zona de Bentomiz. La intención era separar ambas fuerzas, cortando cualquier posible acceso a la villa desde la sierra. Esta decisión fue cuestionada ante el rey por algunos de sus hombres de confianza, ya que, aunque seguía siendo una zona elevada, el Real se exponía a un posible ataque desde dos flancos. Los barcos del ejército de Fernando tenian otro cometido evitar la llegada de ayuda proveniente de África.

Diez días después del inicio de duros enfrentamientos, ante la llegada al fin de la artillería castellana y la certeza de no conseguir apoyos por parte de los musulmanes, el alcalde de la ciudad de Vélez-Málaga, Abul Cassin Benegas, rindió la ciudad el 27 de abril de 1487.

Los Reyes Católicos establecieron las condiciones de la capitulación, aunque se consideraron benévolas, en base a lo pactado con Boabdil en su liberación. Esta actitud clemente tenía otro objetivo hacer atractiva la opción de la rendición en las batallas que les esperaban hasta retomar todo el Reino de Granada. Así, por ejemplo, se les dejó a los musulmanes la posibilidad de marchar de la ciudad o quedarse en ella como mudéjares, renunciando en cualquier caso a la posesión de armas.

Si bien la firma de las capitulaciones ocurre en abril, los reyes deciden esperar al día 1 de mayo, día en el que se celebra la festividad de la Cruz, para su entrada en la ciudad, que realizarán de forma ostentosa a través de la puerta de Granada. A partir de ese momento se llevó a cabo la conversión a iglesias de las mezquitas y se levantaron diversas cruces para el recuerdo de lo ocurrido, como se hará también con el nominativo de la ciudad, pasando a denominarse Vélez de la Cruz.




martes, 22 de junio de 2021

La mujer que frustró un atentado contra Isabel la Católica

 

Cerca de La Alcazaba, en la antigua judería malagueña, está desde 1887 la calle de la Marquesa de Moya, que se llamó anteriormente de Rebanadillas. El hecho de dedicar una vía a Beatriz de Bobadilla, marquesa de Moya y dama de la corte de Isabel la Católica, tiene su explicación en un suceso ocurrido durante el sitio de Málaga por los Reyes Católicos, en 1487.


Beatriz de Bobadilla.


Un morabito o santón musulmán de origen norteafricano y procedente de Guadix, llamado Ibrahim el Garbí, reunió a un grupo de cuatrocientos hombres que intentaron romper el cerco de la ciudad. El intento fracasó y El Garbí se dejó apresar por los cristianos, como parte de su plan para asesinar a los reyes..


Al ser detenido, afirmó poseer información de interés para los reyes con el objeto de ser llevado ante su presencia en el campamento ubicado en lo alto de la Trinidad, pero como los monarcas estaban descansando, entretanto fue conducido a la tienda de Beatriz de Bobadilla, marquesa de Moya, a quien acompañaban Álvaro de Braganza y su mujer, Felipa de Mello. Resaltar que la marquesa y su esposo se habían convertido por méritos propios en personal de confianza de los monarcas y durante las gestas militares ocupaban las tiendas más cercanas a los aposentos reales.


El santón, al ver las ricas vestimentas de los nobles, creyó que estaba ante los monarcas, y sacando un puñal que llevaba escondido entre sus ropas se lanzó contra ellos, logrando sólo herirlos. Rápidamente fue reducido y, por orden del rey, fue descuartizado y sus restos lanzados a la ciudad.


Los asediados recogieron los restos del santón y les dieron sepultura, y en desquite asesinaron y descuartizaron a uno de los cristianos prisioneros, enviando sus restos hacia el campamento real a lomos de un asno. Un suceso pudo haber cambiado la Historia de España, y que se redujo a unas heridas sufridas por Álvaro de Braganza y Beatriz de Bobadilla.


Añadir que Beatriz de Bobadilla, nacida en Medina del Campo (Valladolid) en 1440 y fallecida en Madrid a los 70 años, una edad considerable para la época, era la mujer de Andrés de Cabrera y primera marquesa de Moya. Protagonizó junto a su marido un espectacular ascenso social gracias al apoyo que ambos le prestaron a la infanta Isabel para que ésta lograra la corona castellana. Camarera de la reina, amiga y confidente de Isabel la Católica, ésta le concedió numerosos favores, entre ellos un grupo de treinta esclavas de las que se tomaron en la ciudad de Málaga. Ambos eran conversos por ser de ascendencia judía, extremo al que en aquel tiempo no se daba importancia.

miércoles, 2 de diciembre de 2020

La prostitución en la Málaga de los Reyes Católicos

 

La historia de las prostitutas, las rameras y los puteros, que eran los encargados de regular la prostitución en el centro de Málaga, forman parte de una historia casi olvidada en la ciudad. Una historia que ha rescatado la empresa de Gestión Cultural Cultopía, que desde hace unos años trabaja para sacar a la luz la historia oculta de Málaga organizando diversas actividades como las rutas distintas zonas de la ciudad, ahora suspendidas como consecuencia de las restricciones impuestas por la Covip-19.


Mesón de la Victoria.


Según Cultopía la idea de que las mancebas trabajaran en mesones partió de Alonso Yáñez Fajardo, a quien los Reyes Católicos habían concedido el negocio de las mancebías o casas de prostitución del Reino de Granada. Aunque suene un poco fuerte, el personaje era considerado el putero mayor de Málaga.


Pero también existían puteros menores, a cargo de las casas de las mancebas y que también eran los encargados de la alimentación y asistencia sanitaria de las prostitutas. Alonso Yáñez era el encargado de cobrar por el uso de las habitaciones de las mujeres públicas. La casa de citas más importante de Málaga en esa época fue el Mesón de la Victoria, donde en la actualidad se ubica el Museo de artes y costumbres populares. En la antigua calle de las Siete Revueltas existía otra zona de casas de citas por su proximidad con la Plaza Mayor, centro social de la vida de la época. En la zona de la calle Camas también existían diferentes prostíbulos. De hecho, de ahí viene su nombre, ya que los establecimientos ofrecían, además de camas, servicios sexuales.


En aquellos tiempos había tres clases de prostitutas; las más baratas, que trabajaban en los arrabales, por lo que las llamaban arrabaleras; las mancebas, que ejercían su oficio en casas, y las rameras, que solían tener un amante adinerado.


En esa sociedad, ya en tiempos de Felipe V, la vestimenta clasificaba a cada persona. Las prostitutas vestían medios mantos negros y rematados en los bordes por unas puntas de tela parda, de ahí viene la expresión “irse de picos pardos”.


Al morir Alonso Yáñez el cargo de putero mayor lo heredó su hijo Diego pero su madre, Leonor, quizá con mala conciencia por el negocio familiar, decide abrir justo al lado de la iglesia, en la calle de las Cinco Bolas, una casa de arrepentidas, para sacar a 13 mujeres de la prostitución, algo que no gustará a su hijo, que tratará de acabar con la iniciativa de la madre.


viernes, 19 de junio de 2020

El origen de Malaka (y II)

En la entrega anterior se abordó la creación de Malaka de la mano de los fenicios, la llegada de los púnicos y finalmente la presencia de los romanos. Continúa la historia de Málaga con la caída del imperio romano en el año 476, iniciándose así un periodo de inestabilidad en las tierras malagueñas, y esto lleva a la caída de numerosas ciudades.

La Alcazaba, residencia de los gobernantes musulmanes.
En el año 552 llegan los bizantinos con la intención de reconstruir el Imperio Romano, pero su presencia tiene muy poca duración. En el 615 la ciudad fue saqueada y conquistada por los visigodos quedando toda la península bajo su dominio.

A mediados del siglo VIII los musulmanes penetran la Península Ibérica desde el Norte de África y conquistan la ciudad. Aquí Málaga entra en un periodo de paz y prosperidad y se adentra en un periodo de expansión en el que llega a alcanzar más de 20.000 habitantes, convirtiéndose en una de las ciudades más pobladas de la Península Ibérica.

En el año 1026 Málaga pasa a formar parte del reino nazarí de Granada y permanece bajo su mandato hasta la conquista de los Reyes Católicos. En esta época, el comercio vive un gran apogeo.

En el año 1487 llega la reconquista de los Reyes Católicos que conformará la actual provincia de Málaga y supondrá un durísimo golpe para el reino nazarí de Granada ya que pierde su principal puerta marítima.

Entre los siglos XVI y XVII la ciudad entra en una época de inestabilidad debido, entre otras cosas, a las epidemias y catástrofes naturales que se vivieron. Aun así, la exportaciones de vino y pasas aumentan y la capital alcanza una gran importancia.

En el siglo XIX comienza un importante auge industrial dentro de la historia de Málaga, a la vez que se viven revueltas provocadas por la inestabilidad política de la zona. Pero, una plaga en los cultivos hace que la industria provincial se hunda.

Ya en siglo XX, la población vive una profunda crisis en la que se sufre hambre y pobreza. Además, en 1936 son sufridos los ataques y bombardeos que conllevan la guerra civil española.

martes, 9 de junio de 2020

El escudo de armas

El escudo de armas de Málaga, fue otorgado por los Reyes Católicos tras la conquista de la ciudad, el 30 de agosto de 1494. Se encuentran grabadas las iniciales TM, que significan “Tanto Monta” abreviatura de “Tanto monta cortar como desatar” frase famosa que pronunció el rey Fernando el Católico. Además destacan en la parte superior, los santos y mártires malagueños, Ciriaco y Paula, en actitud de oración.

Escudo de la ciudad de Málaga.
Desde esa fecha, el blasón de la ciudad ha ido incorporando detalles que se han ido documentando a lo largo de los años. Los colores verde y morado que dividen en dos la bandera, fueron registrados en las Actas Capitulares que se publicaron el 14 de marzo de 1509 con el objetivo de estar presentes en el blasón.

También quedarían registrados los principales iconos de los que consta el escudo. En la zona central se puede apreciar un color rojo que evoca a los campos durante la reconquista de la ciudad. Bajo ese 'cielo' de color sangre está la ciudad y la fortaleza de Gibralfaro, ambas de color pardo, en semejanza a su color natural.

En la zona inferior se puede ver a unos hombres sombreados en color plata y negro que simbolizan el Corral de los Cautivos. Estos presos eran cristianos que fueron capturados por los musulmanes y estaban expuestos a la intemperie hasta ser liberados en la reconquista.

Bajo las murallas de la ciudad y Gibralfaro, unas ondas de color plata y azul representan el mar por la honra que los reyes querían dar al puerto de Málaga. Asimismo, en el cielo rojizo, paralelos a las torres de Gibralfaro, se encuentran los dos santos mártires malagueños, Ciriaco y Paula, con actitud orante, manto azul y túnica dorada. Los dos jóvenes romanos, que se convirtieron al cristianismo, prefirieron morir apedreados antes que abandonar sus creencias, dando así nombre a la zona que hoy en día se conoce como Martiricos.

Toda esta iconografía está rodeada por la orla, mitad verde y mitad morada, que contiene varias divisas doradas de los Reyes Católicos. El yugo con nudo gordiano de Fernando II y el haz de flechas de Isabel I. Además de la forma del escudo, que era la tradicional, en su parte superior se encuentra la corona real española, de oro, con piedras preciosas y cinco florones dorados de hojas de acanto visibles.

Alrededor del escudo se encuentra una cinta con los diferentes títulos que ostenta la ciudad. Ahí se puede leer, muy noble, título concedido por acuerdo del Cabildo, con motivo de “la alcurnia y nobleza de la mayor parte de los nuevos pobladores”. El lema figuraría desde entonces en todos los documentos oficiales.

Muy leal, distinción otorgada por la Real Cédula de Felipe IV en 1640 como agradecimiento a los servicios que la ciudad había prestado, sobre todo por las grandes sumas de dinero que Málaga había entregado a la corona.

El lema Tanto Monta, que se documenta desde 1642, es uno de los lemas propios que los Reyes Católicos dieron a la ciudad junto a su yugo y flechas. Su origen se encuentra en la leyenda de Alejandro Magno y el nudo gordiano, que Fernando II también tomó para sí.

Siempre denodada y la primera en el peligro de la libertad, un título y divisa concedidos por Real Decreto de 21 de agosto de 1843, motivados por las luchas políticas que llevaron a la caída del general Espartero.

El título de Muy Hospitalaria, establecido el 1 de enero de 1901 por Real Decreto. Su origen se encuentra en la ayuda que los malagueños ofrecieron en el naufragio de la fragata alemana Gneisenau frente a la costa.

Por último el de Muy Benéfica, otorgado por Real Decreto de 28 de febrero de 1922 por el comportamiento benéfico y altruista que los malagueños tuvieron con los heridos y enfermos de la guerra de Marruecos.