Mastodon Málaga y sus historias: La dieta de los malagueños en el siglo XVIII

jueves, 16 de noviembre de 2023

La dieta de los malagueños en el siglo XVIII

 

La dieta de la clase alta malagueña durante el siglo XVIII estaba basada principalmente en la carne, mientras que la dieta de las clases populares tenía un claro componente vegetal. Las verduras y las legumbres se consideraban el alimento básico para los campesinos y personas pobres.


Mercado en el Pasillo de Santa Isabel (1908). Archivo UMA.


El alimento más deseado por su valor nutricional era la carne, se pensaba que además de sustentar daba fuerza y vitalidad. Era considerado el alimento de los ricos, nobles y poderosos, su consumo era signo de riqueza por lo que pocos ciudadanos podían acceder a dicho producto en gran cantidad, en la comida y en la cena. En las clases pudientes era normal comer una ración de carne diaria.

El pueblo llano solo comía carne esporádicamente, en escasa cuantía y de baja calidad. La carne que más se consumía era la de carnero. La carne más apreciada era la carne de corral o de caza, considerada más tierna y sabrosa y estaba reservada para las mesas de las clases más adineradas. Se solía comer en los días de fiesta y darla a las personas enfermas.

Por otra parte, el aceite en el siglo XVIII era muy apreciado, estaba reservado para los días de abstinencia, en el que no se podía consumir el tocino. También se utilizaba el aceite en la elaboración del pescado.

En Andalucía y sobre todo en la Costa del Sol, por ser zona mediterránea y del cultivo del olivo se usaba más este oro líquido. Aunque las grasas más frecuentes en todas las cocinas eran la grasa de cerdo, el tocino y la manteca. Eran utilizadas para freír, asar o guisar los alimentos.

El consumo de pescado en Málaga era muy elevado, ya desde la época fenicia el pescado malagueño y sus salazones tuvieron fama en el Imperio romano. Málaga por tener uno de los mejores puertos de España y poseer unos importantes bancos pesqueros, siempre tuvo excedente de este producto, siendo muy apreciado su pescado en otras ciudades españolas y extranjeras. Incluso hay un barrio en Málaga, el Perchel, donde en esta centuria se secaba el pescado en perchas de ahí el nombre del barrio y en la época de cuaresma era el alimento base de todos los feligreses. El bacalao era un alimento indispensable en esta época y lo traían los comerciantes del norte de Europa, Norteamérica y Groenlandia. Otros alimentos para los días de abstinencia eran los huevos, el queso y también se consumían cereales y hortalizas.


Fuente documental: Sociología de la vivienda publica y privada malagueña en el siglo XVIII. Juan Fernando López Fernández. Universidad de Málaga

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