Mastodon Málaga y sus historias: Seis generaciones fabricando envases (I)

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jueves, 20 de febrero de 2025

Seis generaciones fabricando envases (I)

 

Corría el año 1752 cuando el matrimonio formado por Antonio Lapeira y Juana Brossó llegan a Málaga procedentes de la ciudad francesa de Bergerac siguiendo la estela de algunos compatriotas suyos y otros llegados de distintas partes de Europa. Se instalan en la capital y deciden establecerse en ella de forma permanente. Antonio monta un taller de plomero en calle Martínez, 16 y empieza a tomar sus primeros contactos con constructores y con la escasa burguesía local, aún en ciernes, a quienes ofrece sus servicios profesionales. Los comienzos no fueron fáciles, tuvo que pasar algún tiempo para ser valorado como profesional plomero por arquitectos reputados y maestros constructores que le ofrecieran proyectos importantes.


Fachada de la fábrica de Lapeira.


Fue entonces cuando se le encargó participar en la construcción de las fincas de La Concepción y de San José en el camino viejo de San Telmo aprovechando sus técnicas innovadoras y conocimientos avanzados que traía adquiridos de su Francia natal.

Del matrimonio nació Juan que se casó con una joven malagueña llamada Antonia Márquez. Al poco tiempo le sorprendió la muerte de su padre. Joven y recién casado Juan Lapeira Brossó tuvo que hacerse cargo de la empresa familiar y gracias a su esfuerzo, además del prestigio heredado de su padre, no sólo consigue mantener el taller sino que instala otro de mayor tamaño y de varias plantas en la calle Vendeja entre los número 5 al 11 de cuyos locales saldrán los primeros envases metálicos para la exportación de aceite de oliva. Fue el comienzo de lo que sería posteriormente la sociedad anónima A. Lapeira Metalgraf Española y la primera fábrica de este tipo en España.

La aventura era ciertamente difícil, debido fundamentalmente a que en España no se fabricaba por entonces la hojalata, era preciso importarla del País de Gales y era en la fábrica de Lapeira donde se conformaba y soldaba de forma artesanal hasta adquirir las medidas adecuadas. Estos envases carecían de publicidad exterior tan sólo llevaban troquelados por un lado el nombre del envasador, por otro el del producto que contenía y muy discretamente, en la parte baja del envase, el nombre del fabricante.

La tercera generación que aparece en la escena familiar es la de Nicolás Lapeira Márquez que se casa en 1857 con Dolores Rodríguez, señora de origen acomodado, cuya familia tenía en propiedad grandes extensiones de terreno en la zona de viñedos de Campanillas. Concretamente la Finca de San Ginés en la que existía el célebre pasero del mismo nombre. Esta circunstancia hizo que en la fábrica de calle Vendeja se incrementara la producción introduciendo unas variantes a los envases metálicos para la exportación de pasas.

(Mañana la segunda parte de la historia de esta saga familiar)


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