El 14 de junio de 1854 se inauguraba el alumbrado de gas de la Plaza de la Constitución de Málaga, colocándose en su centro una columna con cinco luces, una en el centro y cuatro en elegantes brazos de hierro.
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| Plaza de la Constitución en 1915. |
El año de 1852 iba a suponer un hito decisivo, no sólo para el desarrollo del alumbrado público en Málaga, sino también para la marcha de todo el proceso urbano, puesto que la introducción a partir de esa fecha del gas supondrá además de una mayor claridad y limpieza de las calles una progresiva complicación.
A partir de ese momento las canalizaciones del gas, la electricidad, el teléfono y el agua deberán ir poniendo al servicio de todos los ciudadanos unas infraestructuras reservadas al principio a unos cuantos privilegiados.
Cuando en 1852 se comienza a instalar el nuevo alumbrado de gas, los maestros faroleros locales, cuya forma de trabajo era totalmente artesanal, se ven desbordados por la magnitud de las necesidades y por la complicación que suponía el nuevo sistema.
La misma subasta pública para la adjudicación del servicio, cuyo articulado se debía al Ayuntamiento, obligaba en uno de sus apartados a que «los faroles candelabros y pescantes, al igual que las boquillas fueran iguales a las utilizadas en París y Londres».
