En 1854 unos empresarios malagueños del comercio marítimo levantan, con la más moderna tecnología, en una parte del convento de Capuchinos una fábrica de sulfúrico y de sosa. Su ubicación en el convento de Capuchinos ilustra cómo espacios religiosos fueron reutilizados para la industria en Málaga en el siglo XIX.
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| El Convento de Capuchinos albergó la fábrica. |
Fabricaba sulfúrico, sosa, bujías esteáricas y cerillas. Sus bujías esteáricas tenían merecida fama, como demuestra que fueron premiadas en la Expo de Londres de 1862 y en la de Málaga del mismo año.
La fábrica “El Sol” destacó porque utilizaba “la más moderna tecnología” en su época para producir estos químicos. El método Leblanc para producción de sosa ya estaba en marcha en Málaga y alentaba esta industria química. Sus mejores momentos se situaron entre los años 1860 y 1878. Tras un cambio de propietarios tan solo fabricaban jabón. Cerró a finales del XIX.
Fuente documental: Málaga. La industria química en el siglo XIX. Fco. Rodríguez Conejero
