Un muchacho de dieciséis años,
hijo del sacristán de la parroquia de Santiago, localiza su lápida en la cripta
de la Hermandad de Animas. El encuentro tiene importancia política, porque el
general Perón, que había abastecido de trigo a España en momentos difíciles,
pidió al régimen de Franco que buscara esta tumba al crear la Orden del
Libertador San Martín.
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Imagen actual de la Iglesia de Santiago en Málaga. |
Puesto que Juan de San Martín
había vivido en calle Alcazabilla hasta su muerte en 1796, se traslada la
búsqueda al gobernador civil de Málaga, y éste implica a José Luis Estrada,
alcalde y académico, y a Sebastián Souviron, investigador de la historia local
que ocupa el cargo de delegado de Educación. Las pesquisas se concentran en la
parroquia de Santiago, donde finalmente fueron encontrados los restos, para
cuyo traslado se desplaza a Málaga el buque argentino 'Libertad'.
Este hallazgo lo relata con más
detalle el periodista de diario Sur, Antonio Roche, en una crónica publicada el
domingo 8 de agosto de 2010 y en la que señala que Málaga fue la morada durante
151 años de los restos de Juan San Martín y Gómez, un militar español que
sirvió a la Corona y llegó a ser el primer teniente gobernador de las Misiones
Guaraníes con sede en Yapeyú, que fueron creadas para administrar las treinta
misiones jesuíticas, después de que la orden fuera expulsada de América por el
rey Carlos III en 1767.
San Martín, que nació el 3 de
febrero de 1728 en Cervatos de la Cueza (Palencia), se casó con Gregoria Matorras,
también palentina. En 1746, con 18 años, ingresó en el ejército en el Regimiento
de Lisboa, con el cual intervino en cuatro campañas militares en el norte de África,
permaneciendo en Melilla 17 años. En su hoja de servicios consta que era un
hombre de estatura baja, cabello castaño claro y ojos garzos.
En 1762 fue destinado a Buenos
Aires y por sus méritos en África se le concedió en 1764 el grado de oficial
-teniente-, algo poco frecuente para alguien que no era de una familia noble.
Hizo una carrera fulgurante y el 13 de diciembre de 1774 fue nombrado teniente
gobernador del Departamento de Yapeyú. Allí nacieron sus cinco hijos: María
Elena, Manuel Tadeo, Juan Fermín Rafael, Justo Rufino y José Francisco.
La crónica de Antonio Roche,
también relata que, en 1784 fue trasladado a petición propia a España y recaló
en Málaga tras desembarcar en el puerto de Cádiz. Según Alfredo C. Villegas, Juan
San Martín y su familia vivieron entre 1785 y 1791 en una casa de la calle Pozos
Dulces. Su hijo menor, José, que a la postre sería el libertador de Argentina,
comenzó sus estudios en 1786 en el Real Seminario de Nobles de Madrid y en la Escuela
de Temporalidades de Málaga, centro que perteneció a los jesuitas. Allí
aprendió castellano, latín, francés, alemán, baile, dibujo, poética, esgrima,
retórica, matemática, historia y geografía.
A finales de 1791 la familia se
trasladó a la Alcazabilla, barrio demolido el siglo pasado. Allí vivió Juan San
Martín sus últimos años hasta que encontró la muerte el 4 de diciembre de 1796.
Ya estaba retirado de servicio, aunque no logró ascender a teniente coronel
porque el rey rechazó la petición. Su hijo José Francisco no pudo estar con él
en los últimos momentos. Se hallaba en una de sus misiones como militar,
carrera que comenzó con 11 años cuando ingresó en el Regimiento de Murcia,
impulsado por una precoz ambición, forjada en un hogar constituido por hombres
de armas.