Mastodon Málaga y sus historias: Contrabando de guerra

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jueves, 20 de junio de 2019

Contrabando de guerra

Al amanecer del 12 de enero de 1916, un guarda del muelle del puerto de Málaga descubre que se ocultan cajas metálicas en el interior de 318 bloques de cemento destinados al adorno de edificios.

El personal de la Aduana de Málaga, entregando los fusiles de las cajas y anotando
 el número y la marca. Foto Mundo Gráfico.
Estos bloques, protegidos por embalajes de madera, habían llegado el 8 de diciembre a bordo del vapor "Pedro Pi", procedente de Génova. La mercancía, legalizada por el cónsul suizo, estaba consignada a nombre de José Gamero, persona desconocida en Málaga, y un mes después allí continuaba con signos de deterioro.

El guarda avisó a su protector, el conocido abogado criminalista José Estrada, y éste comunicó el hecho al gobernador militar.

Abiertas las cajas, se descubrieron 3.816 fusiles Mauser. El mutismo de las autoridades no pudo impedir que la noticia corriese de boca en boca atrayendo a numerosos vecinos que de inmediato multiplicaron las hipótesis.

Se impuso la idea de que malagueños adinerados hacían contrabando con armas destinadas a las fuerzas rifeñas del norte de África en perjuicio del ejército español. Diez meses antes las autoridades de la ciudad habían silenciado otro episodio semejante.

De esta noticia de hacía eco la revista “Mundo Gráfico” en su edición del miércoles 26 de enero de 1916, diciendo que “El alijo de armas descubierto en los muelles de Málaga, que ya los diarios hicieron saber al público, ha sido, por fin, requisado por las autoridades militares y la comisión técnica nombrada al efecto, descubriéndose el contenido de las 313 cajas, que es el siguiente: Las cajas de forma cuadrada contenían cada una 12 fusiles y varios paquetes de cartuchos, y los otros envases, de forma columnaria, guardaban sólo paquetes de cartuchos. El valor del material de guerra que contenían los pretendidos «bloques de cemento», se calcula en unos 80.000 duros, por representar este valor los 3.000 fusiles y los paquetes de cartuchos descubiertos en ellos. El armamento indica por su marca de fábrica, haber sido construido en Francia; pero su procedencia es de Alemania, y estaban consignadas p a r a su reexpedición á Casablanca”.

La citada información concluía diciendo que “La importancia y gravedad del hallazgo ha despertado gran interés, y particularmente la forma ingeniosa y hábil en que ha sido preparado el alijo, por cuyo descubrimiento merece un aplauso el guarda del muelle, Rafael León”.

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