Mastodon Málaga y sus historias: Campo de concentración en Torremolinos

viernes, 8 de noviembre de 2019

Campo de concentración en Torremolinos

Según desveló el periodista de diario SUR Alberto Gómez, el 13 de mayo de 2018, y  aunque desde la reinstauración de la democracia nunca ha sido reconocido oficialmente, en Torremolinos hubo un campo de concentración entre 1938 y 1939.

Homenaje realizado a los presos en 2016.

Fue levantado por el bando franquista en los terrenos que ahora ocupaba el antiguo Aquapark. Por aquel presidio inhumano, al aire libre y delimitado por una valla metálica, pasaron miles de prisioneros de guerra. Aunque algunas investigaciones sacaron a la luz estos hechos hace años, la falta de documentación permitió levantar un muro de silencio, cuando no de negación, en torno a uno de los episodios más oscuros de la historia de Málaga. Hasta ahora.

 El historiador Carlos Blanco encontró certificados oficiales que demuestran la existencia de este campo, como un informe de intendencia, una revista administrativa y una factura. Un presupuesto del Ministerio de Defensa Nacional revela que la Tesorería de Hacienda de Sevilla cubría los gastos de este terrible servicio, con un coste diario de 1,65 pesetas por preso.

La documentación aportada por Blanco no deja lugar a dudas, aunque el exalcalde Pedro Fernández Montes (PP) llegó a negar que en Torremolinos hubiese existido un campo de concentración «sino un campo de internamiento, que no es lo mismo» y calificó de «tópico» la reivindicación para condenar este episodio durante un pleno en 2015.

En los documentos de la época, sin embargo, este centro de confinamiento figura como «campo de concentración de prisioneros de guerra». Disponía incluso de sello propio. El 30 de marzo de 1939 llegaron a pasar revista 1.924 prisioneros, según un certificado firmado por el capitán jefe del campo, aunque se desconoce el número total de personas retenidas en Torremolinos durante los últimos meses de la guerra civil y el comienzo de la dictadura.

Según la misma información, otro documento destapa cómo se costeaba el servicio; el comisario de guerra validaba las facturas, que eran revisadas por el jefe de Contabilidad, el interventor y el delegado de Hacienda. Como ejemplo, desde Sevilla pagaron 6.349 pesetas por el funcionamiento del campo de concentración durante los días 30 y 31 de marzo de 1939. Todos estos extractos eran remitidos al Tribunal de Cuentas.

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