Mastodon Málaga y sus historias: Torremolinos
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viernes, 27 de junio de 2025

Pastelería A la Reine Astrid

 

El pastelero José Carmona, un niño de 11 años que se embarcó en la aventura de ser pastelero, comenzó su oficio en un negocio de Antequera. Luego, con 18 años empezó a trabajar para la pastelería A la Reine Astrid en La Nogalera (Torremolinos) regentada por unos belgas, de ahí el nombre del establecimiento que pretendía rendir homenaje a la reina Astrid de Bélgica, conocida como la ‘princesa de las Nieves’ y que abrió sus puertas en los años 60 del siglo pasado, y que fue inaugurada en 1966 por el ministro Manuel Fraga.


Obrador de la pastelería A la Reine Astrid.


Carmona abandonó la pastelería española tradicional y aprendió los entresijos de las recetas belgas y francesas. Entre sus clientes se contaban personalidades como el príncipe Alberto II de Bélgica, que visitaba la pastelería por la conexión con su madre.

Cuando la pastelera belga cerró, José trasladó el negocio a la zona de Las Pirámides donde siguió con el ls actividad 29 años sin perder su esencia. Luego llegaría el traslado a un pequeño local situado en calle La Crónica de la capital malagueña. Tras sus mostradores pasaron muchos deportistas, políticos y famosos .

En marzo de 2020 la pastelería A la Reine Astrid ponía fin a su actividad después 50 años de trabajo elaborando dulces belgas y franceses por la jubilación de sus propietarios. Comercios como la actual Pastelería Marescri en Torremolinos recogen esa tradición pastelera. Según distintas reseñas, continuaron elaborando los pasteles belgas que tenían en las extintas Reina Astrid.


Fuente documental: Amarga despedida de la pastelería Reina Astrid. Clara Romero Cazorla. La Opinión de Málaga, 1 de marzo de 2020


jueves, 8 de mayo de 2025

Rafael Neville, un transgresor

 


Rafael Neville, V conde de Berlanga de Duero, malagueño nacido el día 21 de agosto de 1926 era hijo de Edgar Neville y Ángeles Rubio Argüelles. Pintor y artista, además de arquitecto paisajista, conocido internacionalmente por dos de sus obras, el Puerto de Mogan en Gran Canaria y Porto Rafael en Cerdeña.


Rafael Neville.


Fue uno de los responsables de que las grandes celebridades de la época aterrizaran en la costa malagueña y del impulso de Torremolinos como lugar diverso y referente LGTBI. Fue un transgresor con enorme personalidad e ingenio para inventar las cosas más peregrinas.

También fue el primer malagueño que, ante la pacatería de los gobernantes, discrepó con ellos y, especialmente, con el gobernador civil de Málaga con el que tuvo un curioso tira y afloja. Su bagaje familiar le permitió enfrentarse a la máxima autoridad de la provincia, que molesto, ordenó su expulsión de la misma. El incidente fue provocado por el envío por parte de Rafael Neville, de una invitación al gobernador en la que le decía: «Yo, Rafael Neville Rubio Argüelles, conde de Berlanga del Duero y por la Gracia de Dios, maricón, Tiene el honor de invitarle a una fiesta en su casa».

Era de prever que la máxima autoridad no apareciera en la mencionada fiesta, pero, sin embargo, sí que respondió con la expulsión de Rafael Neville de la provincia. Ante tamaña decisión, Rafael Neville abandonó las tierras malagueñas y su querido Torremolinos, refugiándose en Cerdeña (Italia), pasando primero por Saint Tropez donde vendía huevos duros en la playa junto a Alain Delon.

martes, 23 de enero de 2024

El hospital de tuberculosos

 

El doctor Palanca, director general de Sanidad, y el doctor Benítez Franco, secretario general del Patronato Nacional Antituberculoso, llegan a Málaga el 6 de mayo de 1945 para inaugurar el Sanatorio Campanillas dedicado a la citada especialidad.


Sanatorio de Campanillas.


El Hospital del Tórax o Sanatorio de Campanillas, dotado con 420 camas, funcionó hasta 1986. El edificio se remodeló para instalar en él el Asilo de los Ángeles. La iniciativa no prosperó y el inmueble fue derribado en 1998 tras ser declarado en ruina.

Al erradicarse la tisis o tuberculosis de entre los males más extendidos en la sociedad malagueña, la palabra sanatorio prácticamente quedó obsoleta. El desuso de las instalaciones para tratar los tuberculosos, al aparecer nuevas medicinas y, sobre todo, la penicilina, hicieron considerar que su existencia ya no era necesaria.

Como dato anecdótico, añadir que el sanatorio fue, tras su cierre, lugar de presuntos casos de fenómenos paranormales, que llamaron la atención de estudiosos de esa materia, que acudían al lugar para realizar psicofonías.

También reseñar que en los años veinte del siglo XX había abierto sus puertas el Sanatorio Marítimo de Torremolinos, ubicación que fue elegida por estar cerca del mar y por la calidad de su agua de consumo. El centro sanitario, cuyos pabellones fueron diseñados por el arquitecto Guerrero Strachan, está junto a la playa. Después de un periodo incierto, en el que se barajó incluso su cierre, en la actualidad forma parte del Hospital Clínico Universitario.

martes, 24 de octubre de 2023

La gran redada de 1971 en Torremolinos

 

La gran redada del año 1971 tuvo como escenario el Pasaje Begoña de Torremolinos, también conocido entonces como ‘Pasaje del pecado’ y durante la noche del 25 al 26 de junio de 1971.


Pasaje Begoña.


Durante la incursión, la policía franquista identificó a 300 personas y arrestó alrededor de 119 que se encontraban en el pasaje, llamado en esos años Pasaje Begoña -el cual cambió de nombre a Pasaje Gil Vicente el 1 de marzo de 1981- donde se ubicaban al menos 50 bares y locales de música en directo, muchos de ellos fueron los primeros establecimientos para público LGBTI del país.

El pasaje había sufrido redadas con anterioridad, pero se trataron de pequeñas intervenciones policiales, sin embargo la orden del gobernador civil de Málaga, Víctor Arroyo, no solo conllevó la identificación y el arresto de personas, sino también multas y clausuras a los locales.

Se decretó en total el cierre de 23 locales nocturnos en Torremolinos. El día anterior a la redada se había ordenado la clausura de la sala de fiestas Caramela y los bares nocturnos Evans y Noe. Una de las testigos de la redada de 1971 fue la artista Manolita Chen.

La zona era frecuentada por celebridades nacionales, como Sara Montiel o Massiel, e internacionales, como John Lennon, Amanda Lear o Coccinelle, por la fama de ser un oasis de libertades en plena dictadura del general Franco.

En 2018 el Pasaje Begoña fue declarado Lugar de Memoria Histórica y cuna de los Derechos y Libertades LGTBI por la Junta de Andalucía y por el Congreso de los Diputados.

viernes, 20 de octubre de 2023

El célebre modisto que murió en Torremolinos

 

Rafael López Cebrián, nacido en Madrid en el año 1900, se formó como modisto junto a su padre, un magnífico sastre de la capital española, que tenía entre su clientela a la reina Victoria Eugenia.


Diseño de Raphaël.


En 1924 decidía instalarse temporalmente en París con el fin de mejorar su conocimiento de la lengua francesa. Entusiasmado ante las innumerables oportunidades que la capital francesa le ofrecía, se decidió a enviar un telegrama a su padre con el siguiente mensaje: «Abro mi casa de alta costura; envíame fondos». En pocos años el joven sastre afrancesó su nombre, Raphaël, contrajo matrimonio con Isabelle, compañera y socia de su ambicioso proyecto, y se estableció bajo el nombre de Raphaël Couture en el número 26 de la Rue du Faubourg Saint-Honoré, donde se encontraban las mejores casas de moda.

A lo largo de la década de los treinta el éxito de la empresa llevó a la pareja a expandir el negocio, y en abril de 1939 Raphaël se instalaba de forma definitiva en el número 3 de la elegante Avenue George V, a escasos metros de Cristóbal Balenciaga. Raphaël gozaría de un destacado prestigio durante los años cuarenta y cincuenta.

En este establecimiento recibía la visita de clientas que se desplazaban hasta allí desde todas las partes del mundo atraídas por su obra. Era famoso por utilizar magníficos tejidos que empleaba en confeccionar unos trajes de talle muy fino y hombros armoniosos, que componían la silueta característica de los años de la posguerra.

En los últimos años de su vida decidió regresar a España, en dónde falleció, concretamente en la urbanización Eurosol Montemar (Torremolinos) el 4 de noviembre de 1984 a los ochenta y cuatro años de edad. Su última voluntad fue ser enterrado en el cementerio de Passy, en París.

martes, 19 de septiembre de 2023

La Casa de María Barrabino

 

María Barrabino, nacida en 1866, pasó su infancia y juventud entre Córdoba y Torremolinos, donde acabó instalándose de forma definitiva. Heredó de su tía María Melgar la Hacienda San Miguel, nombre que por entonces recibían los terrenos donde se levantaba la ahora conocida como Casa de María Barrabino.


Casa de María Barrabino en la actualidad.


María se casó con Rafael Sanz Noguer, con quien tuvo dos hijas, Lourdes y Carmen. En uno de los muchos terrenos que cedió pudo construirse la iglesia Madre del Buen Consejo. Era propietaria de una gran finca que ocupaba buena parte del actual centro de Torremolinos, pero fue desprendiéndose de sus bienes de forma paulatina. Ciega y acomodada económicamente, dedicó su vida a realizar obras de caridad.

La vivienda pertenece ahora a cuatro ramas familiares, aunque permanece desocupada desde diciembre de 1998, cuando murió Lourdes, una de las dos hijas ya citadas y última inquilina, y desde entonces, sufre un proceso de intenso deterioro que en tan sólo cinco años, amenaza con estado de ruina, lo que propicia las incursiones vandálicas en el inmueble.

De esta forma han desaparecido los pasamanos de las escaleras, que están rematadas con leones tallados en madera, los antiguos y bellamente decorados azulejos de la cocina y, últimamente, las propias puertas de acceso al bien. También se observa que existen fallas en la cubierta, circunstancia que ha permitido que el agua se filtre haciendo peligrar tanto las techumbres, como los frescos que decoran éstas y las pareces.

La Casa de María Barrabino es representativa de los modos de vida de nobles y burgueses en el siglo XIX y de las representaciones que tales clases hacían en torno a los mismos. Es una de las pocas casas burguesas de la época que aún conserva todo el ornamento y la decoración que le dieran inicialmente sus dueños, o lo que es lo mismo, que preserva con fidelidad los gustos estéticos de la acaudalada burguesía decimonónica.

Además, la villa se encuentra ligada a los inicios de Torremolinos como localidad destinada a albergar un tipo de turismo residencial, que más tarde sentaría las bases del desarrollo de su actividad económica.

La actual alcaldesa de Torremolinos del Partido Popular (PP) Margarita del Cid, se comprometió durante la última campaña electoral a que durante su mandato se llevaría a cabo la rehabilitación de la Casa María Barrabino para darle un uso social y cultural, un inmueble que adquirió el antiguo gobierno local. La calle en la que se ubica la casa se denominó con el nombre de María Barrabino en homenaje a su labor de mecenazgo.

lunes, 4 de septiembre de 2023

El Bazar Aladino

 Situado en la confluencia entre la antigua N-340 y la calle de bajada hacia La Carihuela, en pleno centro de la efervescencia vacacional y de ocio de los primeros años del boom turístico de Torremolinos, este pequeño edificio de equipamiento comercial es, quizá, el primer ejemplo de arquitectura exclusivamente destinada al uso turístico que se construye en la Costa del Sol malagueña.


Bazar Aladino.


El Bazar Aladino demuestra que la carretera N-340 estableció una nítida frontera entre “el interior” terrestre y la zona sur consagrada al ocio marítimo. Esta singular construcción juega a ser un barco anclado en la cinta asfaltada, de modo que se podría aparcar el coche por allí cerca, atravesar la pasarela de entrada, y navegar ilusoriamente por un mar azul.

El Aladino, proyectado en 1953 por el arquitecto malagueño Fernando Morilla, se apoya en la tradición del art deco aerodinámico, tan importante en la arquitectura de entreguerras. El transatlántico fue concebido como un modelo utópico para las construcciones en tierra firme: a la evidente funcionalidad de los espacios, se sumaban las connotaciones placenteras de la travesía. De este modo los numerosos edificios-barco levantados desde los años veinte pretenden enfatizar varias cosas que el Movimiento Moderno consideraba complementarias: eficiencia industrial, higiene y alegría.

Pero en el Torremolinos de los años cincuenta la situación era ya muy distinta. El desarrollo de la Costa apuntaba hacia el ocio masivo para consumo internacional. Las actitudes serias o las posturas radicales resultaban más bien inconvenientes, de modo que este bazar no tiene tanto que ver con los edificios-barco ejecutados antes de la Guerra .

Para empezar, todos los rasgos formales son muy exagerados, la pasarela que una la carretera con la “cubierta”, convierte a toda la pendiente que baja hasta la playa en un mar imaginario en cuyas olas se mece el Aladino; los remaches que simulan unir las planchas metálicas del supuesto barco, son enormes, reafirmando así su carácter simbólico; la “proa” del navío, apuntando hacia la costa, está constituida, en realidad, por una cascada de voladizos encabalgados con base redondeada, una clara referencia a la tradición “aerodinámica”; no faltan las características barandillas metálicas, ventanas circulares y tubos de respiración.

La torre de control es un enfático organismo vertical, bien visible desde la carretera. Hay que imaginarse el efecto publicitario de este edificio a mediados de los años cincuenta, cuando el boom constructivo de los alrededores todavía no había estallado.

Su inequívoca forma emblemática anunciaba la vocación distendida del lugar invitando a un ocio “divertido” con un guiño de complicidad. De la militancia maquinista de entreguerras se había pasado al estilo del relax.

En la planta baja se sitúa el centro comercial propiamente dicho, sobre la cubierta del barco, a través de la cual tiene su acceso, se encuentra el núcleo de tiendas. Una escalera lateral nos conduce a planta primera, mucho más reducida, ocupada por un restaurante rodeado así mismo de una segunda “cubierta”. Desde aquí, por último, se accede a la “chimenea” del barco, lugar en donde se colocan los aseos.

Remaches y ojos de buey, mástiles y barandas invitan a realizar una feliz travesía a bordo, siguiendo el vaivén de las olas y el deambular de turistas, en el eterno verano costasoleño.

jueves, 25 de mayo de 2023

Hotel Pez Espada

 

El 31 de mayo de 1959 se inauguraba el Hotel Pez Espada de Torremolinos (Málaga), primer gran establecimiento hotelero de cinco estrellas de la Costa del Sol, convirtiéndose en el buque insignia de la hostelería malagueña.


Hotel Pez Espada.


El Hotel Pez Espada es desde su construcción un emblema del despegue turístico de la Costa del Sol a mediados del siglo XX y su arquitectura representa un hito del que se denominó "estilo del relax". Construido por los arquitectos Manuel Muñoz Monasterio y Juan Jáuregui Briales, incorpora en su diseño las tendencias revisionistas del Movimiento Moderno en esos años, en los que se dulcifica la rigidez de la forma estrictamente derivada de la función, con la introducción de juegos de colores, texturas y líneas ondulantes. Su planta noble fue ideada por el decorador francés Jean Pierre Françoise.

En el amplio espacio diáfano central de la planta baja, se articulan las dependencias comunitarias del hotel. Las dos grandes escaleras del vestíbulo configuran el aspecto de la fachada principal, caracterizada por el cuerpo semicilíndrico que alberga la escalera principal, siendo la formalización del resto de las fachadas variada con un uso diferenciado, en función de la orientación, de parasoles y antepechos. En las plantas superiores, las habitaciones se distribuyen asimétricamente a ambos lados de la galería.

Desde sus inicios ha contado con ilustres clientes o visitantes como Humberto II de Italia, el rey Feisal, Balduino de Bélgica, la emperatriz Soraya de Persia, los príncipes Rainiero y Gracia, los duques de Windsor, el rey de Bélgica Alberto II, Rita Hayworth, Frank Sinatra, Ava Gardner, Mary Pickford, Ingrid Bergman, Rock Hudson, Sofía Loren, Carlo Ponti, Kim Novak, Orson Welles, Boris Karloff, Raf Vallone, Marlon Brando, Peter Ustinov, Anthony Quinn, Trevor Howard, Claudia Cardinale, Raquel Welch, Xavier Cugat, Brigitte Bardot, el general argentino Perón o los barones de Rotschild, entre otros. Frankie's Bar se ha convertido en una coctelería de primer nivel, el lugar perfecto para disfrutar de cócteles exclusivos, decorado con imágenes del famoso cantante Frank Sinatra.

Una característica única son las Junior Suites Celebridades incorporadas en 2021, que están ubicadas en el séptimo piso del edificio principal del hotel, que fueron asignadas a celebridades y estrellas de cine que se hospedan en el hotel. Las tres Junior Suites Celebridades tienen un diseño ligeramente diferente. Están amueblados y decorados con un estilo elegante típico de finales de la década de 1950, cuando se construyó originalmente el hotel.

Entre los acontecimientos celebrados en el hotel, cabe destacar que en 1966/67 la prestigiosa modista Nina Ricci presentó en sus salones su colección de alta costura Otoño-Invierno, donde también han actuado prestigiosos cantantes como Julio Iglesias, Antonio Machín, Raphael, Joan Manuel Serrat, Rita Pavone o Massiel, entre otros.

viernes, 28 de abril de 2023

La Torre de los Molinos

 

La Torre de los Molinos, denominada posteriormente Torre Pimentel, en homenaje a un militar que ayudó a los Reyes Católicos a conquistar Málaga a finales del siglo XV, da origen al nombre de la ciudad de Torremolinos. Está entre la calle San Miguel y la Cuesta del Tajo, en el camino que conduce a la playa del Bajondillo.


Torre Pimentel.


La Torre de los Molinos fue construida hace más de 700 años, alrededor del año 1300, y su ubicación en la parte alta de un acantilado no es casualidad, ya fue levantada para formar parte de la amplia red de torres defensivas desarrolladas por los nazaríes por toda la costa sur de la Península Ibérica. Tuvo una importancia crucial para el Reino de Granada, que dominó la provincia de Málaga entre los siglos XIII y XV.

Está construida con tapial, tiene doce metros de alto, cuenta con una base maciza y dos plantas, ventanas y una amplia terraza. Desde ella, los guardas del Reino de Granada vigilaban la llegada de posibles intrusos por mar.

Alrededor de la torre se fue creando un pequeño y humilde barrio de molineros que, con el tiempo, se convertiría en la moderna Torremolinos. De hecho, este monumento ejerce hoy de histórica referencia en pleno centro de la ciudad. Por el momento, no puede visitarse su interior.

En mayo de 1489 los Reyes Católicos dictan una orden por la que se manda que los molinos de la Torre de de los Molinos, construidos por los musulmanes, fueran para propios de la ciudad de Málaga.

jueves, 16 de marzo de 2023

La Casa de los Navajas

 

En los años 20 y 30, junto con los primeros establecimientos hoteleros como el Parador de Montemar o el Castillo del Inglés, ahora hotel residencia Santa Clara, algunas familias acaudaladas eligieron Torremolinos como segunda residencia. Allí se levantaron casas y edificios, algunos de las cuales presentan un interés arquitectónico singular, como la de la familia Navajas, junto al Bajondillo, o la de Huerta del Rincón, en la Carihuela, ésta última de propiedad privada. La Casa de los Navajas está muy cerca de la playa del Bajondillo y se puede acceder por la calle del mismo nombre o por la vía Las Mercedes.


Casa de los Navajas.


Se construyó en 1925 y perteneció a la familia Luque-Navajas, vinculada al negocio de la caña de azúcar, fructífero entonces en la desembocadura del río Guadalhorce. Esta industria se vio favorecida con el riego que implicaba la traída de aguas a Málaga, magna obra de ingeniera que desvió el líquido que se movía a los molinos de Torremolinos para llevarlo hasta la capital, y colaborar así con su modernización.

El palacio, de estilo neomudéjar y con retoques mozárabes, cuenta con dos plantas. En la primera planta, que en su momento fue la destinada a la vivienda familiar, se encuentra un amplio vestíbulo y varias habitaciones. La segunda planta fue concebida como mirador con dos torres que permiten admirar la bahía de Málaga.

De la decoración exterior de la casa destaca el uso de azulejos sevillanos con motivos geométricos y la representación en la fachada principal de una alegoría de las cuatro estaciones, aunque en este caso y dado lo benigno del tiempo de la Costa del Sol no representaron el invierno. En los miradores se encuentran pequeños azulejos de escenas costumbristas. En el interior existen marcos y yeserías y otros elementos decorativos de inspiración romántica islámica.

Tras la declaración por parte de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía como Edificio de Interés Histórico en 1991, el Ayuntamiento adquirió el palacete en el año 2000, con la condición de que la última de las hijas de Antonio Navajas siguiera habitando allí tres años más. Años después en 2011 el gobierno municipal decidió comenzar las obras de restauración del palacete, lo que frenó el deterioro del edificio. Este volvió a abrir sus puertas en octubre de 2014. En su rehabilitación se habilitó una gran sala para celebrar bodas civiles. Junto a las bodas también se realizan allí otras ceremonias oficiales. También acoge además diversas exposiciones, conciertos y teatro, por lo que se ha convertido en un edificio histórico de visita obligada en Torremolinos.

martes, 18 de octubre de 2022

Marga Samsonowski y Pia Beck, dos mujeres que hicieron historia

 

Pia Beck, considerada por muchos como la mejor pianista de jazz del siglo XX, y Marga Samsonowski, vivieron su romance sin ocultarse en los tiempos de la España más gris y convirtieron su exclusivo club, The Blue Note, en Torremolinos, en un reducto de libertad y respeto a la diversidad en la Costa del Sol.


Marga, Pía y su hijo Gino en 1966.


Pia y Marga se conocieron a través de Pete Felleman, marido de la segunda y célebre locutor de radio musical en la década de los 40 y 50 en Holanda. Él había presentado varios conciertos de Pia y mantenían una estrecha amistad, pero cuando las mujeres se vieron por primera vez el flechazo fue mutuo. El matrimonio no atravesaba un buen momento y Marga, con dos hijos y embarazada del tercero, decidió irse a vivir con la virtuosa pianista.

El motivo de su marcha del país fue la apretada agenda de conciertos de Pia, y no la leyenda que asegura que ambas tuvieron que fugarse para vivir en libertad. Lo cierto es que la primera idea era la de mudarse a Los Ángeles, porque Pia tocaba mucho en Estados Unidos, pero a Marga no le convencía la idea por la lejanía con su familia. A ellas les encantaba España y en 1963 vinieron de vacaciones a Torremolinos, se enamoraron de la ciudad y decidieron abrir un club de jazz en el Pasaje Begoña.

La pianista compartía el sueño de cualquier músico de jazz de inaugurar su propio club. The Blue Note abrió sus puertas en 1965 y muy pronto se convirtió en lugar de encuentro de la clientela nacional e internacional más exclusiva, atraída por la fama de su dueña.

Pia era la artista,mientras que Marga apostó por quedar en un segundo plano y evitar apariciones en los medios para proteger a su familia. Aunque jamás se enfrentaron a ningún episodio de odio por parte de los vecinos.

Dos años después de la apertura del club, el local vivió su peor momento. Un cliente habitual le ofreció a Pia convertirse en socio y encargarse del día a día del negocio, para que ella pudiera centrarse únicamente en el aspecto musical. Este hombre se dio a la fuga tras haber emprendido unas costosas reformas en la sala de fiestas. Arruinadas y endeudadas, perdieron incluso la casa en la costa de Benalmádena en la que residían con sus hijos, tuvieron que sacrificarse para conseguir reflotar el negocio, Marga se puso a cargo de los suministros, y Pia, ofrecía recitales diarios durante todo un año. Lo hizo sola, prescindiendo incluso de sus músicos para ahorrar gastos.

Consiguieron revitalizar el club, pero el cansancio hizo mella en la pianista y a finales de 1969 decidió vender el local. Después de cerrar The Blue Note, Pia y Marga siguieron viviendo en Málaga, y Beck hizo todo lo posible por promocionar la imagen de España, escribió tres guías turísticas sobre la Costa del Sol en holandés y presentó un programa de radio, en cinco idiomas, en La Voz de Málaga, una emisora local.

Pia y Marga vivieron sus últimos días en la casa familiar de la localidad malagueña de Churriana. Ambas fallecieron en 2009, a los 84 años


Fuentes documentales: La apasionada historia de amor de Pia Beck, la pianista lesbiana que fue abanderada de los derechos LGTBI en pleno franquismo. Carlos Megía. Diario El País, 28 de junio 2010.

Pia y Marga, la historia de amor de la gran pianista de jazz en el Torremolinos de la libertad. Néstor Cenizo. elDiario.es, 29 de julio 2011.

viernes, 7 de octubre de 2022

El ‘Play Boy’ de Torremolinos

 

Para la mayoría es conocido que en los años 50, y sobre todo 60 y 70 del siglo pasado la malagueña Costa del Sol vivió un boom turístico sin precedentes. Divisas y modernidad entraron como aire fresco en el país. El fenómeno turístico excedió lo meramente económico para englobar otros aspectos, sociales, culturales y artísticos.


Clientes del club Play Boy. (Foto: Torremolinos Chic)


Situado en la calle María Barrabino de Torremolinos, junto al Beachcomber Grill, se situaba el Play Boy, inaugurado el 6 de mayo de 1965, que fue el primer club de la cadena abierto en España y el segundo de Europa después del de Cannes (Francia).

Aunque en realidad no pertenecía a la famosa empresa norteamericana, sino que era propiedad de un argentino, que plagiaba el nombre y el logotipo de esta marca; cuentan que el dueño de la verdadera cadena Play Boy, Hugh Hefner, pasó por Torremolinos en un rolls-royce y quiso detenerse para verlo.

La calle citada estaba llena de jóvenes charlando en los escalones ataviados con las modas más extravagantes de la época. Chicas con túnicas, chicos con trajes de terciopelo y descalzos. Camisas con chorreras. Múltiples collares y anchos cinturones de cuerdo con hevillas grandes, que llevaban tanto ellas como ellos. Chaquetones de ante sin mangas y con flecos.


Fuente documental: Web Torremolinos Chic

viernes, 17 de junio de 2022

George Langworthy, el ‘inglés de la peseta’

 

George Langworthy, de apodo ‘El Inglés de la Peseta’, nació en Mánchester en 1865 y se instaló en Torremolinos a finales del siglo XIX acompañado de su esposa, Ann Margaret. A su llegada a este pueblo de pescadores y casas bajas blancas, quedaron prendados de un castillo situado en la colina que separa el Bajondillo y La Carihuela. Hoy conocido como el Castillo Santa Clara y convertido en apartamentos, este matrimonio inglés adquirió esta parcela de a Luisa Darrien y se produjo entonces la transformación de un cuartel de Carabineros en una residencia con amplios jardines y envidiables vistas al mar, donde encontraron trabajo numerosos vecinos de la loclidad.


A la izquierda, George Langworthy.


Sin embargo, la felicidad duró poco. En 1913, con 40 años de edad, Ann Margaret falleció, lo que sumió a Langworthy en la desesperación. Como oficial inglés en servicio, tuvo que ir al frente durante la Primera Guerra Mundial. Lo que allí vio lo llevó a abrazar la religión cristiana y una vez que regresó a Torremolinos dedicó el resto de su vida a ayudar a los más necesitados. Acogió en su hogar a pobres, enfermos y vecinos con pocos recursos, a los que socorrió y sacó del apuro diario entregándoles una peseta a cambio de la lectura de algún pasaje de la Biblia.

Esta sería la primera explicación de su apodo. Sin embargo, también cuentan los vecinos que en los días de Levante, el inglés daba una peseta de plata a los pescadores que no podían salir a faenar, lo que suponía que no perdían su sustento.

Por todo ello, George Langworthy fue un vecino muy querido por los torremolinenses. Cuentan las leyendas que su generosidad derivó en la pérdida de unos 12 millones de pesetas en poco más de15 años. Ante esta situación, en 1930 aceptó alquilar su hogar, su castillo, para transformarlo en un hotel-residencia, conocido como el Hotel del Inglés. Debido a su privilegiada situación y grandes jardines, fue un éxito. Allí se hospedaron personajes de la talla de Picasso, Luis Cernuda, Emilio Prados o Manuel Altolaguirre, entre otros. Quizás, la visita más sonada fue la de Salvador Dalí y Gala Éluard. Durante su estancia, la esposa y musa del artista catalán protagonizó el primer topless de la Costa del Sol para sorpresa de los presentes que no estaban acostumbrados a tal alarde de libertad.

De esta manera, George Langworthy se convirtió también en uno de los pioneros del turismo en la Costa del Sol y Torremolinos. Pasos que siguió Carlota Alessandri cuando restauró su cortijo y lo abrió al público como Parador Montemar.

En agradecimiento a su generosidad, el 15 de mayo de 1918 fue reconocido como el primer Hijo Adoptivo y Predilecto de Torremolinos. Finalmente el 25 de abril de 1946 falleció y fueron los lugareños quienes acompañaron al féretro hasta el Cementerio Inglés de Málaga, donde descansa junto a su mujer.


Fuente documental: La historia de George Langworthy, el Inglés de la Peseta. Alicia Matas. Andalucía Información.

lunes, 16 de mayo de 2022

El gánster que terminó en el cementerio de San Miguel

 

El gánster Alvin Karpowicz, 'Karpis', que trajo de cabeza al FBI en los Estados Unidos y que fue condenado a cadena perpetua en la famosa cárcel de Alcatraz, se estableció después en Torremolinos y al morir sus restos fueron enterrados en el cementerio malagueño de San Miguel. En su tiempo fue uno de los personajes más temidos de los Estados Unidos.

Alvin Karpowiczque era hijo de inmigrantes de Lituania, nació en Montreal (Canadá) en 1908, pero se crió en Kansas (Estados Unidos) y murió en Málaga en 1979. Se convirtió por méritos propios en uno de los criminales más temidos y perseguidos de la historia reciente de norteamérica.


Alvin Karpis.


En los archivos de la prisión de Alcatraz, la más famosa del mundo por su carácter casi inexpugnable, se recoge literalmente que la banda de Karpis no dudó en matar a cualquiera que se interpusiera en su camino, incluso a transeúntes inocentes, de hecho Karpis presumía que en los atracos a bancos, robos de entregas de correo y secuestros, él era el que esperaba fuera en la calle vigilando y que, llegado el momento o el peligro, era capaz de abrir fuego y tirar a matar para proteger a los suyos sin temblarle el pulso.

Al final, despu´ñes de muchas peripecias, Karpis fue condenado en 1936 a cadena perpetua en la citada prisión de máxima seguridad y se le imputaron entre 6 y 14 muertes. Su vida entre las cuatro paredes de la fortaleza en la isla de Alcatraz, en la bahía de San Francisco, transcurrió sin sobresaltos, de hecho, a pesar de ser el prisionero que más años pasó encerrado en el presidio, casi 26 años, nunca trató de escapar.

La estancia del gánster en Alcatraz terminó en 1962, cuando ‘La Roca’ comenzó su desmantelamiento y se ordenó su traslado a la penitenciaría de McNeil Island (Washington). Allí conoció a otro criminal legendario, Charles Manson, al que enseñó a tocar la guitarra y al que se refería como ‘el pequeño Charlie’.

A pesar de estar condenado a cadena perpetua, el criminal obtuvo la libertad condicional en 1969 bajo la condición de que nunca más pisara suelo estadounidense y fue deportado a Canadá, su país de origen. Allí disfrutó de una relativa fama durante la promoción de su libro de memorias e incluso con la venta de los derechos para que Hollywood rodara la película de su vida con Steve McQueen como protagonista. Aunque el libro sí vio la luz, del largometraje nunca más se supo. De aquellos años de giras y entrevistas, Karpis logró el dinero suficiente para planificar su jubilación y, con ella, su retiro definitivo en Torremolinos (Málaga).

Aterrizó en Torremolinos en plena eclosión turística de la Costa del Sol, en 1973. De su huella en el municipio quedan pocos datos, salvo que vivió en la Plaza de la Caracola y que pasaba desapercibido totalmente. Apenas tenía amigos, salía poco y daba la impresión de un jubilado normal y corriente.

Nunca aprendió español y más allá de esa discreción que le permitía un lugar como Torremolinos, sí se sabe que Karpis pudo confirmar, ya en libertad, que la fama de mujeriego que le perseguía era real. En aquellos últimos años de vida acumuló conquistas varias décadas más jóvenes que él y con el suficiente patrimonio como para costear sus caprichos. Con algunas de ellas compartió su pasado, pero sobre todo los trucos que aprendió en las cocinas y en la panadería de Alcatraz y que permitían a Karpis aconsejar a sus novias en materia de dietas y calorías.

Aquel retiro dorado se apagó el 28 de agosto de 1979 a las 11 de la noche, porque su novia Nancy le dio a beber una alta dosis de pastillas mezcladas en una copa de alcohol que lo mató a los 72 años. No se realizó autopsia. Al sepelio sólo acudieron dos personas.

Aunque a Karpis le esperaba un último viaje, ya que a finales de los 90 la zona del camposanto de San Miguel donde había sido enterrado desapareció para dejar paso al parque aledaño al cementerio. Los restos de los enterramientos y nichos fueron exhumados y devueltos a las familias en caso de que fueran reclamados. No parece que fuera el caso de Karpis, que probablemente reposa en el osario general de Parcemasa.

jueves, 11 de noviembre de 2021

El Palacio de Congresos de Torremolinos

 

 Inaugurado en octubre de 1970, el Palacio de Congresos y Exposiciones de Torremolinos responde a un proyecto diseñado en el año 1967 por los arquitectos Rafael de la Hoz y Gerardo Olivares James por encargo de la Cooperativa de Promotores de la Costa del Sol. El Consejo de Ministros aceptó la adquisición del Palacio de Congresos y el 11 de abril de 1971 es inaugurado con la presencia del ministro de Información y Turismo, Alfredo Sánchez Bella.


Palacio de Congresos de Torremolinos.


El edificio responde a un diseño de claro sabor organicista, el ordenamiento del espacio hacia el bienestar del hombre. Su construcción constituyó todo un hito en la Costa del Sol y en Andalucía, que a través de él se abrieron a la captación del turismo de congresos.

El recinto se asienta sobre una finca de 70.000 metros cuadrados de superficie, de los cuales 18.000 metros cuadrados son jardines. El edificio se organiza en una planta circular en el que se distribuyen los diferentes auditorios de congresos, salas de comisiones, secretarías y dependencias anejas.

El hall central lo preside la pieza más icónica y emblema del turismo de congresos y negocios en España, su gran cúpula translúcida y su inaudita lámpara de cristales en el centro de un techo de despiece radial, como gotas de una cascada derramándose sobre el centro de la composición.

jueves, 25 de febrero de 2021

La visita, pasada por agua, de Ingrid Bergman

 

La Costa del Sol era ya conocida fuera de nuestras fronteras, se encontraba en plena efervescencia del turismo sueco y el Pez Espada de Torremolinos acogió durante tres días a la famosa actriz Ingrid Bergman. Aunque fue una visita empañada por la lluvia.


Ingrid Bergman.


La actriz aterrizó en Málaga el 6 de marzo de 1962 y se dirigió hacia el citado hotel donde tenía reserva para quinces días. Ya se había separado de Rossellini y antes, del que fuera su marido, el doctor Peter Lindstrom. Ahora probaba suerte con Lars Schmitd, un carácter más seco y prusiano. Su sueño del paraíso con sol y con playa, se quedó en eso, en un sueño. El mal tiempo, con mucha lluvia, que caía de forma persistente, pasó por agua sus planes de playa y toalla.


A Ingrid Bergman la habían prometido sol y no quiso esperarlo. Tras 72 horas en el hotel que la había acogido abandonaba el Pez Espada, donde podría haber coincidido por los pasillos con Anthony Quinn. Ambos llegaron el mismo día a Málaga y se hospedaron en el mismo hotel.


El célebre actor sí hizo gala de paciencia y esperó unos días a que el sol luciera, como es normal, en la Costa del Sol. Más tarde se subiría, incluso, a los tablados. Con espíritu olímpico, vacacional y simpático.


La diva se perdió la las bondades de la localidad malagueña cuando la Costa del Sol era ya lugar de peregrinación de los suecos. La provincia se había convertido diez años antes en el primer destino certificado para la seguridad social nórdica. Si alguien enfermaba, las autoridades de Suecia te enviaban a Málaga, como si fueran los balnearios de antaño. Ingrid Bergman se convirtió en la única sueca triste en la historia de Torremolinos.

miércoles, 3 de febrero de 2021

El museo de Cera de Torremolinos

 

El 24 de abril de 1972 se inaugura el Museo de Cera de Torremolinos. Antes del Museo de Cera de Barcelona y en el mismo año en el que se estrenó el de Madrid, en Torremolinos, todavía integrado en el municipio de Málaga, se inauguraba una sucursal de Madame Tussauds, artista francesa creadora de los museos de cera más famosos del mundo. El primero en Londres en 1835 donde instaló una colección permanente en Baker Street.


Entrada al Museo de Cera de Torremolinos.


En Torremolinos se reflejaron figuras y escenas históricas como las de Colón con los Reyes Católicos; Felipe II con Isabel de Inglaterra; Hernán Cortés recibido por Moctzuma y Francisco Franco acompañado por los príncipes de España, Juan Carlos y Sofía. Líderes como Richard Nixon o Indira Gandhi. Incluso Caperucita Roja y el lobo, además de una sala dedicada a los toros.


Fue el Museo de Cera de Torremolinos todo un revulsivo turístico en su época que cerró sus puertas a mediados de los 80, con casi 90 figuras donde también había personalidades del cine, la ciencia y el arte como Dalí, Neil Armstrong, Walt Disney o Elizabeth Taylor.


Contaba con seis secciones: historia, toreo, fantasía, literatura, flamenco y horrores. La guía costaba 25 pesetas. Algunos ciudadanos lo recordarán con ternura y otros con bastante miedo debido a la apariencia de algunos de los personajes.


El primer museo de Madame Tussauds y sus creaciones se hicieron muy populares y el negocio fue un gran éxito. El duque de Wellington a menudo recorría el museo para disfrutar de las efigies de él mismo y de Napoleón y Tussaud recreó también con detalle en una de las salas el espectacular escenario de la coronación de la reina Victoria de Inglaterra en 1837.

jueves, 29 de octubre de 2020

Colegio de Huérfanos Ferroviarios

 

El día 7 de septiembre de 1935 se inaugura el Colegio de Huérfanos Ferroviarios en Torremolinos. La construcción de este orfanato, levantado junto a la playa, fue una labor de la Asociación Nacional de Empleados y Obreros de los Ferrocarriles de España, con el fin de garantizar el sostenimiento y educación de los huérfanos. El edificio, con capacidad para 300 niños, es obra del arquitecto Francisco Alonso Martos.


Antiguo Colegio de Ferroviarios.


El Colegio de Huérfanos Ferroviarios de Torremolinos aún está presente en la memoria de muchos malagueños. En sus 38 años de vida, por sus aulas pasaron miles de alumnos en régimen de internado. En un principio, el colegio era masculino, luego fue mixto y finalmente albergó solo a niñas de hasta doce años. El nexo común de los niños y niñas que tuvieron su hogar en ese centro fue ser huérfanos de padre. Todos los trabajadores de los ferrocarriles aportaban una cuota obligatoria para el mantenimiento de los seis colegios que llegaron a funcionaren Madrid, Torremolinos, Alicante, Palencia, Ávila y León.


El centro, además de garantizar la correcta nutrición de los alumnos y facilitarles una educación que la falta de medios de muchas madres no habría podido ofrecerles, fue un verdadero hogar para los internos, además de permitirles una oportunidad para salir adelante una vez cumplida la edad de abandonar la institución, de ahí que aún muchos exalumnos recuerden con cariño esa etapa inicial de sus vidas.


El primer colegio de huérfanos de ferroviarios que se abrió fue el de Madrid el 11 de mayo de 1930. Sus 500 plazas pronto se ocuparon y hubo una fuerte demanda para entrar. Esa situación hizo que la junta directiva de la Asociación de Ferroviarios de España decidiese la construcción de otro centro. La provincia elegida fue Málaga y el lugar, Torremolinos.


Como se recogía en el boletín del colegio de Madrid, “el terreno del nuevo centro de Torremolinos cuenta con una superficie de 23.180 metros cuadrados, con fachada a la carretera de Málaga a Cádiz y una profundidad media hacia el mar de ciento sesenta metros”. El solar estaba treinta metros por encima del nivel de la playa y a unos 200 metros de distancia de esta. Era un enclave inmejorable. El arquitecto diseñó un centro que destacaba por su funcionalidad. El Colegio de Huérfanos de Ferroviarios de Torremolinos tenía forma de avión, como se apreciaba con nitidez viéndolo desde el aire.


El colegio en un principio fue dirigido por personal laico, aunque en su última etapa llegaron las Hermanas de la Caridad. El colegio de Torremolinos se cerró en 1973. Durante 17 años sufrió un proceso de deterioro. La Junta de Andalucía lo declaró Bien de Interés Cultural en 1990. Tras ser restaurado por el Ayuntamiento de Torremolinos, se abrió al público en 2001 como Centro Cultural Pablo Ruiz Picasso.

miércoles, 21 de octubre de 2020

Una pionera del turismo en Torremolinos: Carlota Alessandri

 

El hotel construido en la finca del Castillo de Santa Clara por George Langworthy, al término de la primera Guerra Mundial, y el Parador de Montemar, construido en 1934 por Carlota Alessandri Aymar, son las primeras referencias importantes de la hostelería en Torremolinos.


Carlota Aleissandri con sus dos hijas.


Langworthy, conocido popularmente como "el ingles de la peseta", fue nombrado hijo adoptivo y predilecto de la ciudad en 1918, por haber sido el introductor del turismo en Torremolinos. Carlota Alessandri adquirió el Cortijo de la Cucazorra para construir el parador, que pudo afrontar gracias a un préstamo de 100.000 pesetas atribuido a un torero.


Carlota Alessandri, casada con Carlos Rubio-Argüelles, doctor y decano de la Facultad de Medicina de Cádiz, madre de la mecenas teatral Ángeles Rubio Argüelles, se piensa que era de origen italiano, aunque no se sabe exactamente si nació en dicho país o en España.


El caso es que se inició como empresaria del turismo en 1934. Su primera actuación fue transformar el cortijo de Cucazorra de Torremolinos, que le había comprado al torero malagueño Félix Assiego, en el Parador Montemar.


Con tan sólo siete habitaciones, fue un lugar ocupado desde el principio por turistas ingleses que visitaban la zona. Este pequeño parador, sin embargo, pasada la guerra civil, empezó a adquirir notoriedad durante la época franquista.


Posteriormente, en 1948, el marqués de Nájera, Ángel Fernández de Liendres, se hizo cargo de la explotación del Parador Montemar y creó el Club Montemar El Remo, en la playa de La Carihuela. El negocio se amplió con un restaurante y una sala de fiestas para atender las nuevas demandas de ocio del turismo. De hecho, Carlota rentabilizó las fiestas sociales en las que participó durante esta primera etapa y que, a su vez, funcionaban como polo de atracción turística.


En reconocimiento a la labor de Carlota Alessandri, el 17 de septiembre de 1965, por acuerdo del pleno del Ayuntamiento de Málaga, se cambió el nombre de la avenida de Montemar en Torremolinos, por una avenida con su nombre.


El 1 de febrero de 1970 se colocó también una placa en la fachada del hotel, que dice: “Aquí nació la Costa del Sol, antiguo cortijo de Cucazorra, propiedad de Carlota Alessandri de Rubio- Argüelles”. El 6 de mayo de 1972 falleció Carlota Alessandri, considerada pionera del turismo en la Costa del Sol.

miércoles, 30 de septiembre de 2020

Dalí y Gala de luna de miel en Torremolinos

Fue en 1929, en Cadaqués (Gerona), cuando tuvo lugar el primer encuentro entre Gala, que en realidad se llamaba Elena Ivanovna Diakonova, y Salvador Dalí. El flechazo parece que fue mutuo y Paul Eluard, el marido de Gala, comprendió que no tenía nada que hacer sino regresar a París


Dalí y Gala.

En la primavera de 1930 Dalí decidió pasar su luna de miel con Gala en Málaga y en la Costa del Sol, que entonces no tenía aún ese nombre. Probablemente fue su amigo malagueño José María Hinojosa, uno de los pocos surrealistas españoles de aquel momento, quien le aconsejó el lugar.

Hinojosa, que era rico por su familia, le prometió comprarle un cuadro, cuyo importe cubriría con creces los gastos de esa luna de miel malagueña. Había dirigido con Emilio Prados la revista Litoral en su última época más surrealista, 1929 y Prados pensó en fundar entonces una nueva revista surrealista con la colaboración de Dalí y el dinero de Hinojosa.

Hubo un encuentro en Málaga en casa de Prados, para perfilar el proyecto de la revista como órgano del surrealismo español, pero sin duda el carácter revolucionario que querían dar a aquélla Dalí y Prados asustó a Hinojosa, que retiró su ayuda financiera, y el proyecto no llegó a realizarse.

Dalí había alquilado en Torremolinos una casa cuyos muros estallaban de cal junto a la playa. La casa tenía dos habitaciones, una grande, que era el estudio del pintor, ,y otra pequeña, que servía de dormitorio. Pero lo más destacado era la terraza natural que se extendía delante de la casa y en la que solían comer y recibir a los pocos amigos que iban a verles, entre ellos Prados e Hinojosa.

Uno de los asistentes a esos encuentros señaló que la mirada de Gala le impresionó. Sus pupilas brillaban intensamente como si quisiesen quemar todo lo que tocaban. Vestía Gala una ligera faldita roja. Los senos, muy morenos, los lucía al sol con perfecta naturalidad.

A su lado, Dalí, muy delgado y morenísimo por el sol malagueño, parecía un salvaje con su taparrabos color chocolate. Alrededor de su cuello llevaba su famoso collar del grandes cuentas verdes y se mostraba mucho más cordial con nosotros que Gala, aseguraba el citado testimonio, que afirmaba que el pintor se mostraba cordial y sencillo, muy distinto del personaje, circense y grotesco a ratos, en que habría de convertirse muchos años después.

Dalí estaba muy satisfecho con su gran cuadro surrealista El hombre invisible, que terminó en aquella casa de Torremolinos.