Mastodon Málaga y sus historias: pionera
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lunes, 15 de febrero de 2021

La primera médica malagueña

 

La investigación sobre las mujeres ‘pioneras’ malagueñas y que condujo a la publicación por el autor de su libro ‘Olvidadas’, que incluye la biografía de treinta y ocho grandes mujeres, sigue dando sus frutos. Como es el caso de Francisca Medina Verdeja, primera malagueña y andaluza doctorada en Medicina.


Orla de licenciatura de Fanny Medina.


El 24 de agosto de 1891 nacía en la malagueña calle Comedias la niña Francisca Guillerma Victoria de los Ángeles Medina Verdeja, conocida como Fanny. Superó los cinco años del bachillerato en tan solo dos años, simultaneando estos estudios con los de Magisterio. En 1911 comenzó la carrera en la Facultad de Medicina de Cádiz, ciudad en la que residió acompañada de su madre. En 1914 elevó un escrito al Ayuntamiento de Málaga afirmando que poseía el título de bachiller, que era maestra y profesora de música y que hablaba tres idiomas. Obtuvo del municipio una beca con la que pudo finalizar la licenciatura de Medicina con un buen expediente académico


En 1918 marchó a Madrid para proseguir con el doctorado en la Universidad Central. Francisca Medina perteneció al amplio grupo de mujeres andaluzas que pasaron por la Residencia de Señoritas, entre 1915 y 1936, que dirigía María de Maeztu. Dos años después se graduó como doctora con la calificación de sobresaliente por unanimidad, presentando la memoria titulada 'Importancia ginecológica y aplicación terapéutica del radio en los procesos neoplásicos', que realizó bajo la dirección del prestigioso catedrático Sebastián Recasens.


Al año siguiente se casó con José María Bermejillo en la basílica de la Victoria. Medina fue la primera mujer en darse de alta en el Colegio de Médicos de Málaga, aunque su expediente no se conserva. Su inscripción se produjo antes de abril de 1922, cuando ya anunciaba su primer consultorio ginecológico en la calle donde había nacido, calle Comedias. Era tan extraño que hubiera una doctora en aquellos años que en la Guía de Málaga de 1930 su nombre aparecía como Francisco en vez de Francisca.


En 1925 se trasladó a Barcelona, pero en 1930 figura de nuevo con consulta abierta en el número 31 de la calle Tejón y Rodríguez, especializada en 'enfermedades de la mujer y niños'. Allí había un rótulo que rezaba “Doctora Fanny Medina, Consultorio para señoras. Especialista en enfermedades de la mujer y niños”. En 1935 fue denunciada por ejercer la profesión sin pagar las cuotas colegiales. A partir de ese momento se pierde su pista y la trayectoria posterior de esta pionera ginecóloga. Se desconoce la fecha de su fallecimiento.


Si está interesado en la figura de Francisca Medina puede obtener más información en el libro ‘Olvidadas’ que puede adquirir en el enlace: https://cutt.ly/9Rc9mLz


lunes, 26 de octubre de 2020

Sabina Muchart, una mujer fotógrafa

 

Sabina Muchart nació en Olot (Gerona) en 1858 pero vivió toda su vida en Málaga, donde tuvo que emigrar, con apenas 15 años, forzada por la Tercera Guerra Carlista, aunque recientemente investigadores de la Universidad Complutense de Madrid han señalado que el cambio de residencia se debió a la búsqueda de un mejor medio de vida.


Sabina Muchart. Retrato anónimo.


Sabina Muchart fue fotógrafa profesional en una época en la que las mujeres no podían tener un oficio. Ella se estableció en su estudio de fotografía de la capital malagueña como una profesional retratista y autora de algunas de las postales más emblemáticas de la ciudad. La diferencia con algunas de sus contemporáneas como, por ejemplo, Eulaia Abaitua, es que esta última no se dedicaba al oficio de manera profesional.


Fue en otoño de 1893 cuando Sabina Muchart da un paso al frente, en lo que a la historia de la fotografía se refiere, realizando su primera fotografía de guerra. Fotografía que fue publicada en La Revista Ilustrada de Barcelona y, primera fotografía bélica, de la que se tiene constancia, de Sabina Muchart.


Sabina Muchart firmaba como S. Muchart, seudónimo que, como tantas mujeres de la época que ocuparon oficios y profesiones tradicionalmente masculinas, tuvo que utilizar para que no se supiera si era hombre o mujer y fuera tomada en cuenta como profesional. De hecho, fueron muchos los investigadores que se sorprendieron al averiguar que, detrás de la S se escondía el nombre de Sabina y ella era, no solo la autora de algunas de las fotografías más icónicas de la historia de Málaga, sino que además era la propietaria del estudio de fotografía. Dicen de ella que fue la Annie Leivobitz del siglo XIX. Múltiples personajes pasaron por su estudio, uno de los más importantes de la ciudad.


Como se ha apuntado, Sabina Muchart no se dedicó únicamente a los retratos, realizó un reportaje sobre el hundimiento del buque alemán Gneisenau en las costas malagueñas, del que se realizaron innumerables postales. Sabina Muchart falleció en Málaga en 1929.

miércoles, 21 de octubre de 2020

Una pionera del turismo en Torremolinos: Carlota Alessandri

 

El hotel construido en la finca del Castillo de Santa Clara por George Langworthy, al término de la primera Guerra Mundial, y el Parador de Montemar, construido en 1934 por Carlota Alessandri Aymar, son las primeras referencias importantes de la hostelería en Torremolinos.


Carlota Aleissandri con sus dos hijas.


Langworthy, conocido popularmente como "el ingles de la peseta", fue nombrado hijo adoptivo y predilecto de la ciudad en 1918, por haber sido el introductor del turismo en Torremolinos. Carlota Alessandri adquirió el Cortijo de la Cucazorra para construir el parador, que pudo afrontar gracias a un préstamo de 100.000 pesetas atribuido a un torero.


Carlota Alessandri, casada con Carlos Rubio-Argüelles, doctor y decano de la Facultad de Medicina de Cádiz, madre de la mecenas teatral Ángeles Rubio Argüelles, se piensa que era de origen italiano, aunque no se sabe exactamente si nació en dicho país o en España.


El caso es que se inició como empresaria del turismo en 1934. Su primera actuación fue transformar el cortijo de Cucazorra de Torremolinos, que le había comprado al torero malagueño Félix Assiego, en el Parador Montemar.


Con tan sólo siete habitaciones, fue un lugar ocupado desde el principio por turistas ingleses que visitaban la zona. Este pequeño parador, sin embargo, pasada la guerra civil, empezó a adquirir notoriedad durante la época franquista.


Posteriormente, en 1948, el marqués de Nájera, Ángel Fernández de Liendres, se hizo cargo de la explotación del Parador Montemar y creó el Club Montemar El Remo, en la playa de La Carihuela. El negocio se amplió con un restaurante y una sala de fiestas para atender las nuevas demandas de ocio del turismo. De hecho, Carlota rentabilizó las fiestas sociales en las que participó durante esta primera etapa y que, a su vez, funcionaban como polo de atracción turística.


En reconocimiento a la labor de Carlota Alessandri, el 17 de septiembre de 1965, por acuerdo del pleno del Ayuntamiento de Málaga, se cambió el nombre de la avenida de Montemar en Torremolinos, por una avenida con su nombre.


El 1 de febrero de 1970 se colocó también una placa en la fachada del hotel, que dice: “Aquí nació la Costa del Sol, antiguo cortijo de Cucazorra, propiedad de Carlota Alessandri de Rubio- Argüelles”. El 6 de mayo de 1972 falleció Carlota Alessandri, considerada pionera del turismo en la Costa del Sol.

lunes, 17 de junio de 2019

Pioneras del feminismo

Suceso Luengo de la Figuera es una de las mujeres pioneras en la lucha por la igualdad de derechos, algo que, a pesar de la época, no impidió que su labor como escritora y profesora se reconociera en la ciudad de Malaga.

Suceso Luengo.
De hecho, cuando el 19 de abril de 1914 fue destituida como directora de la Normal de Maestras, tras 15 años en el cargo, la Asociación de la Prensa, reunida en sesión extraordinaria el 23 de abril, pidió que se revocara la decisión al ministro de Instrucción Pública, el malagueño Francisco Bergamín, del Partido Conservador Monárquico. A la petición se sumaron varias instituciones, grupos de damas malagueñas y las alumnas de la Normal.

Su implicación en la vida cultural malagueña se demuestra en su condición de vocal de varios organismos como la Junta Provincial de Protección de la Infancia, la Junta de Primera Enseñanza, la Junta de Instrucción Pública y la Comisión Organizadora de la Fiesta del Árbol.

Suceso Luengo, nacida en Móveda de Toro (Zamora), de ideología reformista liberal-conservadora, defendió un feminismo de carácter burgués, conservador y moderado inspirado por las ideas de Concepción Arenal y Emilia Pardo Bazán, por las que sentía gran admiración.
Plasmó sus ideas por escrito en 1909.

La biografía de Suceso Luengo está unida a la ruptura del papel adjudicado por la sociedad a una mujer burguesa. La formación y cultura recibidas le permiten no sólo ejercer una profesión, lo que le supone la independencia económica, sino la capacidad de expresión y reflexión y la capacidad de inculcar esos valores entre sus alumnas. En su discurso educativo manifiesta el convencimiento de que la educación y la cultura son armas redentoras de los pueblos e impulsoras del progreso.