Mastodon Málaga y sus historias: retratos
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martes, 28 de junio de 2022

Matilde Rey, otra pionera de la fotografía

 

En este mismo blog ya se abordó la figura de de Sabina Muchart considerada como la primera mujer que abrió un estudio fotográfico en Málaga (1*), pero existen otras pioneras en Málaga en el terreno de la fotografía. Es el caso de Matilde Rey Muro.


Plaza de la Constitución.


Su padre, el gaditano José Rey Maresca, trabajaba en la capital malagueña como dorador, un oficio relacionado con pintores, grabadores y marqueteros, del que surgieron numerosos fotógrafos. De su matrimonio con Carolina Muro Muñoz nacieron tres hijos, Manuel, Matilde y Soledad. Manuel se inició en el mundo de la fotografía aunque se desconoce quien fue su maestro. Lo cierto es que en 1884 aparecen las primeras referencias como profesional, con un estudio en la calle Comedias.

El estudio se situó entre los más prestigiosos de la ciudad, y signo de la buena marcha del negocio, es que abre otro estudio en la Plaza de la Constitución. Prácticamente toda la producción aparece bajo la firma M. Rey de este fotógrafo, y así reza en las cartulinas, anuncios publicitaros e incluso en las listas de fotógrafos que ofrecen las guías, donde no aparece su nombre de pila.

La explicación que se la ha dado a este hecho es que, ante la imposibilidad física de Manuel de realizar personalmente todos los trabajos de los dos establecimientos, lo más probable es que su hermana Matilde compartiera el oficio con él. En el padrón del año 1897 Matilde figura con domicilio en la Plaza de la Constitución, en la misma dirección en la que se encontraba el estudio de M. Rey. En 1898 aparece viuda junto a su hijo José Blanco Rey de 17 años y de profesión fotógrafo.

Con independencia de que su hijo se inicie en el oficio, en la profesión de Matilde aparece la indicación SS (Sus labores), como era costumbre en la época. No parecía normal que una mujer pudiera tener otra ocupación, la misma circunstancia se repite para Sabina Muchart y Joaquina Mayor Baro (viuda de Lorichon), de las que no puede dudarse de su oficio fotográfico.

A comienzos del nuevo siglo la actividad se concentra en el local de la Plaza de la Constitución cerrando el de la calle Comedias. Entre 1920-1925 se trasladan a la calle Compañía. Las guías de la época elogian la calidad y belleza de la obra de M. Rey, destacando las colecciones de vistas de Málaga y Granada. Los trabajos realizados en el estudio eran de una gran variedad desde retratos de tipos populares en todos los procedimientos (albúminas, carbón, platinos, bromuros, esmaltes), vistas de la ciudad, iluminaciones al pastel, acuarela y óleo, reproducciones de retratos antiguos, a los que modificaban el peinado y la indumentaria para hacerlos más actuales, así como ampliaciones y toda clase de retratos. Permaneció abierto más de cuarenta años.

Fuente documental: Antonia Salvador Benítez (2009). Mujeres tras la cámara. Fotógrafas en la Andalucía del siglo XIX, en Homenaje a la profesora Isabel de Torres. Estudios de Documentación dedicados a su memoria. Universidad de Granada

(1*) Pioneras malagueñas. Ramón Triviño. Un libro que puede adquirir AQUÍ.


martes, 23 de marzo de 2021

El fotógrafo que hizo historia

 

La figura del fotógrafo veleño Adolfo Fernández Casamayor es fundamental para conocer la historia de la fotografía en la provincia. Un personaje que fue impulsor del Registro Fotográfico de Málaga, vinculado al Archivo Municipal de la capital y que ha sido estudiado en profundidad por el periodista Jesús Hurtado.


Adolfo Fernández Casamayor.


Adolfo Fernández que había nacido en Vélez-Málaga el 28 de agosto de 1905, desde muy joven se interesó por lo novedoso del retrato. Su padre de posición muy respetada en la ciudad, ya que trabajaba en el Registro de la Propiedad, es el que le ayuda al sueño de ser retratista. Y así, tras cursar sus estudios en el colegio de San Francisco, a los diecisiete años, comienza a tomar conocimientos de óptica, de química, carpintería, así como de un largo etcétera propios de personajes de mente inquieta y múltiples habilidades.


Sus primeros maestros serían A. Durante, Strachan y Aguilera, éste último un excelente fotógrafo taurino de la época. Su carrera comenzó con algunos retratos familiares, de paisajes y calles populares de la capital axárquica. Conventos, imágenes representativas de la Semana Santa y todo aquello relacionado con lo artístico. También destacan las diferentes torres vigías de la costa oriental malagueña y, en pequeña medida, también realizó por encargo, algunos retratos de los primeros equipos de fútbol.


Con el tiempo se hizo un gran habilidoso de la denominada cámara de cajón y de su peculiar sistema de obturador, que le daba mayores posibilidades, dimensión y limpieza a aquellas fotos que buscaban el lado artístico.


En Torre del MarAdolfo Fernández fue el encargado de retratar junto a una jábega, al poeta Luis Cernuda, también en Málaga entra en el entorno del pintor Pablo Ruiz Picasso o cubre reportajes de militares como el general Primo de Rivera en su visita de 1925 a la capital, o en más de una ocasión a los marqueses de Larios.


Fuera de Málaga, Fernández estuvo en la Exposición Iberoamericana de 1929 en Sevilla, ciudad a la que también retrató. Por esas fechas conoce a su paisano, el cantaor flamenco Juan Breva al que retrata en una actuación en el Café del Burrero, como en la Plaza de Toros de la Maestranza a los toreros, Gitanillo de Triana y Manolo Bienvenida. Su amigo Juan Temboury desde los años 30 viajó con Fernández Casamayor a cientos de lugares en la provincia de Málaga.


Como la fotografía, a principios del siglo pasado, no daba el dinero suficiente para vivir, Adolfo Fernández oposita a administrativo en la Red de Ferrocarriles Andaluces, consiguiendo plaza en Málaga. Pese a ello siguió con la fotografía en sus ratos libres. Es de a partir de ahí que con su gran colección de imágenes colabore en el nacimiento, tras la Guerra Civil, del Registro Fotográfico vinculado al Archivo Municipal de Málaga.


Hoy Málaga puede presumir de un importante legado fotográfico, el de Juan Temboury Álvarez, en el que una gran parte de su contenido pertenece a fotos de Adolfo Fernández, así como de otros fotógrafos malagueños como Strachan, Guerrero, Zubillaga y José Pérez Murillas.

lunes, 26 de octubre de 2020

Sabina Muchart, una mujer fotógrafa

 

Sabina Muchart nació en Olot (Gerona) en 1858 pero vivió toda su vida en Málaga, donde tuvo que emigrar, con apenas 15 años, forzada por la Tercera Guerra Carlista, aunque recientemente investigadores de la Universidad Complutense de Madrid han señalado que el cambio de residencia se debió a la búsqueda de un mejor medio de vida.


Sabina Muchart. Retrato anónimo.


Sabina Muchart fue fotógrafa profesional en una época en la que las mujeres no podían tener un oficio. Ella se estableció en su estudio de fotografía de la capital malagueña como una profesional retratista y autora de algunas de las postales más emblemáticas de la ciudad. La diferencia con algunas de sus contemporáneas como, por ejemplo, Eulaia Abaitua, es que esta última no se dedicaba al oficio de manera profesional.


Fue en otoño de 1893 cuando Sabina Muchart da un paso al frente, en lo que a la historia de la fotografía se refiere, realizando su primera fotografía de guerra. Fotografía que fue publicada en La Revista Ilustrada de Barcelona y, primera fotografía bélica, de la que se tiene constancia, de Sabina Muchart.


Sabina Muchart firmaba como S. Muchart, seudónimo que, como tantas mujeres de la época que ocuparon oficios y profesiones tradicionalmente masculinas, tuvo que utilizar para que no se supiera si era hombre o mujer y fuera tomada en cuenta como profesional. De hecho, fueron muchos los investigadores que se sorprendieron al averiguar que, detrás de la S se escondía el nombre de Sabina y ella era, no solo la autora de algunas de las fotografías más icónicas de la historia de Málaga, sino que además era la propietaria del estudio de fotografía. Dicen de ella que fue la Annie Leivobitz del siglo XIX. Múltiples personajes pasaron por su estudio, uno de los más importantes de la ciudad.


Como se ha apuntado, Sabina Muchart no se dedicó únicamente a los retratos, realizó un reportaje sobre el hundimiento del buque alemán Gneisenau en las costas malagueñas, del que se realizaron innumerables postales. Sabina Muchart falleció en Málaga en 1929.