Mastodon Málaga y sus historias: turismo
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jueves, 2 de octubre de 2025

La Fonda de Oriente

 

En el siglo XVIII las fondas se definían como «la casa donde se da alojamiento, de comer y beber, y en donde se venden licores generosos, café, té y bebidas heladas». Es decir, una fonda a finales del siglo XVIII era un establecimiento de cierta categoría en el que se ofrecían servicios muy determinados. A principios del siglo XIX la gran novedad en el sector del alojamiento malagueño fueron las fondas, establecimientos de origen francés que, en aquellos momentos, representaban la modernidad y el confort.


Edificio donde se ubicaba La Fonda.


Según el historiador Víctor Heredia las fondas respondían a las nuevas exigencias de la burguesía como clase ascendente y ofrecían una mejor atención que las hospederías tradicionales. Representaban la modernidad y el confort y fueron el antecedente directo de los hoteles de nuestros días. Las fondas introdujeron la «mesa redonda», servicio que se ofrecía a determinadas horas para la comida en común de los huéspedes del local.

La Fonda de Oriente, regida por una sociedad formada por el suizo Carlos Brunetti y el francés Pedro Gassend, estuvo emplazada inicialmente en el número 11 de la Alameda. Posteriormente, cuando estaba a cargo exclusivamente de Pedro Gassend, se trasladó a la acera de enfrente de la misma Alameda, al actual número 8, en el edificio que antes pertenecía a la Comandancia de la Marina, contando con una plantilla compuesta por un cocinero, dos sirvientes y cuatro criadas.

Hans Christian Andersen, célebre escritor danés que es recordado con una escultura en la Plaza de la Marina, durante su estancia en Málaga se hospedó en la Fonda de Oriente, un edificio que aún existe y que en su vestíbulo tiene colgada una placa como homenaje al escritor que hasta, según diversa documentación, deseó ser enterrado en la capital malagueña. La Fonda cerró sus puertas en 1878.

lunes, 8 de septiembre de 2025

El Hotel Simón

 

De los varios hoteles y pensiones que se situaron desde su apertura en calle Larios, está el Hotel Simón que era uno de los más elegantes. Construido en 1905 durante la Belle Époque malagueña, cuando la ciudad vivía su auge industrial, contaba con unas 60 habitaciones y escasos baños privados, según una guía de la época; era uno de los establecimientos más destacados de Málaga. Llamaba la atención su escalera principal de mármol, techos altos y patios interiores de luz, típicos de las mansiones señoriales de la época.


Fachada de Hotel Simón.


Construido sobre el Hotel Inglés en calle Larios nº 4 en 1906 por José Simón, un reconocido empresario de origen cordobés, adquirió este edificio manteniendo parte de la estructura rebautizándolo como Hotel Simón. Formó parte de una de las primeras cadenas hoteleras andaluzas, con alojamientos también en Córdoba, Sevilla y Almería. A partir de 1911, José Simón impulsó mejoras, ampliando el comedor y pabellón, dada la buena respuesta del mercado

Se trataba de un hotel de prestigio, con restaurante en la planta baja y alojamiento orientado a una clientela cosmopolita. En las guías de la época se anunciaba como “montado al estilo extranjero”, destacando su servicio y accesibilidad. En 1910 gestionaba también el Hotel Bristol en el nº 5, y desde el Simón promovió reformas en otros hoteles de playa, como el Hernán Cortés o el Caleta Palace.

A mediados de los años 20 del siglo pasado, José Simón vendió o transfirió progresivamente la gestión del Simón y otros de sus hoteles, conservando únicamente el Bristol. A lo largo del siglo XX, con el paso del tiempo y el crecimiento de nuevas zonas turísticas (como la zona de La Malagueta y más tarde la Costa del Sol), el hotel fue perdiendo relevancia.

martes, 3 de junio de 2025

Sociedad Excursionista de Málaga

 

Aunque no existe el dato exacto de su creación, se produjo ente la última década del siglo XIX y la primera del XX, posiblemente en 1906, cuando un grupo de hombres cultos, algunos afiliados al Circulo Mercantil, cuya charla se inclinaba hacia el conocimiento de la naturaleza, con muchas ganas de andar y conocedores de otros lugares y costumbres, planearon crear en Málaga una Sociedad de excursiones, como las había en Europa o como la de Madrid.


Visita al Alcazar de Sevilla.


Hay que decir que esta afición al excursionismo estaba muy difundida en el siglo XIX, en toda Europa había sociedades que practicaban el alpinismo y se interesaban por el conocimiento de los lugares de interés artístico, histórico o científico. La Excursionista de Málaga realizó rutas de turismo y visitas por muchos lugares de interés compaginando los recorridos por medio de ferrocarril, diligencias, autos, tranvías, autobuses y a pie.

La Sociedad Excursionista de Málaga sobrevivió a la guerra civil. En enero de 1939, antes de terminar la guerra, se anunciaban las excursiones en los diarios de Málaga. A partir de 1963, se aprueban unos estatutos nuevos y en junio una nueva junta directiva, que realizá una pésima gestión que lleva a la ruina, lo que obliga a vender el patrimonio de la Sociedad, para pagar deudas, se paralizó su actividad, se perdió el local y los socios.

Es a finales de 1976 cuando se empieza a refundar la vieja Sociedad Excursionista de Málaga, pero hasta el 25 de mayo de 1977 no se hizo la asamblea definitiva con la que empezó de nuevo sus actividades.

jueves, 13 de marzo de 2025

Los enigmas de Ricardo Soriano

 

Ricardo Soriano Scholtz von Hermensdorff, marqués de Ivanrey, (1883-1973) fue una figura clave en el desarrollo de Marbella como destino turístico en los años 50 y 60. Sin embargo, su finca, ubicada en las afueras de la ciudad, tiene una historia misteriosa. Se dice que en sus jardines se celebraron fiestas exclusivas a las que asistieron celebridades internacionales, espías y políticos. Algunos rumores sugieren que la finca fue también un lugar de encuentro para operaciones clandestinas durante la Guerra Fría.


Ricardo Soriano.


Por su contexto social y sus relaciones con la aristocracia europea lo situaban en un entorno donde los movimientos de capital y la influencia política eran habituales, lo que podría haberlo puesto en contacto indirecto con dinámicas de la Guerra Fría, especialmente en el ámbito económico y de espionaje financiero.

También serán muchos los que ignoran que Ricardo Soriano, promotor del hotel El Rodeo en la década de 1940 y uno de los pioneros de la Marbella turística, fue detenido en San Sebastián el 25 de marzo de 1936 en relación al atentado cometido el 12 de ese mes por falangistas contra Luis Jiménez de Asúa, uno de los penalistas más destacados del siglo XX, diputado del PSOE y vicepresidente del Congreso. Según los periódicos de esos días, se le acusaba de prestar su avioneta para que algunos de los implicados en el ataque escaparan a Francia. Conducido a Madrid, Soriano fue puesto en libertad.

A lo largo de su vida, y al margen de su tierra natal, Salamanca, Ricardo vivió en París, Biarritz, Bilbao y Madrid, antes de recalar en la costa malagueña, lugar donde es considerado el indiscutible descubridor y promotor de Marbella. Nombrado hijo predilecto de esa localidad, en su honor se le puso nombre a la que hoy es la principal avenida dela ciudad.

Su carrera profesional comenzó al término de la Segunda Guerra Mundial, cuando la mayor parte de Europa y del mundo sufría sus consecuencias y las grandes fortunas habían escapado de la contienda como habían podido, unos a Suiza y otros a Portugal. La madre de Ricardo, que era natural de Málaga y él, de niño, había pasado algunos veranos en el Palacio del Rey Moro de Ronda, propiedad de su tía Trinidad Scholtz von Hermensdorff, I duquesa de Parcent, marquesa de Belvís de las Navas y IX condesa de Contamina.

Pero no fue hasta el año 1943, cuando Ricardo llegó a Marbella invitado por su amigo y propietario de la hacienda Guadalmina, Norberto Goizueta. Dos años después adquirió las fincas Rodeo Alto y Rodeo Bajo situadas cerca de la localidad de San Pedro Alcántara. Por esta propiedad, con una extensión total de 220 000 metros cuadrados de terreno, Soriano pagó la cantidad de 110.000 pesetas, una auténtica fortuna en aquellos tiempos. Ricardo se dio cuenta del importante trasiego de franceses que iban y venían desde Francia al Protectorado de Marruecos usando el puerto de Algeciras, por lo que decidió construir unos albergues para que estos viajeros pudieran pasar la noche. Así nació «La Venta y Albergues de El Rodeo», complejo hotelero diseñado por el propio Soriano y edificado junto a su residencia privada.

lunes, 25 de noviembre de 2024

La transformación de Marbella

 

Marbella vivió antes y tras la guerra civil el hundimiento de su economía, que recuperó su pulso gracias a un fenómeno sólo olfateado por visionarios: el turismo. La transformación espectacular parte de 1940, aunque el gran despegue se inicia en 1943 con la llegada de Ricardo Soriano, el marqués de Ivanrey, que funda la Venta y Albergues del Rodeo. Se trataba de un complejo residencial, con urbanización aledaña, que marcaría el estilo y rumbo turístico de la ciudad. Ivanrey copió de Estados Unidos el bungalow, aunque bastante más rústico, semejante a las chozas campesinas. Imanta a artistas de la época, como Edgar Neville, Conchita Montes o Antonio "El Bailarín", que apuestan por una Marbella idílica, con playas de dunas y con La Concha como perfil eterno, garante de su bondad climática.


Puerto deportivo José Banús.


La ciudad se transformó para albergar a los visitantes, las viviendas se remodelaron y cambió el valor del suelo. En la mayoría de los casos los propietarios vendían a otros promotores que hacían magníficos negocios. Quizá, como anécdota, señalar que los terrenos que se vendieron en la zona de Nagüeles por 13 millones de pesetas (algo más de 78.000 Euros) hoy son la zona conocida "Milla de Oro". Se crean nuevos hoteles, como El Fuerte, el San Nicolás, Guadalmina o Salduba, y los emblemáticos Los Monteros y Don Pepe.

Mientras que todas estas operaciones se realizaban, llegaron a Marbella los primeros constructores de la "meca del turismo": Alfonso de Holenlohe y José Banús. Este último acomete una promoción titánica con la mayor urbanización hasta entonces conocida en el país. Un macroproyecto bautizado como Puerto Banús y que incluía varios hoteles (Hotel del Golf y Andalucía Plaza), campos de golf, plaza de toros, discotecas y un puerto deportivo que, desde su inauguración (a la que acudieron Grace Kelly y Rainiero de Mónaco), se convirtió en el más grande de Europa.

Años después, en los 80, llegaron, como grandes inversores, los árabes. En esa época el rey Fahd construyó un palacio en la localidad sobre una gigantesca finca vallada y también se edificó la Mezquita de Marbella, ambos magníficos edificios. Y llegaron los bancos árabes. Era una época que ayudó a difundir la imagen de meca de multimillonarios, de hombres y mujeres de negocios y de artistas de renombre mundial. A esa dinámica contribuyó Alfonso de Holenlohe quien comenzó a atraer a personajes hasta su hotel, el Marbella Club, gente como los Onassis, Maria Callas, los duques de Windsor o Ava Gardner. Y Puerto Banús que ha albergado yates tan famosos como el del magnate Kassoghi con las letras Nabila en oro, o el del conde de Barcelona, el Giralda. Un puerto cuya torre de operaciones destaca entre el caserío blanco que rodea a los yates y que cuenta con más de 900 puntos de atraque.

jueves, 22 de febrero de 2024

Amor a la española

 

Amor a la española (1966) no fue la primera película en abordar el boom turístico que vivía España, pero que sí dio carta de naturaleza al fenómeno, situando su epicentro en la floreciente localidad costera de Torremolinos, que en los años sesenta era una barriada de la ciudad de Málaga.


Fotograma de Amor a la española.


El filme muestra incluso la conexión aérea que ya existía en la época entre Madrid y Málaga y rodó escenas en el antiguo aeropuerto malagueño, cuyas primeras instalaciones todavía se conservan en la actualidad. Allí se encuentra además el Aeromuseo de Málaga, cuya visita es gratuita y donde se pueden encontrar piezas históricas que han surcado nuestros cielos.

Un recordado elenco con los mejores cómicos españoles del momento, como José Luis López Vázquez, Manuel Gómez Bur, Pilar Mª Tejeiro o Laura Valenzuela, además de Pastor Serrador, José Luis Coll, Diana Sorel o Álvaro de Luna protagonizaron Amor a la española, que también incluía en su reparto a Alfredo Landa en una de las cintas precursoras de lo que más tarde se bautizaría como landismo.

La película, dirigida por Fernando Merino y producida por Ágata Films contaba con unos formidables títulos de crédito iniciales firmados por el gran humorista gráfico Antonio Mingote.

martes, 5 de septiembre de 2023

El pueblo de los pitufos

 

Doce años después de que Júzcar coloreara sus casas de azul para la promoción de la película Los Pitufos 3D, este pequeño pueblo de la Serranía de Ronda sigue atrayendo visitantes por el color de sus viviendas, aunque quiere convertirse también en un referente de la región en turismo de naturaleza.


Vista de Júzcar.


Situado en el Alto Valle del Genal, a unas dos horas en coche de Málaga capital, Júzcar, con sus apenas 250 habitantes, recibió unos 47.000 visitantes en 2022, contando sólo los que se acercaron al punto de información turística del pueblo, una caseta con forma de seta gigante

Desde el mirador de Júzcar, se pueden contemplar las azuladas viviendas del pueblo. El mejor año turístico fue 2013, cuando visitaron Júzcar 59.815 personas, coincidiendo con la promoción mundial de la segunda parte de la película de animación de Los Pitufos.

La mayoría de visitantes nacionales que llegan al pueblo son andaluces, madrileños, catalanes y vascos, mientras que los extranjeros proceden, principalmente, de Turquía, Eslovaquia, Portugal, Francia, Bélgica y el Reino Unido.

Júzcar fue un pueblo blanco más del Valle del Genal hasta que la productora Sony Pictures se fijó en él para convertirlo en el primer 'pueblo pitufo' del mundo para promocionar la película Los Pitufos 3D.

Para recrear el lugar donde habitan estas pequeñas criaturas azules se pintaron de este color todas las casas del pueblo (175 inmuebles, entre ellos la iglesia, el cementerio y el ayuntamiento), para lo que se emplearon 9.000 kilos de pintura.

Dos años más tarde, en 2013, Júzcar volvió a acoger la presentación de Los Pitufos 2, evento que volvió a catapultar el pueblo desde el punto de vista mediático.

El entonces alcalde de Júzcar, David Fernández, llegó a organizar un referéndum para preguntar a los vecinos si querían seguir siendo un pueblo azul una vez concluido el contrato con Sony y el 'sí' ganó por amplia mayoría. Una década después, casi todas las viviendas de Júzcar siguen pintadas de azul.

Los vecinos piensan que así el pueblo se diferencia de los demás, atrae turismo y se crean puestos de trabajo, por lo que no quieren desaprovechar el tirón que ha supuesto esta promoción cinematográfica, que ha dinamizado su economía y disparado el número de visitantes en la localidad, pese a que ello ha comportado la pérdida de la tranquilidad.

De hecho, Júzcar ha pasado de contar con un solo bar a tener seis, y con vistas a abrir dos más, y han proliferado las casas rurales. Además, se ha disparado el interés por comprar o alquilar en el municipio, donde actualmente no hay ninguna propiedad disponible.

Júzcar ya no puede llamarse 'pueblo pitufo' por cuestiones de derechos de autor, así que ahora se promociona turísticamente como la 'Aldea Azul' y, más allá de la peculiaridad de su color, lo que quiere es ser también un referente para los amantes de la naturaleza y el turismo rural.

Por su parte, los fans de Los Pitufos, además de recorrer las peculiares calles del pueblo, donde hay numerosos grafitis y figuras de estos personajes, pueden también participar en talleres de confección de gorros, pintaúñas y pintacaras.


Fuente documental: Júzcar: el 'pueblo pitufo' quiere ser algo más que una aldea azul. Gemma Bastida. Diario Málaga Hoy, 21 de mayo 2023.

lunes, 4 de septiembre de 2023

El Bazar Aladino

 Situado en la confluencia entre la antigua N-340 y la calle de bajada hacia La Carihuela, en pleno centro de la efervescencia vacacional y de ocio de los primeros años del boom turístico de Torremolinos, este pequeño edificio de equipamiento comercial es, quizá, el primer ejemplo de arquitectura exclusivamente destinada al uso turístico que se construye en la Costa del Sol malagueña.


Bazar Aladino.


El Bazar Aladino demuestra que la carretera N-340 estableció una nítida frontera entre “el interior” terrestre y la zona sur consagrada al ocio marítimo. Esta singular construcción juega a ser un barco anclado en la cinta asfaltada, de modo que se podría aparcar el coche por allí cerca, atravesar la pasarela de entrada, y navegar ilusoriamente por un mar azul.

El Aladino, proyectado en 1953 por el arquitecto malagueño Fernando Morilla, se apoya en la tradición del art deco aerodinámico, tan importante en la arquitectura de entreguerras. El transatlántico fue concebido como un modelo utópico para las construcciones en tierra firme: a la evidente funcionalidad de los espacios, se sumaban las connotaciones placenteras de la travesía. De este modo los numerosos edificios-barco levantados desde los años veinte pretenden enfatizar varias cosas que el Movimiento Moderno consideraba complementarias: eficiencia industrial, higiene y alegría.

Pero en el Torremolinos de los años cincuenta la situación era ya muy distinta. El desarrollo de la Costa apuntaba hacia el ocio masivo para consumo internacional. Las actitudes serias o las posturas radicales resultaban más bien inconvenientes, de modo que este bazar no tiene tanto que ver con los edificios-barco ejecutados antes de la Guerra .

Para empezar, todos los rasgos formales son muy exagerados, la pasarela que una la carretera con la “cubierta”, convierte a toda la pendiente que baja hasta la playa en un mar imaginario en cuyas olas se mece el Aladino; los remaches que simulan unir las planchas metálicas del supuesto barco, son enormes, reafirmando así su carácter simbólico; la “proa” del navío, apuntando hacia la costa, está constituida, en realidad, por una cascada de voladizos encabalgados con base redondeada, una clara referencia a la tradición “aerodinámica”; no faltan las características barandillas metálicas, ventanas circulares y tubos de respiración.

La torre de control es un enfático organismo vertical, bien visible desde la carretera. Hay que imaginarse el efecto publicitario de este edificio a mediados de los años cincuenta, cuando el boom constructivo de los alrededores todavía no había estallado.

Su inequívoca forma emblemática anunciaba la vocación distendida del lugar invitando a un ocio “divertido” con un guiño de complicidad. De la militancia maquinista de entreguerras se había pasado al estilo del relax.

En la planta baja se sitúa el centro comercial propiamente dicho, sobre la cubierta del barco, a través de la cual tiene su acceso, se encuentra el núcleo de tiendas. Una escalera lateral nos conduce a planta primera, mucho más reducida, ocupada por un restaurante rodeado así mismo de una segunda “cubierta”. Desde aquí, por último, se accede a la “chimenea” del barco, lugar en donde se colocan los aseos.

Remaches y ojos de buey, mástiles y barandas invitan a realizar una feliz travesía a bordo, siguiendo el vaivén de las olas y el deambular de turistas, en el eterno verano costasoleño.

jueves, 25 de mayo de 2023

Hotel Pez Espada

 

El 31 de mayo de 1959 se inauguraba el Hotel Pez Espada de Torremolinos (Málaga), primer gran establecimiento hotelero de cinco estrellas de la Costa del Sol, convirtiéndose en el buque insignia de la hostelería malagueña.


Hotel Pez Espada.


El Hotel Pez Espada es desde su construcción un emblema del despegue turístico de la Costa del Sol a mediados del siglo XX y su arquitectura representa un hito del que se denominó "estilo del relax". Construido por los arquitectos Manuel Muñoz Monasterio y Juan Jáuregui Briales, incorpora en su diseño las tendencias revisionistas del Movimiento Moderno en esos años, en los que se dulcifica la rigidez de la forma estrictamente derivada de la función, con la introducción de juegos de colores, texturas y líneas ondulantes. Su planta noble fue ideada por el decorador francés Jean Pierre Françoise.

En el amplio espacio diáfano central de la planta baja, se articulan las dependencias comunitarias del hotel. Las dos grandes escaleras del vestíbulo configuran el aspecto de la fachada principal, caracterizada por el cuerpo semicilíndrico que alberga la escalera principal, siendo la formalización del resto de las fachadas variada con un uso diferenciado, en función de la orientación, de parasoles y antepechos. En las plantas superiores, las habitaciones se distribuyen asimétricamente a ambos lados de la galería.

Desde sus inicios ha contado con ilustres clientes o visitantes como Humberto II de Italia, el rey Feisal, Balduino de Bélgica, la emperatriz Soraya de Persia, los príncipes Rainiero y Gracia, los duques de Windsor, el rey de Bélgica Alberto II, Rita Hayworth, Frank Sinatra, Ava Gardner, Mary Pickford, Ingrid Bergman, Rock Hudson, Sofía Loren, Carlo Ponti, Kim Novak, Orson Welles, Boris Karloff, Raf Vallone, Marlon Brando, Peter Ustinov, Anthony Quinn, Trevor Howard, Claudia Cardinale, Raquel Welch, Xavier Cugat, Brigitte Bardot, el general argentino Perón o los barones de Rotschild, entre otros. Frankie's Bar se ha convertido en una coctelería de primer nivel, el lugar perfecto para disfrutar de cócteles exclusivos, decorado con imágenes del famoso cantante Frank Sinatra.

Una característica única son las Junior Suites Celebridades incorporadas en 2021, que están ubicadas en el séptimo piso del edificio principal del hotel, que fueron asignadas a celebridades y estrellas de cine que se hospedan en el hotel. Las tres Junior Suites Celebridades tienen un diseño ligeramente diferente. Están amueblados y decorados con un estilo elegante típico de finales de la década de 1950, cuando se construyó originalmente el hotel.

Entre los acontecimientos celebrados en el hotel, cabe destacar que en 1966/67 la prestigiosa modista Nina Ricci presentó en sus salones su colección de alta costura Otoño-Invierno, donde también han actuado prestigiosos cantantes como Julio Iglesias, Antonio Machín, Raphael, Joan Manuel Serrat, Rita Pavone o Massiel, entre otros.

jueves, 16 de marzo de 2023

La Casa de los Navajas

 

En los años 20 y 30, junto con los primeros establecimientos hoteleros como el Parador de Montemar o el Castillo del Inglés, ahora hotel residencia Santa Clara, algunas familias acaudaladas eligieron Torremolinos como segunda residencia. Allí se levantaron casas y edificios, algunos de las cuales presentan un interés arquitectónico singular, como la de la familia Navajas, junto al Bajondillo, o la de Huerta del Rincón, en la Carihuela, ésta última de propiedad privada. La Casa de los Navajas está muy cerca de la playa del Bajondillo y se puede acceder por la calle del mismo nombre o por la vía Las Mercedes.


Casa de los Navajas.


Se construyó en 1925 y perteneció a la familia Luque-Navajas, vinculada al negocio de la caña de azúcar, fructífero entonces en la desembocadura del río Guadalhorce. Esta industria se vio favorecida con el riego que implicaba la traída de aguas a Málaga, magna obra de ingeniera que desvió el líquido que se movía a los molinos de Torremolinos para llevarlo hasta la capital, y colaborar así con su modernización.

El palacio, de estilo neomudéjar y con retoques mozárabes, cuenta con dos plantas. En la primera planta, que en su momento fue la destinada a la vivienda familiar, se encuentra un amplio vestíbulo y varias habitaciones. La segunda planta fue concebida como mirador con dos torres que permiten admirar la bahía de Málaga.

De la decoración exterior de la casa destaca el uso de azulejos sevillanos con motivos geométricos y la representación en la fachada principal de una alegoría de las cuatro estaciones, aunque en este caso y dado lo benigno del tiempo de la Costa del Sol no representaron el invierno. En los miradores se encuentran pequeños azulejos de escenas costumbristas. En el interior existen marcos y yeserías y otros elementos decorativos de inspiración romántica islámica.

Tras la declaración por parte de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía como Edificio de Interés Histórico en 1991, el Ayuntamiento adquirió el palacete en el año 2000, con la condición de que la última de las hijas de Antonio Navajas siguiera habitando allí tres años más. Años después en 2011 el gobierno municipal decidió comenzar las obras de restauración del palacete, lo que frenó el deterioro del edificio. Este volvió a abrir sus puertas en octubre de 2014. En su rehabilitación se habilitó una gran sala para celebrar bodas civiles. Junto a las bodas también se realizan allí otras ceremonias oficiales. También acoge además diversas exposiciones, conciertos y teatro, por lo que se ha convertido en un edificio histórico de visita obligada en Torremolinos.

viernes, 28 de octubre de 2022

La visita de James Stewart

 

«En domingo, a última hora del día, llegó a Marbella, después de haber pasado por Málaga, el actor norteamericano James Stewart, quien se ha hospedado durante su estancia en nuestra costa, en el Marbella Club Hotel», así informaban los medios locales en 1959, de las vacaciones de la estrella cinematográfica en España. La visita del protagonista de 'La ventana indiscreta' no fue nada discreta. Se sabe hasta que viajó con su propia escopeta, ya que había sido invitado por el príncipe Alfonso de Hohenlohe, amigo y socio del actor en varios negocios en América, a participar en una cacería en su honor en la suntuosa finca que el aristócrata poseía cerca de El Escorial.


James Stwart y Alfonso de Hohenlohe.


Las crónicas de la época dejaron constancia de su paso, en este orden, por Madrid, Málaga y Marbella durante unas vacaciones que duraron un par de semanas, junto a su mujer, la modelo y actriz Gloria Hatrick, y otra pareja. El protagonista de títulos inolvidables como 'El hombre que sabía demasiado' o 'Vértigo', satisfizo de buen grado la curiosidad de los reporteros, concediendo múltiples entrevistas y saciando interés de la prensa por el primer viaje a España del ya oscarizado Stewart.

En una de ellas el propio Stewart reconocía que había quedado «gratamente sorprendido» por las colas que había visto a las puertas de los cines de Málaga. Tanto, que según afirmó, le dio ganas de bajarse del coche y «aplaudirle al público».

Las colas a las puertas de los cines no fue lo único que sorprendió a Stewart durante la visita flash que le organizó Hohenlohe a la capital, cuyo hotel marbellí, inaugurado en el verano de 1953, le sirvió de hospedaje en su estancia andaluza. «Me gustó mucho el parque y la Alameda de Málaga; pero lo que más me atrajo fue la puesta de sol bajando la Cuesta de la Reina.

Stewart llegó a Marbella junto a Hohenlohe a bordo de un Ferrari conducido por el príncipe, en una comitiva integrada por otros tres coches más. Allí el actor practicó el golf, haciendo 15 agujeros en un mini golf que había instalado Hohenlohe.

La relación del aristócrata y el famoso artista de Hollywood no sólo se asentaba en la amistad fraguada en California, cuando el príncipe estudiaba allí ingeniería agrónoma, sino también en los negocios, ya que eran socios en la representación de los coches Fiat y otros de petróleo.



Fuente documental: Las vacaciones nada discretas de James Stewart en la Costa del Sol. Nieves Castro. Diario Sur.

jueves, 20 de octubre de 2022

Las Fiestas de Invierno

 

Las Fiestas de Invierno constituyeron la alternativa lúdica que el Ayuntamiento de Málaga ofrecía entre 1945 y 1977 en los meses de enero y febrero de cada año a los malagueños y visitantes. Una opción puesta en marcha por las autoridades municipales con el apoyo de la Dirección General de Turismo.


Concurso hípico en los Baños del Carmen.


Su programación se articuló en torno a unas competiciones deportivas a las que se unieron, poco a poco, espectáculos y citas culturales de diverso tipo.

Tras la Guerra Civil, el régimen franquista prohibió terminantemente el carnaval, pero en Málaga se crearon las Fiestas de Invierno, que paradójicamente incluían eventos muy parecidos a los proscritos como el llamado Baile de Trajes, que sí toleraban las autoridades. Era un evento claramente relacionado con el carnaval. El Baile de Trajes estaba organizado por la Asociación de la Prensa que no podía denominar el evento como baile de disfraces, pese a que la gente iba disfrazada, porque 'disfraz' era una palabra prohibida.

Aquel baile se desarrolló en el Hotel Miramar entre 1945 y 1967 y contaba con el beneplácito de las autoridades políticas, pero no de las eclesiásticas, porque a las chicas que asistían les ponían mala cara las monjas en los colegios religiosos, ya que el baile recordaba al carnaval.

Regresando a las Fiestas de Invierno en su conjunto, señalar que para dar cumplimiento a las órdenes del ministro de la Gobernación, en las que se mantenía la prohibición absoluta de las fiestas de carnaval, se prevenía que dicha prohibición alcanzaba no sólo a los actos que pudieran tener lugar en la vía pública, sino también a toda clase de fiestas de sociedad o empresas, como advertía el gobernador de Málaga, José Luis Arrese, el 16 de enero de 1940.

Estas fiestas tuvieron un doble carácter, primero deportivo y segundo de promoción turística para los visitantes de elite que venían a Málaga a lo que se llamaba invernar. Se celebraban del 15 de enero al 15 de febrero y en su promoción se resaltaba que, "mientras Europa tiritaba de frío, en Málaga había competiciones deportivas como regatas en la bahía, torneos de golf o pruebas hípicas".

Esas actividades deportivas, entre las que se incluían también carreras de motos en un circuito urbano, se complementaban con eventos culturales como una temporada de ópera en el Teatro Cervantes, espectáculos de compañías como el Ballet Español de Antonio el Bailarín o exposiciones de pinturas.

viernes, 7 de octubre de 2022

El ‘Play Boy’ de Torremolinos

 

Para la mayoría es conocido que en los años 50, y sobre todo 60 y 70 del siglo pasado la malagueña Costa del Sol vivió un boom turístico sin precedentes. Divisas y modernidad entraron como aire fresco en el país. El fenómeno turístico excedió lo meramente económico para englobar otros aspectos, sociales, culturales y artísticos.


Clientes del club Play Boy. (Foto: Torremolinos Chic)


Situado en la calle María Barrabino de Torremolinos, junto al Beachcomber Grill, se situaba el Play Boy, inaugurado el 6 de mayo de 1965, que fue el primer club de la cadena abierto en España y el segundo de Europa después del de Cannes (Francia).

Aunque en realidad no pertenecía a la famosa empresa norteamericana, sino que era propiedad de un argentino, que plagiaba el nombre y el logotipo de esta marca; cuentan que el dueño de la verdadera cadena Play Boy, Hugh Hefner, pasó por Torremolinos en un rolls-royce y quiso detenerse para verlo.

La calle citada estaba llena de jóvenes charlando en los escalones ataviados con las modas más extravagantes de la época. Chicas con túnicas, chicos con trajes de terciopelo y descalzos. Camisas con chorreras. Múltiples collares y anchos cinturones de cuerdo con hevillas grandes, que llevaban tanto ellas como ellos. Chaquetones de ante sin mangas y con flecos.


Fuente documental: Web Torremolinos Chic

viernes, 17 de junio de 2022

George Langworthy, el ‘inglés de la peseta’

 

George Langworthy, de apodo ‘El Inglés de la Peseta’, nació en Mánchester en 1865 y se instaló en Torremolinos a finales del siglo XIX acompañado de su esposa, Ann Margaret. A su llegada a este pueblo de pescadores y casas bajas blancas, quedaron prendados de un castillo situado en la colina que separa el Bajondillo y La Carihuela. Hoy conocido como el Castillo Santa Clara y convertido en apartamentos, este matrimonio inglés adquirió esta parcela de a Luisa Darrien y se produjo entonces la transformación de un cuartel de Carabineros en una residencia con amplios jardines y envidiables vistas al mar, donde encontraron trabajo numerosos vecinos de la loclidad.


A la izquierda, George Langworthy.


Sin embargo, la felicidad duró poco. En 1913, con 40 años de edad, Ann Margaret falleció, lo que sumió a Langworthy en la desesperación. Como oficial inglés en servicio, tuvo que ir al frente durante la Primera Guerra Mundial. Lo que allí vio lo llevó a abrazar la religión cristiana y una vez que regresó a Torremolinos dedicó el resto de su vida a ayudar a los más necesitados. Acogió en su hogar a pobres, enfermos y vecinos con pocos recursos, a los que socorrió y sacó del apuro diario entregándoles una peseta a cambio de la lectura de algún pasaje de la Biblia.

Esta sería la primera explicación de su apodo. Sin embargo, también cuentan los vecinos que en los días de Levante, el inglés daba una peseta de plata a los pescadores que no podían salir a faenar, lo que suponía que no perdían su sustento.

Por todo ello, George Langworthy fue un vecino muy querido por los torremolinenses. Cuentan las leyendas que su generosidad derivó en la pérdida de unos 12 millones de pesetas en poco más de15 años. Ante esta situación, en 1930 aceptó alquilar su hogar, su castillo, para transformarlo en un hotel-residencia, conocido como el Hotel del Inglés. Debido a su privilegiada situación y grandes jardines, fue un éxito. Allí se hospedaron personajes de la talla de Picasso, Luis Cernuda, Emilio Prados o Manuel Altolaguirre, entre otros. Quizás, la visita más sonada fue la de Salvador Dalí y Gala Éluard. Durante su estancia, la esposa y musa del artista catalán protagonizó el primer topless de la Costa del Sol para sorpresa de los presentes que no estaban acostumbrados a tal alarde de libertad.

De esta manera, George Langworthy se convirtió también en uno de los pioneros del turismo en la Costa del Sol y Torremolinos. Pasos que siguió Carlota Alessandri cuando restauró su cortijo y lo abrió al público como Parador Montemar.

En agradecimiento a su generosidad, el 15 de mayo de 1918 fue reconocido como el primer Hijo Adoptivo y Predilecto de Torremolinos. Finalmente el 25 de abril de 1946 falleció y fueron los lugareños quienes acompañaron al féretro hasta el Cementerio Inglés de Málaga, donde descansa junto a su mujer.


Fuente documental: La historia de George Langworthy, el Inglés de la Peseta. Alicia Matas. Andalucía Información.

martes, 24 de mayo de 2022

El cementerio redondo de Sayalonga

 

El cementerio redondo de Sayalonga, que en realidad tiene planta octogonal, fue construido a mediados del siglo XIX y presenta numerosos símbolos de la masonería en sus tumbas y nichos.


Cementerio de Sayalonga.


Sayalonga está enclavada en la comarca de la Axarquía, en el este de la provincia de Málaga. Se halla en las faldas de Sierra Tejeda y Sierra Almijara. Sayalonga es particularmente conocido, además de por otros atractivos, por su Cementerio Redondo. Su diseño, junto a la estructura abovedada de los nichos, le confieren un curioso aspecto. El recinto es uno de los principales reclamos turísticos de la Axarquía, con más de 3.000 visitantes al año.

Se construyó durante la primera mitad del siglo XIX. El camposanto se levantó siguiendo las directrices de una ley aprobada durante el reinado de Carlos III según la cual, por motivos de higiene, estos recintos debían alojarse en los extramuros de las ciudades y de los núcleos de población.

No se conoce con exactitud el motivo de su forma, pero se han planteado 3 interpretaciones. La primera explicación es que el cementerio se adaptó al espacio que había disponible por aquel entonces. Otra teoría es que trató de imitar al camposanto predecesor ubicado en el patio de la iglesia de Santa Catalina. La tercera hipótesis propone que su aspecto, en apariencia circular, se debe a la intención de que los difuntos no se dieran la espalda entre sí.

Justo a la entrada del recinto se localiza el Centro de Interpretación del Cementerio Redondo, que trata de explicar su forma y sus orígenes. Cuenta con un expositor que muestra una colección de piezas de gran valor histórico. Además, la sala contiene multitud de fotografías y textos explicativos.

El emblemático camposanto fue motivo de un reportaje del conocido programa de televisión Cuarto Milenio que se dedicó a la Simbología Masónica en el Cementerio Octogonal de Sayalonga que puede verse AQUÍ

jueves, 24 de febrero de 2022

El promotor de la Costal del Sol

 

El día 21 de diciembre de 2003 fallecía en Marbella (Málaga) el madrileño Alfonso de Hohenlohe Langenburg, artífice del resurgir de la Costa del Sol, al que debe su nombre. El príncipe, empresario y promotor turístico fallecía a los a los 79 años.


Alfonso de Hohenlohe.


Hohenlohe, al que el Consejo de Ministros había concedido semanas antes de su muerte la Medalla al Mérito Turístico, hijo del príncipe Maximiliano y de la princesa Piedad Iturbe había nacido en Madrid el 28 de mayo de 1924 y fue bautizado en el Palacio Real, apadrinado por Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia.

En 1947, cuando todavía vivía en América, comenzó a adquirir terrenos en Marbella, y en 1953 introdujo la Volkswagen en México, con cuyos beneficios realizó fuertes inversiones en la localidad malagueña. A partir de entonces comenzó a atraer hacia la ciudad a la jet society, que convirtieron la llamada milla de oro en toda una leyenda.

Desde entonces se convirtió en el promotor por excelencia de la Costa del Sol, atrajo hacia ella un turismo de lujo y a lo largo de los años consiguió levantar el Marbella Club y una serie de hoteles, clubes, restaurantes y urbanizaciones. El mismo se ocupó de la arquitectura de los edificios, de su decoración, de la jardinería, gastronomía, clubes deportivos, fiestas y otras actividades que organizaba desde su residencia llamada El Principito. También participó como organizador, director y en algunos casos como socio, en la promoción de otras zonas turísticas de lujo en el Golfo Arábigo, Las Bahamas, Filipinas, México o Miami.

También toda una leyenda fue su fama de galán y conquistador, que hizo correr ríos de tinta. Su primer matrimonio fue con Ira de Furstemberg, con la que tuvo sus dos hijos. Se casó de nuevo en 1970 con Jackie Lane, con la que tuvo una niña. Posteriormente, estuvo unido a la modelo Heidi Balzar, a la que siguió la periodista Hidelgarde Shwaininger. En 1991 unió su vida a la de Marilys Haynes, que falleció en extrañas circunstancias en 2000, año en que al príncipe Alfonso de Hohenlohe se le detectó un cáncer de próstata. Los restos de Hohenlohe recibieron sepultura en el panteón familiar del cementerio de San Bernabé (Marbella).

jueves, 11 de noviembre de 2021

El Palacio de Congresos de Torremolinos

 

 Inaugurado en octubre de 1970, el Palacio de Congresos y Exposiciones de Torremolinos responde a un proyecto diseñado en el año 1967 por los arquitectos Rafael de la Hoz y Gerardo Olivares James por encargo de la Cooperativa de Promotores de la Costa del Sol. El Consejo de Ministros aceptó la adquisición del Palacio de Congresos y el 11 de abril de 1971 es inaugurado con la presencia del ministro de Información y Turismo, Alfredo Sánchez Bella.


Palacio de Congresos de Torremolinos.


El edificio responde a un diseño de claro sabor organicista, el ordenamiento del espacio hacia el bienestar del hombre. Su construcción constituyó todo un hito en la Costa del Sol y en Andalucía, que a través de él se abrieron a la captación del turismo de congresos.

El recinto se asienta sobre una finca de 70.000 metros cuadrados de superficie, de los cuales 18.000 metros cuadrados son jardines. El edificio se organiza en una planta circular en el que se distribuyen los diferentes auditorios de congresos, salas de comisiones, secretarías y dependencias anejas.

El hall central lo preside la pieza más icónica y emblema del turismo de congresos y negocios en España, su gran cúpula translúcida y su inaudita lámpara de cristales en el centro de un techo de despiece radial, como gotas de una cascada derramándose sobre el centro de la composición.

jueves, 22 de abril de 2021

El periodista que colaboró para imponer el franquismo

 

Luis Antonio Bolín Bidwell que nació en Málaga en el año 1894, y falleció en la misma ciudad el 3 de septiembre de 1969, fue un abogado y periodista español, jefe del Sindicato Nacional de Hostelería y Similares, procurador en Cortes durante las cuatro primeras legislaturas del franquismo y de 1952 a 1963 consejero de información de la embajada de España en Washington. Pero además alguien muy comprometido con la dictadura y un conspirador activo contra el régimen republicano.


Luis Bolín.


De una familia de la burguesía malagueña de origen extranjero, que por entonces residía en Málaga, dedicada al negocio marítimo, al cultivo de la caña y la exportación de vinos dulces, estudió en las universidades de Granada y Madrid, ampliando estudios en Londres. Su tío Manuel Bidwell y Hurtado, hermano de su madre, entonces era obispo auxiliar de Westminster. Durante la II República Española fue agregado de prensa en la embajada de España en Londres, corresponsal de ABC y miembro de la secretaría de la Sociedad de Naciones.

En febrero de 1936, Bolín jugó un papel importante en el alquiler del avión Dragon Rapide que trasladó el 18 de julio de 1936 al general Franco desde las Islas Canarias a Tetuán vía Casablanca, y como recompensa fue nombrado capitán honorífico de la Legión. El contrato del citado aparato lo realizó por encargo de Juan Ignacio Luca de Tena, director de ABC, junto con Juan de la Cierva. A los pocos días del golpe de Estado de 1936, el 21 de julio, Franco le envió a Roma, junto al citado Juan Ignacio Luca de Tena, como emisario personal ante Mussolini, para pedirle su apoyo.

Durante la Guerra Civil Española fue adscrito a la Oficina de Prensa y Propaganda de las fuerzas sublevadas en Salamanca, y fue el encargado de relaciones con los corresponsales extranjeros, hasta su cese en mayo de 1937. Autorizó una entrevista al general Franco realizada por un periodista francés que acompañaba al cámara René Brut, en su presencia y en el patio del Palacio de los Golfines de Arriba de Cáceres. También consiguió una entrevista para el periodista-espía Arthur Koestler, del News Chronicle, con Queipo de Llano en Radio Sevilla.

Su familia fue perseguida en Málaga, refugiándose en principio en el domicilio de sir Peter Chalmers Mitchell, el cónsul británico en funciones, casa en donde poco más tarde Bolín arrestaría a Koestler, y después en ‘Villa Maya’, la casa del cónsul de México, Porfirio Smerdou, casado con Concha Altolaguirre Bolín, hermana del poeta de la Generación del 27, Manuel Altolaguirre Bolín.

Sin embargo, la personalidad despótica de Bolín, que llegó a amenazar a muerte a numerosos corresponsales extranjeros, incluso los que estaban adscritos a medios a favor de Franco, y también por su empeño en negar el bombardeo de Guernica, hizo que el marqués del Moral, coordinador de la propaganda franquista en Londres, fuera a Salamanca personalmente a recomendar a Franco su cese.

Asimismo, a pesar de haber acogido a sus familiares en su casa, Bolín pretendía arrestar a Chalmers-Mitchell por la publicación de una carta suya en The Times, “denunciando las atrocidades de los insurgentes” y este, nada más salir de España, denuncia la detención de Koestler causando un revuelo a nivel internacional, con el magnate de la prensa William Randolph Hearst denunciando al arresto como una “violación inaceptable de los derechos de los periodistas de desempañar su profesión”.

Finalmente, tras la intervención de numerosos parlamentarios británicos, de H. G. Wells, de Winston Churchill ante el Foreign Office, del gobierno de Francia, la Liga de Naciones, la Cruz Roja e incluso el Vaticano, Koestler fue entregado a las autoridades británicas, en un intercambio de prisioneros con la esposa del aviador franquista Carlos Haya, el 14 de mayo de 1937. Ese mismo día, Bolín fue sustituido por Pablo Merry de Val, y nombrado “enviado especial de la Delegación en Inglaterra, Países Escandinavos y Estados Unidos” y, después, jefe del Servicio Nacional de Turismo.

Con la constitución del primer Gobierno franquista, el 30 de enero de 1938, fue nombrado director general de Turismo, cargo en el que permaneció durante quince años. Su sobrino Enrique Bolín Pérez-Argemí fue alcalde de Benalmádena.

miércoles, 3 de febrero de 2021

El museo de Cera de Torremolinos

 

El 24 de abril de 1972 se inaugura el Museo de Cera de Torremolinos. Antes del Museo de Cera de Barcelona y en el mismo año en el que se estrenó el de Madrid, en Torremolinos, todavía integrado en el municipio de Málaga, se inauguraba una sucursal de Madame Tussauds, artista francesa creadora de los museos de cera más famosos del mundo. El primero en Londres en 1835 donde instaló una colección permanente en Baker Street.


Entrada al Museo de Cera de Torremolinos.


En Torremolinos se reflejaron figuras y escenas históricas como las de Colón con los Reyes Católicos; Felipe II con Isabel de Inglaterra; Hernán Cortés recibido por Moctzuma y Francisco Franco acompañado por los príncipes de España, Juan Carlos y Sofía. Líderes como Richard Nixon o Indira Gandhi. Incluso Caperucita Roja y el lobo, además de una sala dedicada a los toros.


Fue el Museo de Cera de Torremolinos todo un revulsivo turístico en su época que cerró sus puertas a mediados de los 80, con casi 90 figuras donde también había personalidades del cine, la ciencia y el arte como Dalí, Neil Armstrong, Walt Disney o Elizabeth Taylor.


Contaba con seis secciones: historia, toreo, fantasía, literatura, flamenco y horrores. La guía costaba 25 pesetas. Algunos ciudadanos lo recordarán con ternura y otros con bastante miedo debido a la apariencia de algunos de los personajes.


El primer museo de Madame Tussauds y sus creaciones se hicieron muy populares y el negocio fue un gran éxito. El duque de Wellington a menudo recorría el museo para disfrutar de las efigies de él mismo y de Napoleón y Tussaud recreó también con detalle en una de las salas el espectacular escenario de la coronación de la reina Victoria de Inglaterra en 1837.

lunes, 30 de noviembre de 2020

La visita del Britannic

 

El 17 de febrero de 1951 el Britannic, de crucero por el Mediterráneo, trae a 200 turistas a Málaga. Realizaba un viaje turístico de 60 días en los que se tocaban 17 países diferentes en 21 escalas procedente de Gibraltar. Un buque de la compañía Cunard Line, con 26.943 toneladas de registro bruto y 217 metros de eslora, construido por encargo de la naviera White Star line, la propietaria del afamado Titanic, realizaba uno de los pocos viajes turísticos que realizó en su prolongada vida en el mar.


Trasatlántico Britannic.


Fondeado en la bahía y con 200 turistas norteamericanos, el Britannic, al que esperaban seis autobuses y un considerable número de taxis, tras desembarcar a la gran mayoría de sus pasajeros para que visitaran Granada, permaneció en aguas del Puerto de Málaga durante dos días. Unas intensas jornadas decruceristas que nada tenían que envidiar a las que se viven en nuestros días.


Pero existen otros hechos curiosos relacionadas con la visita de cruceros a Málaga, como la protagonizada por vapor de la Compañía Trasatlántica Española Infanta Isabel de Borbon en abril de 1925, momentos después de finalizar el fondeo en la dársena de Guadiaro, unas barcazas iniciaban la carga de unas mercancías que debían viajar a Argentina. Mientras esto ocurría, José Luís Duarte, el consignatario de la citada compañía en Málaga se reunía con el capitán del vapor para ultimar los detalles de una actividad que se había preparado para los pasajeros de primera.


Teniendo en cuenta que las paradas de los buques de esta naviera en el puerto malagueño duraban habitualmente ocho horas, Duarte, tras telegrafiar días antes a las oficinas centrales de la compañía, ofreció la posibilidad de que los 53 viajeros que ocupaban los camarotes más pudientes del Infanta Isabel de Borbon pudieran ver el desfile procesional de la Sagrada Cena desde varios balcones de calle Larios.


Tras celebrarse a las seis de la tarde una merienda especial a bordo, los viajeros de primera clase acompañados de varios oficiales del buque y el consignatario desembarcaron para ver la procesión.


Y aunque la hora límite para regresar al barco eran las once de la noche, ya que el Infanta Isabel de Borbon debía salir a las doce, el selecto grupo de viajeros no llegó a bordo hasta las doce y media, una circunstancia que motivó por el que el vapor de saliera de Málaga a las dos de la mañana, hora en la que según las crónicas de la época se encerró en la iglesia de la Victoria el cortejo procesional de la Sagrada Cena Sacramental de Nuestro Señor Jesucristo.


Hay que añadir que el éxito crucerístico malagueño no se remonta a solo unos cuantos años atrás, sino a muchos años más, un error que debería ser subsanado por los que ahora venden las excelencias de los atraques de este tipo de barcos en la ciudad de Málaga.