Mastodon Málaga y sus historias: periodista
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viernes, 7 de noviembre de 2025

Enrique Llovet, un malagueño muy ilustre

 

Enrique Llovet Sánchez, abogado, escritor, profesor, diplomático, guionista de cine, crítico teatral, teórico del arte dramático y dramaturgo, nació en Málaga en 1917 y murió en Madrid en 2010 a los 92 años de edad. Humanista fecundo y polifacético, desarrolló una brillante trayectoria periodística, primero como cronista de guerra y más tarde como crítico teatral, en algunos de los más importantes medios de comunicación españoles, pero destacó sobre todo por su incesante labor de promoción cultural dentro del panorama teatral de la Península, al que ha aportado numerosas adaptaciones.


Enrique Llovet.

Era hijo del médico Enrique Llovet Fernández y de Julia Sánchez García. En 1956 contrajo matrimonio con Carmen Baeza, hija de Ricardo Baeza Durán, diplomático, ensayista y traductor, y de María Martos en cuya casa se reunía una célebre tertulia literaria de la primera mitad del siglo XX). No se le conoce descendencia.

Sus primeros estudios los hizo en el Instituto malagueño Vicente Espinel. Su currículo universitario es extenso, tanto en España (Granada, Sevilla y Madrid) como en la Sorbona de París o en el Trinity College de Dublín. Se licenció Derecho, Filosofía y Letras, Políticas y Económicas. En 1950 ingresó en la Escuela Diplomática de Madrid. Fue Profesor y conferenciante en la Real Escuela Superior de Arte Dramático y la Universidad Autónoma de Madrid, entre otras. Ocupó la cátedra de teatro Tirso de Molina.

Ejerció como diplomático en diversas capitales del mundo como París y Buenos Aires, desde donde se inició como cronista utilizando el seudónimo de "Marco Polo" contando los acontecimientos de Oriente Medio, y otros trabajos periodísticos, textos que fueron publicados en distintos medios de comunicación de España, Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Italia y Alemania. Esta experiencia culminó con su obra “Oriente medio” (1959), por la que consiguió el Premio Mariano de Cavia.

Son numerosos los guiones cinematográficos de Enrique Llovet, entre los que se destacan, tras “Los últimos de Filipinas”, “Aeropuerto”, “Cervantes”, “Simón Bolívar” y “Divinas palabras”. Colaboró en el guion de “El Cid”, película épica, rodada en 1961, bajo la dirección de Anthony Mann, sobre la historia de Rodrigo Díaz de Vivar y el poema Mío Cid. El norteamericano Samuel Bronston fue el productor, con quien Llovet colaboró, en otras superproducciones cinematográficas. Fue guionista de diversas series de TVE, como las “Sonatas de Valle Inclán”. También en TVE se encargó del programa “300 millones”, programa cultural y de diversión para todos los países de habla española.

Autor teatral, fue sobre todo, un estudioso y adaptador del teatro mundial. Como adaptador y dramaturgo trabajó con los mejores directores y productores de su tiempo, como Miguel Narros, Adolfo Marsillach, José OsunaJosé Tamayo. Una de las creaciones más originales de Llovet fue el drama “Sócrates” (1972), centrado en la persona, las ideas y el final del gran filósofo griego.

Donde Enrique Llovet ejerció una labor ingente y muy meritoria en la escena teatral de la segunda mitad del siglo XX, fue en la adaptación de obras clásicas españolas y la traducción de extranjeras para su puesta en escena. Fue con la adaptación del “Tartufo” de Molière con la que consiguió un brillante impacto en la escena española, que desbordó lo literario para alcanzar lo político, ya que en la obra se criticaba claramente al gobierno de ese momento (1969).

En la década de los 80 hay que destacar la adaptación de la tragedia de ShakespeareAntonio y Cleopatra” (1980), estrenada en el Teatro Romano de Mérida, con la dirección de José Tamayo, uno de los más grandes directores de teatro de España.

Enrique Llovet ha sido reconocido por muchos, como uno de los entendidos y teóricos del teatro, de más prestigio de la segunda mitad del siglo XX. Como crítico teatral se inició en ABC, un periódico en el que publicaría durante muchos años sus aceradas y brillantes evaluaciones de la cartelera madrileña y nacional. Escribió también en el diario “Informaciones” y terminó publicando en “El País”. Escribió los libros “La formación del actor” (1964) y “Lo que sabemos del teatro” (1967) y dirigió diversas revistas literarias.

Fuente documental: Blog Malagueños Ilustres. Feliciano Robles

martes, 14 de octubre de 2025

El escritor que fue alcalde

 

Salvador González Anaya, hijo del comerciante y librero Joaquín González, tuvo una vocación literaria fue muy precoz: publicó a los veinte años su primer poemario, Cantos sin eco, al que siguió Medallones, ambos de carácter modernista. Siendo aún joven, sufrió una grave enfermedad a la que atribuyó su alejamiento de la lírica, dedicándose a partir de ese momento a la narrativa. En 1904 fundó en Málaga la sociedad La Decuria, tertulia de jóvenes escritores, periodistas y artistas, cuyos miembros compartían ideales estéticos y políticos. Su primera novela, Rebelión, supuso mensajes de aliento y críticas excelentes de Unamuno, Blasco Ibáñez, Galdós, Pardo Bazán, Benavente y Ortega y Munilla. Las ediciones de Rebelión se agotaron rápidamente a causa del rumor que circuló de que se trataba de una novela en clave, basada en personajes reales y con segundas lecturas políticas de carácter anarquista. A pesar de este éxito inicial, González Anaya dejó de escribir durante diez años y, a instancias de su padre, regentó la librería familiar en Málaga.


Salvador González Anaya.


Durante una visita a Málaga, Ortega y Munilla le convenció de que escribiera otra novela. Así, en 1915 vio la luz La sangre de Abel. A partir de 1921, sus novelas fueron apareciendo con regularidad, hasta la última, Tierra de señorío, publicada en 1952. Probablemente la mejor acogida por la crítica fue Nido de cigüeñas (1927). Sus hasta entonces Obras completas fueron publicadas en 1945 con un extenso prólogo de Gregorio Marañón.

Sin haber ejercido con continuidad la profesión de periodista, tuvo una importante actividad en ese terreno. Por su iniciativa se fundó el Montepío de Periodistas de Málaga, el primero que se instituyó en España. Fue también fundador y presidente de honor de la Asociación de la Prensa de Málaga.

Su actividad política se desarrolló en el Partido Liberal de Santiago Alba. Fue alcalde de Málaga en dos ocasiones (1916-1917 y 1935-1936). De su primer período como alcalde, dejó recogidas sus impresiones en el libro Año y medio en la alcaldía: glosario municipal. En su vida política no descuidó su faceta literaria, componiendo letrillas satíricas y panfletos dirigidos a sus adversarios políticos que circulaban de mano en mano. Puso sus dotes de prosista al servicio de sus artículos de prensa de contenido político. Al estallar la Guerra Civil se encontraba en Italia de viaje turístico. Permaneció en Tánger hasta la caída de Málaga, momento en que regresó a su ciudad natal.

Fue cronista oficial de la ciudad de Málaga, miembro de la Academia de Bellas Artes de San Telmo desde 1914 y presidente de la misma a partir de 1930. Fue, asimismo, fundador del Museo de Bellas Artes de Málaga, de cuyo Patronato fue presidente, y académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 1926, y de otras academias e instituciones españolas y extranjeras. Fue académico correspondiente de la Real Academia Española a partir de 1933, y académico de número en 1946, ocupando el sillón que había sido de Menéndez Pelayo y de Jacinto Benavente. Su discurso de ingreso versó sobre su concepción del costumbrismo y los escritores costumbristas malagueños.

La obra literaria de González Anaya se enmarca en el costumbrismo andaluz, con iniciales influencias del psicologismo naturalista de Zola, y fue alabada por críticos como Federico Carlos Sainz de Robles, quien destacó la fuerza expresiva de su estilo personal y cuidado. Otros críticos han destacado su carácter de novelas regionales, en las que se retrata la vida de los pueblos andaluces con una visión amable y optimista que contribuyó a su gran popularidad.


Fuente documental: Salvador González Anaya. Real Academia de la Historia. Web Historia hispánica.

martes, 21 de mayo de 2024

El periodista que murió en la indigencia

 

El escritor y periodista Manuel Martínez Barrionuevo nació en Torrox, el 23 de julio de 1857 y falleció en Madrid, 5 de enero de 1917. A pesar de su prolífica obra murió en la pobreza.


Manuel Martínez Barrionuevo.


Manuel Martínez Barrionuevo, de modestísima familia, hasta los quince años fue aprendiz en distintos oficios, entre ellos el de pastelero, ebanista, tipógrafo y herrero. Su verdadera vocación era sin embargo la literatura. Publicó sus primeros trabajos (artículos y poemas) en la prensa local de Málaga, y entró como redactor en varios diarios de vida efímera.

En 1885 se trasladó a Madrid, mereciendo la protección de Gaspar Núñez de Arce, quien lo colocó en el diario El Progreso;también escribió en Bandera Liberal y Diario Mercantil.

Ocho años después marchó a Barcelona. Entre 1905 y 1917 viajó por toda España, sin lograr nada más que malvivir con el producto de su pluma incansable, pues fue escritor muy fecundo. Cultivó la lírica, el teatro, la narración corta y la novela. Bastantes de sus narraciones están ambientadas en Andalucía. Poseyó un buen estilo, pero no tuvo la suerte de conocer un éxito definitivo que le consagrara. A partir de los 90 del siglo pasado abandonó la "buena literatura"e ingresó en las filas de la novela por entregas de tendencia moral, dualista y católica, con lo que tampoco logró salir de la pobreza ya que murió casi en la miseria.

jueves, 25 de enero de 2024

El Diván de Pérez

El café El Diván de Pérez se ubicaba en los bajos del número 3 de la calle Duque de la Victoria. Un local que ya existía desde finales del siglo XIX y que prolongó su existencia hasta comienzos del XX y que seguramente compartió protagonismo en el tiempo, con otro cercano bautizado con el nombre de La Castaña propiedad de Ángel Delgado de los Cobos, padre de la que posteriormente sería Maharaní de Kapurthala.



Edificio en Duque de la Victoria.


Este café tenía un único salón, al cual se accedía desde calle Duque de la Victoria a través de sus dos únicas puertas pintadas de color blanco. Divanes a uno y otro lado de la amplia estancia, y largas mesas de mármol blanco veteado delante de ellos. Al fondo el pulcro mostrador, y tras él su dueño, alto, corpulento y con un inmenso bigote blanco, el bonachón señor Pérez. Los divanes y su apellido sirvieron para nombrar este templo sagrado que sería de las letras, la política y del periodismo malagueño.

Muy cerca, se ubicaba la antigua central de correos enclavada en la calle del Císter, justo enfrente del Patio de los Naranjos de la catedral, concretamente en el Palacio de Zea Salvatierra. Razón por la cual, a determinadas horas del día pululaban buen número de carteros por sus instalaciones e incluso una vez concluida su jornada laboral, se evadían participando en alguna que otra partida de dominó. Al caer la tarde, y sobre todo a la hora de la cena, el ambiente era otro bien distinto, empezaban a llegar los asiduos a la tertulia.

Narciso Díaz de Escovar y su hermano Joaquín, el escritor Arturo Reyes, el poeta Ramón A. Urbano, el periodista José Carlos Bruna ,que escribía su crónica diaria desde el Diván de Pérez. El periodista Nicolás Muñoz Cerisola que fue el artífice de un artículo publicado en El Porvenir, en el que animaba a toda la ciudadanía a participar, en una cuestación popular para erigir un monumento al fallecido II marqués de Larios. También eran asiduos el periodista granadino Jerez Perchet, siendo presidente de honor de la misma, el director del diario Las Noticias Federico Moja Bolívar, Pepe Navas Ramírez representando a los redactores de prensa.Sin olvidar al maestro de actores José Ruiz Borrego, al erudito Miguel Bolea y Sintas o a un joven llamado Salvador González Anaya que quería ser escritor.

Una tertulia en la cual se departía sobre temas políticos, literarios, poéticos y artísticos. Y donde se le tomaba el pulso a la más rabiosa actualidad de aquella época. Cuentan que la noche del 25 de abril de 1898, día en el que EE.UU. declaró la guerra a España, no faltó a la tertulia ni uno solo de sus miembros.


Fuente documental: El Diván de Pérez: un café, un lugar de encuentro para una tertulia única. Salvador Jiménez Morales. Diario Sur, junio 2019 



viernes, 26 de mayo de 2023

La figura del periodista Esteban Salazar Chapela

 

Nacido el 24 de octubre de 1900 en Málaga, tras aprobar el bachillerato se matriculó en la Escuela Normal de Maestros. En 1919 se desplazó a Barcelona para inscribirse en la Universidad, en los estudios de Historia. En 1925 y a falta de un par de asignaturas para terminar la carrera se fue a Madrid, ciudad en la que residió varios años. En 1933 contrajo matrimonio con una ciudadana británica.


Esteban Salazar Chapela.


Tras el estallido de la guerra civil, en enero de 1937 partió para Valencia, en aquel momento capital de facto del Estado republicano. Tras diversos problemas con algunos miembros del Partido Comunista, especialmente con José Renau, a causa de su colaboración con la revista Hora de España, solicitó el ingreso en el cuerpo diplomático y en junio de 1937 tomó posesión como cónsul de España en Escocia. En febrero de 1939 partió para Londres con su mujer, donde la familia de su esposa les acogió.

En cuanto a su trayectoria y su obra señalar que fue colaborador asiduo de diversos medios madrileños durante la década de los treinta, como El Sol y La Voz y de las revistas La Gaceta Literaria y Revista de Occidente, se reveló como novelista en 1931 con Pero sin hijos.

Durante la guerra civil trabajó en el Servicio Español de Información, del Ministerio de Propaganda, una experiencia que relató en su novela En aquella Valencia (1995). En 1937 fue nombrado, como ya se ha reseñado, cónsul de la República en Glasgow, ciudad en la que se encontraba cuando finalizó la contienda. De allí se trasladó a Londres, donde transcurrió su exilio. Durante la Segunda Guerra Mundial fue cronista de la BBC, y, entre 1941 y 1943, ejerció la docencia como lector en la Universidad de Cambridge.

Desde su creación en 1944 fue secretario del Instituto Español de Londres, centro financiado por el Gobierno de la República en el exilio. Fuera de España se consagró como narrador. En 1947 publicó Perico en Londres, crónica del exilio republicano en Gran Bretaña. Desnudo en Picadilly vio la luz en 1959. Sus Cartas de Londres, artículos en los que comentó la vida cultural, social y política del Reino Unido y noticias sobre temas españoles e hispanoamericanos en aquel país, se publicaron en los principales periódicos de México, Caracas, Buenos Aires, Santiago de Chile y La Habana.

También colaboró en revistas literarias y culturales como Cuadernos Americanos (México), Asomante (Puerto Rico) o Cuadernos del Congreso por la Libertad de la Cultura (París), donde publicó algunos de sus cuentos y relatos breves. Esteban Salazar Chapela falleció en Londres, víctima de una septicemia, el 19 de febrero de 1965. En 1966, un año después de su fallecimiento, vio la luz su novela Después de la bomba.



jueves, 9 de marzo de 2023

Gerda Grepp, la periodista testigo de la guerra civil

 

Gerda Grepp fue una periodista y traductora noruega considerada, junto con Lise Lindbæk, como las primeras mujeres noruegas corresponsales de guerra. Realizando su trabajo fue testigo directo del desarrollo de la Guerra Civil en Málaga.


Gerda Greep.


Gerda Johanne Helland Grepp, nacida en Oslo (Noruega) en mayo de 190, fue hija del expresidente del Partido Laborista Noruego Kyrre Grepp y de la periodista Rachel Grepp. Aun siendo muy joven se casó con Mario Pietro Mascarín, con quien al parecer tuvo tres hijos, antes de divorciarse de él y tomar la decisión de viajar a España en 1936, como corresponsal y fotógrafa del periódico del Partido Laborista noruego Arbeiderbladet durante la Guerra Civil Española.

Tras desembarcar Barcelona en octubre de ese año, se trasladó a Madrid donde se integró en el grupo de intelectuales antifascistas participantes en el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura. En Madrid también coincidió con André Malraux y Ludwig Renn, con el que estuvo en el frente de Toledo. También colaboró con otros corresponsales noruegos en España, como Nordahl Grieg y Nini Gleditsch, para la instalación de proyectos sanitarios como el hospital sueco-noruego de Alcoy (Alicante). Durante su estancia en Madrid mantuvo al parecer una relación sentimental con el periodista Louis Fischer, amigo de Juan Negrín.

Tras el anuncio por el alto mando republicano en Valencia de la ofensiva contra Málaga, Gerda salió para la capital andaluza en enero de 1937 junto con Arthur Koestler, corresponsal del periódico británico News Chronicle. La periodista noruega saldría de Málaga el 6 de febrero, poco antes de que fuera arrasada por las tropas italianas aliadas del ejército sublevado, y de que Koestler fuese arrestado y posteriormente canjeado por la mujer de Carlos Haya.

Gerda Grepp escribió cinco reportajes sobre la guerra en Málaga. El primero de ellos se publicó en el periódico para el que trabajaba, el Arbeiderbladet, el día 5 de febrero. Los cuatro restantes los escribiría en Valencia, pero su publicación fue retrasada por la censura republicana. Según el relato de su biógrafa Elisabeth Vislie, al abandonar Málaga en un coche oficial, el pánico ante la inminente ocupación fascista había inundado la carretera de Almería de personas que huían de la ciudad, la célebre Desbandá. Según Vislie, ‘’en el bolso lleva una nota de papel escrita por Koestler. Allí había apuntado un número de teléfono de Londres. Cuando llegara a Valencia tendría que llamar al redactor de noticias internacionales de su periódico, el News Chronicle, e informar de que Málaga había caído y que Koestler se había quedado’’. Elisabeth Vislie, en su libro Ved Fronten, narra numerosas vicisitudes y anécdotas del paso de Grepp por Málaga.

Ya en mayo de 1937, Grepp se trasladó al frente norte donde pasaría varias semanas visitando las líneas defensivas del Ejército Vasco Republicano y presenciando la batalla de Bilbao. Enferma de tuberculosis, tuvo que abandonar la zona de guerra y regresar a Noruega. Murió a los 33 años de edad, como consecuencia de esa enfermedad, en la Noruega ocupada por los alemanes el 29 de agosto de 1940.

Fuente documental: Gerda Grepp, testigo de los últimos días. Enrique Benítez. La Opinión de Málaga, 6 de febrero de 2017.

viernes, 10 de febrero de 2023

El brigadista Humphrey Slater

 

De entre los escritores extranjeros que recalaron en España durante la Guerra Civil para combatir y escribir, destaca la historia de Humphrey Slater, uno de los más desconocidos y a la vez más singulares de todos ellos. Hombre de acción y de letras, voluntario británico en las Brigadas Internacionales, escribió Los herejes, novela inspirada en su paso por Málaga durante la contienda española y que confirmaría su viraje desde el comunismo militante hasta el antiestalinismo, de forma paralela a la de otros intelectuales como George Orwell y Arthur Koestler, cuyas obras tendrían un papel destacado en la propaganda anticomunista de la Guerra Fría.


Humphrey Slater.


Para Gerald Brenan, Humprey Richard Hugh Slater, “Hugh Slater”, como le gustaba entonces que le llamasen, era un personaje peculiar que surge de la nada en medio de la Málaga republicana del verano de 1936, un mes después del inicio de la Guerra Civil. Si a Brenan le parecía un personaje extraño en ese contexto, no es difícil imaginar qué podrían pensar los milicianos de un inglés bien parecido, alto, rubio y bien vestido, que decía ser periodista y que, encima, era comunista.

Málaga, durante esos días, era una ciudad de asesinatos, incendios y asaltos a industrias y casas señoriales. Protegidos por su nacionalidad, una colonia de extranjeros pequeña, pero con personajes de gran valía intelectual, serían testigos de esos meses de locura y dejarán textos que ayudan a comprender mejor la barbarie de aquellos momentos.

Entre todos ellos aparece Humphrey Slater, en este caso solo de paso, pero que llegará a toparse con Brenan, incluso llegó a dormir en su casa. Se trata de un comunista utópico que pasa de ser un niño bien de Oxford, donde inicia sus estudios, a creer firmemente en la revolución.

Andrés Trapiello, autor del libro, Las armas y las letras, sobre la literatura en la Guerra Civil, lo incluye dentro de los escritores anglosajones estelares, como Hemingway o Dos Passos, aunque desconocido en el caso de Slater, que llegan a España cargados de desconocimiento pero fascinados por el exotismo español. Intelectuales y escritores extranjeros ansiosos por vivir, lo que parecía, la última guerra romántica entre dos concepciones antagónicas del mundo que buscaban el aniquilamiento mutuo.

Nacido en 1906 en Inglaterra, Humphrey Slater tras pasar su infancia en Sudáfrica, de familia acomodada y buena educación, se convierte en pintor vanguardista de éxito, estudiando en una prestigiosa escuela de Londres y llegando a participar en exposiciones con sus obras abstractas. Durante los últimos años veinte toma dos decisiones transcendentales en su vida, se casa con Elizabeth Robertson y se afilia al Partido Comunista.

Ya militando en el Partido Comunista y con relaciones con otros intelectuales, que igual que él estudian en las mejores universidades inglesas, aprende ruso, francés, alemán y viaja a Moscú, París y Berlín expandiendo las ideas comunistas. Sus inquietudes políticas le llevan a pronunciar mítines, a escribir manuales de táctica militar e incluso a destrozar la figura de Hitler en el museo de cera de Madame Tussauds en Londres, por lo que fue condenado el 20 de mayo de 1933.

Sería entonces cuando los servicios de inteligencia británicos comenzaron a seguirle los pasos, a la vez que era abandonado por su mujer, cansada de las aventuras del intrépido comunista que se ve obligado a elegir entre ella y el partido.

Humprey Slater llega a España en 1936, como periodista, para incorporarse poco después al batallón de voluntarios británicos de las Brigadas Internaciones que apoyaban a la República frente a las tropas del general Franco. La documentación del servicio secreto británico, con un dossier de más de 500 páginas, permite reconstruir su paso por España.

En un primer momento colabora con la International Press Correspondance medio impreso editado por la Internacional Comunista, así como con otros medios del mismo sesgo ideológico, como el Rusia today. Según el Servicio Secreto Británico, llega a la península ibérica en septiembre del 36 y pasa por Madrid, Alicante y Valencia, desde donde manda crónicas fechadas el 5 de septiembre. Desde Málaga, el día 19, enviaría su crónica Letters from Spain. El día 24 ya está en Toledo, así que su paso por Málaga y su encuentro con Brenan se produjo sin lugar a dudas en torno a ese 19 de septiembre de 1936.

De forma muy resumida señalar que Slater trasa bandonar España después de participar en las batallas de Brunete, Jarama, Belchite o el Ebro vuelve a Inglaterra donde se encuentra al estallar la II Guerra Mundial. Slater será expulsado del Partido Comunista en enero de 1941, para sumar al antifascismo, un antiestalinismo furibundo, hasta el punto de convertirse en acérrimo enemigo de la ideología que tanto había ayudado a propagar.

En 1946 publicaría su novela El hereje en Málaga, que había escrito durante estos años, y que, con inicio en Málaga, y con la Guerra Civil como escenario, le lleva a dejar para la posteridad de forma novelada ese camino iniciado en la contienda fratricida, de la utopía y la fe ciega en la revolución comunista a la herejía de esta causa.


Fuente documental: Humphrey Slater, brigadista utópico. Cristóbal Villalobos. Revista Andalucía en la Historia. Número 63, 2019.

viernes, 2 de diciembre de 2022

El fundador del Centro de Estudios Andaluces

 

Adolfo Reyes C. Guillot. nacido en Málaga el 4 de febrero de 1890 y fallecido en la misma ciudad el 26 de marzo de 1968, fue periodista, novelista, ensayista y dramaturgo . Hijo del famoso escritor malagueño Arturo Reyes Aguilar y de Carmen Conejo GuillotAdolfo sufrió una grave afección en la vista en su niñez, lo que le impidió asistir a la escuela pero esta deficiencia fue compensada por su curiosidad y el afán de saber de un verdadero hombre de letras.


Adolfo Reyes.


En 1922 contrajo matrimonio con Victorina Téllez Alcaide. Tuvieron cinco hijos. Trabajó como funcionario en la Diputación Provincial de Málaga y manejaba varios idiomas, entre ellos el latín, griego, árabe y alemán. Colaboró en diferentes periódicos Los Lunes de El Imparcial, El Cronista y La Nación (de Buenos Aires).

Con respecto a sus proyectos culturales, en su juventud fundó la primera biblioteca circulante en Málaga, con el nombre de La Novelera Andaluza, con el objeto de acercar el libro y la cultura a los ciudadanos. Intentó publicar una revista con los Archivos Malagueños y crear una Biblioteca de Autores Malagueños.

En 1922 fundó el Centro de Estudios Andaluces junto a su amigo Juan Marqués Merchán, con un sugestivo programa que se vio truncado en 1936 por la Guerra civil española.

Dedicó tiempo también a otras actividades culturales en Málaga. Fue fundador y primer director del Instituto de Cultura de la Diputación Provincial, fue miembro de la comisión provincial de Monumentos de Málaga y de la Asociación de la Prensa de Málaga. Dirigió y sostuvo hasta su clausura la Real Escuela de Declamación, Música y Buenas Letras, fundada por José Ruiz Borrego, Narciso Díaz de Escovar y por su padre Arturo Reyes. Falleció a causa de un cáncer de laringe en 1968.

Sus obras completas se publicaron en 1969. En 1974 el Ayuntamiento de Málaga honró al escritor poniéndole su nombre a una calle del actual municipio de Torremolinos.

Cultivó muy variados géneros literarios como cuentos, novelas, ensayos, memorias y teatro dejando como huella la elegancia y la sutileza de su estilo. En sus escritos todavía se pueden admirar la musicalidad de la lengua, acompañada por una visión serena y una ironía delicada. Entre sus cuentos más conocidos están La Lámpara de Arcilla, La Llama, Idilio antiguo y Las noches de Chrysis.


jueves, 27 de octubre de 2022

Francisco Bergamín, un rondeño ilustre

 

Nacido en Ronda el 6 de octubre de 1885 en el seno de una familia humilde dedicada al pastoreo y las labores agrícolas, Francisco Bergamín, logró doctorarse en Derecho Canónico y Civil por la Universidad de Madrid. Casado con Rosario Gutiérrez López, tuvo trece hijos, entre ellos el escritor José Bergamín y el arquitecto Rafael Bergamín.


Francisco Bergamín.


Periodista en su juventud, como político llegó a ser diputado por la circunscripción de Málaga, distrito de Campillos, de 1886 a 1910. Fue, además, catedrático y formó parte del claustro de profesores de la Escuela de Comercio de la capital española, siendo además jurisconsulto. De hecho, fue elegido presidente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de 1919 a 1923 y decano del Colegio de Abogados de Madrid de 1922 a 1923.

Fue miembro del Partido Liberal-Conservador. Inició su carrera política como diputado por Málaga en las elecciones de 1886, escaño que volvería a obtener en los sucesivos comicios hasta pasar, en 1914, al Senado como miembro vitalicio.

Fue también director general de Hacienda en el Ministerio de Ultramar, vicepresidente del Congreso y consejero de Instrucción Pública; Eduardo Dato lo nombró ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes (1913) de Gobernación (1920); de Hacienda (1922) y, finalmente, desde esta última fecha ocuparía por solo tres días la cartera de ministro de Estado. De él escribiría José Ortega y Gasset en el periódico El Sol, el 12 de mayo de 1920: "En el gabinete hay dos hombres infinitamente inteligentes e infinitamente temibles: uno es el señor Bergamín, un malagueño frío".

El Colegio Bergamín de Málaga, fundado en 1916, fue bautizado con su apellido en su honor. Falleció en Madrid el 13 de febrero de 1937.

lunes, 10 de octubre de 2022

Uno de los malagueños más eruditos

 

La figura de Andrés Mellado es una de tantas que son poco conocidas en la historia de Málaga. Tuvo asiento en la Real Academia Española y, entre otros cargos, ocupó la alcaldía de Madrid y el Ministerio de Instrucción PúblicaNacido en Málaga en 1846 y fallecido en Biarritz en 1913 se trasladó desde su Málaga natal a Madrid, donde realizó sus estudios universitarios, licenciándose en Derecho y Filosofía y Letras en la Universidad Central. Hombre de gran cultura, fue un gran conocedor del lenguaje y de los clásicos latinos y griegos, pero su verdadera vocación fue el periodismo, a través del cual se inició en la política.


Andrés Mellado.


De ideas demócratas, durante la Revolución de 1868, entró como redactor de El Amigo del Pueblo, primer periódico federal, fundado en Madrid. Desde las páginas de este periódico, que se subtitulaba Diario de la República Democrática Federal, Andrés Mellado, empezó a defender con ardor las ideas republicanas.

Meses después, el 18 de mayo de 1869, El Amigo del Pueblo fue absorbido por La Igualdad, periódico que se autodenominaba Diario Democrático Republicano, y que aspiraba a convertirse en el órgano cualificado del Partido Republicano Federalista.

En este periódico empezó a trabajar Andrés Mellado como redactor, apoyando con sus artículos a Nicolás Salmerón y Emilio Castelar. Nombrado director, Mellado ejerció con entusiasmo sus funciones, hasta que surgió una de las crisis más graves por la que atravesó el Federalismo, el enfrentamiento entre republicanos federalistas y republicanos unitarios, que causó la forzada dimisión de Andrés Mellado.

Tras el corto reinado de Amadeo I y la breve I República, al quedar restaurada la monarquía con Alfonso XII, Andrés Mellado suavizó sus ideas políticas y empezó a trabajar como redactor del periódico El Imparcial del que en 1879 sería nombrado director.

A partir de ese momento inicia su carrera política afiliándose al Partido Fusionista de Sagasta, lo que le causó la crítica de algunos de sus antiguos correligionarios, quienes abandonaron El Imparcial para fundar El Liberal, que nacía como periódico claramente republicano.

A finales de agosto de 1889, siendo todavía director de El Imparcial, Mellado fue nombrado alcalde de Madrid. Sustituía a Alberto Bosch, cuya obligada dimisión se debía a importantes irregularidades detectadas en la administración municipal. El balance de la actuación de Andrés Mellado durante el año en que estuvo ocupando el cargo de alcalde de Madrid fue muy positivo, pues acabó con las lacras del gobierno municipal anterior, saneó las arcas municipales y reformó el servicio contraincendios. Además, organizó un gran número de festejos que atrajeron a Madrid a miles de forasteros

Pero como la verdadera vocación de Andrés Mellado era el periodismo, al año de llevar realizando la gestión municipal aceptó la propuesta que le hizo el periódico La Correspondencia de España de hacerse cargo de su dirección, dejando la alcaldía en 1890.

Un año después, en 1891, el prestigioso periódico Diario de la Marina de La Habana, le ofreció colaborar en él, y el Diario Español de Buenos Aires le hizo aceptar el cargo de corresponsal. Simultaneó todos estos trabajos hasta que fue nombrado gobernador del Banco de España, cargo que ocupó entre julio y diciembre del año 1902. Tres años después, el 26 de junio de 1903, fue nombrado ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes cargo que ocupó hasta el 31 de octubre de 1905.

Trabajador infatigable, paralelamente a su actividad como periodista, Mellado también conoció a fondo el campo de la política, en la que se inició como diputado del Partido Liberal, obteniendo su escaño por Puerto Rico en 1881 y en 1884 y posteriormente fue diputado cuatro veces por Málaga, su ciudad natal. Además fue senador representante de Cuba en 1898, y senador vitalicio desde el 6 de agosto de 1901. En sus intervenciones parlamentarias, tanto en el Senado como en el Congreso de los Diputados, demostró ser un orador parlamentario sobrio y elegante como lo era en sus artículos periodísticos. Por su erudición y cultura fue elegido académico de número de la Real Academia Española, el 5 de mayo de 1912. Ocupó el sillón K.

Andrés Mellado murió a los sesenta y siete años, en Biarritz (Francia), ciudad a la que había viajado para reponerse de la enfermedad bronquial Mellado es considerado no sólo como el gran periodista que escribió con pulcritud miles de artículos en la prensa española y americana, sino como un gran maestro de periodistas, pues sirvió de modelo para las generaciones posteriores.

jueves, 26 de mayo de 2022

Un periodista que se batió en duelo

 

Adolfo Suárez de Figueroa y Ortega, nacido en Estepona (Málaga) en 1860, fue un periodista hermano del también periodista Augusto Suárez de Figueroa,que alcanzó fama y renombre en Madrid, donde comenzó su carrera colaborando en 1880 en las páginas de El Imparcial, junto a su hermano. Allí destacó pronto su personalidad y categoría profesional dedicándose a las informaciones parlamentarias. Abandonó El Imparcial para entrar en 1885 en la redacción de El Resumen, órgano del Partido Reformista liderado por el general López Domínguez y que dirigía su hermano Augusto.


Portada de El Resumen.


Allí desarrolló sus labores periodísticas hasta que en 1893 Canalejas le ofreció a Augusto la dirección de El Heraldo de Madrid, quedando entonces Adolfo al frente de El Resumen. En 1895 se produjo un duro enfrentamiento entre López Domínguez y Adolfo Suárez, quien lo atacó directamente en un artículo del 26 de marzo de 1895.

Su situación se hizo insostenible en el periódico, lo que produjo su abandono y con él la mayoría de los redactores, que pasaron de la prensa liberal a la conservadora, desapareciendo El Resumen el 7 de abril de 1895. Romero Robledo lo llamó entonces para dirigir El Nacional hasta su desaparición en 1907.

En los primeros años del periódico, El Nacional mantuvo numerosos ataques contra Silvela y contra su órgano de difusión El Tiempo, dirigido por Guillermo Rancés. Los problemas acabaron en un duelo entre ambos directores que, aunque amigos personales, no dudaron en batirse sin graves consecuencias. Fue también colaborador habitual de La Correspondencia de España y del Diario Universal, que dirigía su hermano Augusto desde 1902.

Adolfo Suárez también desarrolló una carrera política, fue teniente alcalde de Madrid y diputado a Cortes durante varios años por la provincia de Málaga, así como senador por la provincia de León, aunque se negó siempre a aceptar cualquier cargo retribuido. Falleció en Madrid el 22 de noviembre de 1910 como consecuencia de una afección cerebral y fue enterrado en la capital de España. Su localidad natal, Estepona, le recuerda con una calle que lleva su nombre


Fuente documental: Adolfo Suárez de Figueroa y Ortega. Amparo Quiles Faz. Real Academia de la Historia.

viernes, 24 de septiembre de 2021

Tomás Rodríguez y Díaz Rubí, el dramaturgo que fue ministro

 

Tomás Rodríguez y Díaz Rubí destacó como dramaturgo. Hay investigadores que destacan su contribución al desarrollo de las reformas teatrales del siglo XIX y su decidida apuesta por los dramas históricos de intención política, que son auténticos alegatos contra las corruptelas, nepotismos, conjuras, intrigas y luchas de intereses que minaron el poder de la monarquía isabelina; el malagueño compatibilizó su faceta como periodista, poeta y autor teatral con la actividad política, donde ocupó diversos cargos hasta que fue nombrado ministro de Ultramar, por el Partido Moderado, en el último gabinete de Isabel II en 1868.


Tomás Rodríguez y Díaz Rubí.


Poco tiempo estuvo Rodríguez y Díaz Rubí al frente de este departamento, ya que fue nombrado el 15 de junio de 1868 y fue destituido el 20 de septiembre de ese año, cuando la Revolución de 'La Gloriosa' derrocó a Isabel II. Acompañó a la reina a su destierro en París, desde allí trabajó por la Restauración y cuando ésta triunfó fue nombrado comisario regio en La Habana e intendente general de Hacienda en Filipinas. También fue nombrado senador vitalicio; fue vicepresidente del Consejo de Estado, cargo en el que se jubiló.


Tomás Rodríguez y Díaz Rubí nació el 21 de diciembre de 1817 en Málaga en el seno de una familia acomodada; fue hijo de un comandante de Artillería Naval de ideología liberal, que fue perseguido por el régimen absolutista. Estudió en Granada y muerto su padre, en Melilla. Terminada su formación regresa a Málaga, donde fue testigo del fusilamiento de Torrijos y sus correligionarios. Tras estos acontecimientos se traslada a Madrid y la familia pasa por apuros económicos.


Es en ese momento cuando aparece la figura del conde de Teba y Montijo, Cipriano de Guzmán, que actúa como protector del joven y lo coloca como trabajador en su archivo, que en aquellos años era punto de reunión de lo más granado de la sociedad madrileña. Al tiempo, inicia su carrera como escritor. Sus inicios fueron en la poesía, pero desde 1840, cuando se estrenó la obra 'Del mal el menos' se dedicó a la producción teatral, en la que enseguida se distinguió como un ágil escritor de teatro en los que cultivó dramas, comedias, juguetes cómicos, zarzuelas y piezas de género andaluz.


También realizó colaboraciones en prensa, llegó a ser director de “El Sur”, fue director del Teatro Español de Madrid y el 17 de junio de 1860 ingresó como académico en la Real Academia Española. Tomás Rodríguez y Díaz Rubí murió el 13 de agosto de 1890.


Fuente bibliográfica: Diccionario Biográfico Español. Alberto Romero Ferrer. Real Academia de la Historia, 2010.

viernes, 17 de septiembre de 2021

El comerciante que se hizo periodista

 

José Bisso y Vidal nació en Málaga en 1830 y fue director y propietario de la importantísima casa comercial fundada por su padre Juan Bisso. En 1860 quebró la empresa que dirigía e ingresó entonces en el periódico Correo de Andalucía, donde como escritor y poeta satírico ocupó un puesto relevante.


Crónica General de Málaga, de José Bisso.

En 1864 se traslada a Madrid donde se da a conocer como redactor económico en La Epoca, siendo al mismo tiempo corresponsal financiero de los más importantes periódicos de París y Londres. Durante el periodo revolucionario de 1868 le ofrecieron primero la subsecretaría, y después la cartera de Hacienda, que rehusó modestamente. Al llegar la Restauración, el ministro de Hacienda Pedro Salaverría le nombró oficial primero del ministerio.


En esos mismos años fundó con el poeta y periodista cordobés Antonio Fernández Grilo la publicación El Andaluz. Con la colaboración de importantes literatos publicó la obra Castillos y tradiciones feudales, aunque su obra más relevante se considera Crónica de España, la provincia de Málaga. Falleció en 1893 en Madrid. Tiene una calle en Málaga con su nombre.

miércoles, 30 de junio de 2021

Antonio Luis Carrión, un adelantado a su tiempo

 

Antonio Luis Carrión, nacido en Vélez-Málaga en 1839 y fallecido en Madrid en 1893 fue un personaje polifacético, republicano, periodista, escritor, masón y diputado a Cortes. También fue secretario y amigo de Nicolás Salmerón, presidente del Congreso de los Diputados y efímero presidente de la I República.


Portada de la revista de la que era propietario y director.


Carrión fue un adelantado a su tiempo en numerosas cuestiones, ya que propulsó el juicio por jurado, la abolición del servicio obligatorio al Estado o la supresión de todo tipo de impuestos al consumo de subsistencia, asunto que no llegó a prosperar. Fue secretario de la Junta Revolucionaria de 1868 y diputado republicano federal por Málaga en la constituyentes de 1869 y en las elecciones de 1872 y 1873.


Dirigió las publicaciones Lope de Vega, El Papel Verde, El amigo del pueblo, y El Reformista Andaluz, en Málaga, el diario La Justicia en Madrid y El Tajo en Ronda. Pero su labor más destacada como editor y periodista la realizó en La Revista de Andalucía, publicada desde Málaga para toda Andalucía durante los primeros años de la Restauración y de la que también fue propietario.


Publicación de alto nivel científico y cultura, en ella se dan cita la plana mayor del krausismo madrileño y otros prestigiosos catedráticos malagueños y andaluces, que darán a conocer avanzados estudios científicos sobre historia, filosofía, moral, ciencias, educación, cultura, crítica literaria, psicología, política, arquitectura, arqueología, sociología, agricultura, periodismo o antropología, estando abierta también a la propia creación literaria en prosa y verso.


Entre los colaboradores de la revista se pueden citar nombres como Cánovas del Castillo, Pi y Margall, Guillen Robles o Josefa Ugarte Barrientos y Francisco Giner de los Ríos, creador de la Institución Libre de Enseñanza en Madrid, entre otros muchos.


En realidad, la labor de Carrión es poco conocida. Uno de los pocos estudios en profundidad sobre su vida y su obra lo ha realizado la historiadora Rosario Alicia Bretón García, en el libro titulado Antonio Luis Carrión (Vélez Málaga 1839-Madrid 1893). Antonio Luis Carrión tiene una calle con su nombre en Málaga en las inmediaciones de la estación de tren María Zambrano.

miércoles, 26 de mayo de 2021

José Creixell, el periodista y empresario que terminó en la ruina

 

A pesar de su importante papel en la sociedad malagueña, de la historia de la familia Creixell no existen muchos estudios relacionados con su trayectoria, quizá el más destacado sea el que el periodista Alfonso Vázquez incluye en su libro La mirada de Málaga: historia y vida de 20 familias malagueñas. Sin embargo sí se encuentran numerosos trabajos en relación a los importantes periódicos que fundó José Creixell.


José Creisell.


La familia Creixell, de origen catalán, fue una de las más influyentes de Málaga desde finales del XIX a mediados del XX. José Creixell Olivella llegó a Málaga en la década de 1880 y, junto con su socio Pedro Poch, fundó la imprenta Poch y Creixell. En 1886 pone en marcha La Unión Mercantil, periódico de corte conservador que llegó a convertirse en el más importante de Andalucía y en 1909, funda el semanario gráfico La Unión Ilustrada que también tuvo un enorme éxito a nivel nacional e internacional.


José Creixell se dedicó también al comercio. Creó la conocida como Casa Creixell, dedicada, en un principio, a la venta de papelería y objetos de escritorio que se fue ampliando hasta convertirse en almacén de objetos coloniales, droguería y ferretería.


Pero la desgracia se vino a cebar sobre el importante emporio familiar, que acabaría en la ruina. Las aguas de la riada que tuvo lugar en septiembre de 1907 arrasaron los almacenes de la Casa Creixell. En mayo de 1931 la sede de La Unión Mercantil y de La Unión Ilustrada fue incendiada y los almacenes de la Casa Creixell saqueados. Estos almacenes desaparecerían definitivamente en 1953 a consecuencia de un gran incendio.


En noviembre de 1931, volvieron a ponerse en marcha las rotativas de las citadas publicaciones, pero en febrero de 1936 volvieron a ser asaltadas y en julio del mismo año fueron incendiadas de nuevo. En agosto de 1931, José Creixell Olivella falleció en Madrid.

viernes, 21 de mayo de 2021

El autor del primer tratado sobre periodismo

 

Augusto Jérez Perchet nacido en Puerto Real (Cádiz), el 29 de marzo de 1844 y fallecido en Málaga en 1903, fue periodista y escritor de novela, poesía, teatro y ensayo. Residió la mayor parte de su vida en Málaga, donde desarrolló su actividad profesional, dirigió en semanario literario El Álbum en 1870, fue redactor jefe y director de El avisador malagueñoTambién trabajó en Granada como director del periódico La Lealtad y fue redactor jefe de El defensor de Granada y también en el El Correo de Andalucía desarrolló parte de su actividad profesional.


Portada del libro 'Impresiones de un viaje'.


En 1901 publicó Tratado de Periodismo, primera obra unitaria sobre periodismo que se conoció en España. En la obra se abordan cuestiones de estructura del texto informativo desde una perspectiva que, partiendo de la tradición retórica, apunta ya hacia soluciones periodísticas modernas, aplicadas también, bajo otros criterios, en otras culturas profesionales.


En ella su autor defendía la necesidad de que los periodistas contasen con una formación adecuada e instaba a los poderes estatales a crear estudios universitarios de periodismo. Perchet hacía sugerencias de preceptiva redaccional para las diferentes clases de textos que aparecían en las páginas de los diarios y, aunque no hablaba de géneros periodísticos como tales, sí marcaba unas pautas para posteriores distinciones entre ellos.


Augusto Jerez Perchet también describió la gran sinagoga de Gibraltar en su libro Impresiones de viaje, obra publicada en Málaga en 1870. En el capítulo titulado Gibraltar narra su visita a este enclave durante la primera semana de agosto, y en la misma se detiene a contemplar el citado edificio religioso de la comunidad judía.

Esta obra está considerada como uno de los primeros libros de viajes escritos por andaluces siguiendo las pautas que marcaran Richard Ford, Alejandro Dumas o Edmundo D’Amicis. Jerez Perchet se adentra no sólo en las ciudades, sino también por los escabrosos caminos que las unían.

lunes, 17 de mayo de 2021

El periodista que escribió zarzuelas

 

Nacido en Málaga el 30 de junio de 1846 en una familia humilde y sin muchos recursos, Francisco López García en su juventud marchó a Francia pero tuvo que volver a España. Era de ideología republicana y ejerció como gobernador civil de Ciudad Real durante la Primera República. Además de llegar a ser director artístico del Teatro Lara de Madrid.


Francisco Flores García. Caricatura de Tovar.


Participó en distintos periódicos y revistas de la época, como El Nuevo Día, periódico malagueño del que fue fundador, El Combate, junto a José Paúl y Angulo, La Ilustración Republicana Federal, El Pueblo, La Discusión, La Igualdad, El Liberal, El Imparcial, La Ilustración Ibérica o Madrid Cómico y el Heraldo de Madrid en los que usó distintos seudónimos para firmar sus artículos, entre los que se encontraban los de Córcholis, Sansón Carrasco y Diego de la Fuente.


En el teatro alcanzó un notable éxito, pues escribió cerca de un centenar de obras de todos los géneros, incluyendo zarzuelas. Escribió dos libros de ensayo de gran interés, El teatro por dentro. Recuerdos e intimidades y Memoria íntimas del teatro.


Su principales obras teatrales fueron, entre otras, las comedias, Un defecto, Llevar la corriente, Entre amigos, El once de diciembre, Los vidrios rotos, La más preciada riqueza y La madre de la criatura. Además escribió Las parrandas, Navegar a todos los vientos, El nacimiento de Tirso, Viruelas locas, Un defecto, Llevar la corriente, Receta contra el suicidio, La madre de la criatura, Galeotito, Guzmán el Malo, El primer actor, Una doncella de encargo o Meterse en Honduras.


Entre las zarzuelas destacan Ganar el pleito, El hijo de su papá, El maniquí y La mejor gramática. Los libretos de las obras líricas fueron escritas en colaboración con una larga nómina de compositores de su generación como Luis Arnedo, Apolinar Brull, José Cabas Galván, José Cabas Quiles, Casimiro Espino, Josep Fayós, Manuel Fernández Caballero, Gerónimo Giménez, Isidoro Hernández, Tomás Reig y Ángel Rubio.


Fue arrollado en Madrid por un tren en la estación del Mediodía al intentar cruzar un tramo de vía el 5 de abril de 1917. Flores García esperaba en la estación la llegada desde Barcelona de su amigo el actor Enrique Borrás. Falleció ese mismo día.

jueves, 22 de abril de 2021

El periodista que colaboró para imponer el franquismo

 

Luis Antonio Bolín Bidwell que nació en Málaga en el año 1894, y falleció en la misma ciudad el 3 de septiembre de 1969, fue un abogado y periodista español, jefe del Sindicato Nacional de Hostelería y Similares, procurador en Cortes durante las cuatro primeras legislaturas del franquismo y de 1952 a 1963 consejero de información de la embajada de España en Washington. Pero además alguien muy comprometido con la dictadura y un conspirador activo contra el régimen republicano.


Luis Bolín.


De una familia de la burguesía malagueña de origen extranjero, que por entonces residía en Málaga, dedicada al negocio marítimo, al cultivo de la caña y la exportación de vinos dulces, estudió en las universidades de Granada y Madrid, ampliando estudios en Londres. Su tío Manuel Bidwell y Hurtado, hermano de su madre, entonces era obispo auxiliar de Westminster. Durante la II República Española fue agregado de prensa en la embajada de España en Londres, corresponsal de ABC y miembro de la secretaría de la Sociedad de Naciones.

En febrero de 1936, Bolín jugó un papel importante en el alquiler del avión Dragon Rapide que trasladó el 18 de julio de 1936 al general Franco desde las Islas Canarias a Tetuán vía Casablanca, y como recompensa fue nombrado capitán honorífico de la Legión. El contrato del citado aparato lo realizó por encargo de Juan Ignacio Luca de Tena, director de ABC, junto con Juan de la Cierva. A los pocos días del golpe de Estado de 1936, el 21 de julio, Franco le envió a Roma, junto al citado Juan Ignacio Luca de Tena, como emisario personal ante Mussolini, para pedirle su apoyo.

Durante la Guerra Civil Española fue adscrito a la Oficina de Prensa y Propaganda de las fuerzas sublevadas en Salamanca, y fue el encargado de relaciones con los corresponsales extranjeros, hasta su cese en mayo de 1937. Autorizó una entrevista al general Franco realizada por un periodista francés que acompañaba al cámara René Brut, en su presencia y en el patio del Palacio de los Golfines de Arriba de Cáceres. También consiguió una entrevista para el periodista-espía Arthur Koestler, del News Chronicle, con Queipo de Llano en Radio Sevilla.

Su familia fue perseguida en Málaga, refugiándose en principio en el domicilio de sir Peter Chalmers Mitchell, el cónsul británico en funciones, casa en donde poco más tarde Bolín arrestaría a Koestler, y después en ‘Villa Maya’, la casa del cónsul de México, Porfirio Smerdou, casado con Concha Altolaguirre Bolín, hermana del poeta de la Generación del 27, Manuel Altolaguirre Bolín.

Sin embargo, la personalidad despótica de Bolín, que llegó a amenazar a muerte a numerosos corresponsales extranjeros, incluso los que estaban adscritos a medios a favor de Franco, y también por su empeño en negar el bombardeo de Guernica, hizo que el marqués del Moral, coordinador de la propaganda franquista en Londres, fuera a Salamanca personalmente a recomendar a Franco su cese.

Asimismo, a pesar de haber acogido a sus familiares en su casa, Bolín pretendía arrestar a Chalmers-Mitchell por la publicación de una carta suya en The Times, “denunciando las atrocidades de los insurgentes” y este, nada más salir de España, denuncia la detención de Koestler causando un revuelo a nivel internacional, con el magnate de la prensa William Randolph Hearst denunciando al arresto como una “violación inaceptable de los derechos de los periodistas de desempañar su profesión”.

Finalmente, tras la intervención de numerosos parlamentarios británicos, de H. G. Wells, de Winston Churchill ante el Foreign Office, del gobierno de Francia, la Liga de Naciones, la Cruz Roja e incluso el Vaticano, Koestler fue entregado a las autoridades británicas, en un intercambio de prisioneros con la esposa del aviador franquista Carlos Haya, el 14 de mayo de 1937. Ese mismo día, Bolín fue sustituido por Pablo Merry de Val, y nombrado “enviado especial de la Delegación en Inglaterra, Países Escandinavos y Estados Unidos” y, después, jefe del Servicio Nacional de Turismo.

Con la constitución del primer Gobierno franquista, el 30 de enero de 1938, fue nombrado director general de Turismo, cargo en el que permaneció durante quince años. Su sobrino Enrique Bolín Pérez-Argemí fue alcalde de Benalmádena.