Mastodon Málaga y sus historias: comerciante
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viernes, 29 de septiembre de 2023

José Marín García, un benefactor de la ciudad de Málaga

 

José Antonio Marín García era originario de Vélez Rubio, localidad almeriense donde nació el 1 de agosto de 1794, quedó huérfano de padre con muy corta edad y tuvo que dedicarse a la mendicidad. Al comienzo de la Guerra de Independencia se alistó en el ejército como voluntario y luchó contra los invasores franceses. Una vez finalizada la contienda se instaló en Granada donde contrajo matrimonio con Luisa Varela aunque sin lograr tener descendencia. Cuando quedó viudo en el año 1847 se estableció definitivamente en Málaga junto con su madre, su hermano Juan y su cuñada, Ana Reche, ya que aquí disponía desde hacía algún tiempo de una casa de comercio fruto de su sociedad con Pedro Cuartín.


José Marín García.


Un año antes de instalarse en la ciudad compró una parte de los terrenos donde estuvo situado el convento de los Trinitarios Descalzos, que había sido desamortizado unos años antes, y que era conocido como el Conventico. Allí, en el número 15 de la calle Casas Quemadas construyó una casa de tres plantas para destinarla a su residencia familiar y también una parte de ella a almacén al servicio de su empresa comercial. Y residió en esa calle, que actualmente recibe el nombre de José Marín García, hasta que el 8 de septiembre de 1868 le sobrevino una peritonitis que acabó con su vida a la edad de 74 años.

Durante su residencia en Málaga se convirtió en un próspero comerciante y fue un destacado personaje de la vida política y social de Málaga. Desempeñó diversos cargos públicos, entre ellos el de miembro de la Junta Provincial de Beneficencia o vicepresidente de la Diputación Provincial. Así mismo fue concejal del Ayuntamiento y durante su mandato fue nombrado obrero mayor, es decir, responsable de las obras municipales. Durante este período, en noviembre de 1847, remitió al cabildo municipal un escrito en el que informaba de la saturación del hasta entonces único patio que había en el cementerio de San Miguel y de la necesidad de reordenar y ampliar el camposanto, facilitando la construcción de mausoleos monumentales por parte de las familias acomodadas para que los ingresos obtenidos se invirtieran en la adquisición de los terrenos que había a espaldas del cementerio. También impulsó, junto con toda la clase dirigente malagueña, la ejecución de dos de las obras más importantes en la Málaga de aquella época, la construcción del ferrocarril Córdoba-Málaga y la del Puente de Tetuán.

Pero si importante fue su labor en puestos políticos y relevante su vida social en Málaga, más meritoria fue, sin duda, su faceta caritativa y filantrópica. Hombre íntegro y extremadamente austero en su vida personal y en sus costumbres, no regateaba esfuerzos cuando se trataba de ayudar a los demás. Costeó de su bolsillo parte del material sanitario necesario para acoger en Málaga a los soldados evacuados de África que habían contraído el cólera, colaboró en la construcción de un reloj en la Catedral, donó esculturas destinadas el ornato de la Alameda y participó en otras muchas obras de caridad y benéficas en las épocas de necesidades y calamidades públicas durante su estancia en Málaga. No conforme con ello, dispuso en su testamento que la inmensa mayoría de su fortuna personal, salvo algunos pequeños legados a familiares y amigos cercanos, se dedicara a dos importantes fundaciones humanitarias.

La primera de ellas estaba dedicada a la creación de una escuela de primera enseñanza y de una escuela agrícola para niños pobres en Vélez Rubio, su localidad natal. Además de la compra del solar y de una zona de campo para prácticas de agricultura y de la construcción del edificio del colegio, dejó un capital de un millón de reales para proveer su mantenimiento con los intereses obtenidos.

Para la ciudad de Málaga legó un capital de 1.600.000 reales que según indicó en su testamento, “…se invertirán anualmente en obras de utilidad pública a la ciudad de Málaga, invirtiendo a jornaleros aplicados al trabajo…”. También dejaba muy claro en otra parte de su testamento que estos fondos nunca deberían utilizarse para otros fines que no fueran retribuir a “…la gente jornalera proletaria de esta ciudad de Málaga”. Entre las obras realizadas con los fondos del legado destacan, el relleno de terrenos del puerto para la creación del Parque, la construcción del edificio del Ayuntamiento, el embellecimiento del Paseo de la Farola, la construcción de la casa de socorro del barrio de la Trinidad o la creación del Camino Nuevo.

jueves, 9 de febrero de 2023

El emprendedor Pedro Temboury

 

Procedente de la localidad francesa de Viellenave de Navarrenx, en 1867, un joven emprendedoe de 16 años, Pierre Temboury Saint-Paul, decide viajar a Málaga para probar fortuna. A su llegada cambió su nombre por el de Pedro Temboury, que se convertiría en el fundador de una conocida saga familiar.


El Conventico.


Pedro Temboury Saint-Paul empieza a trabajar a su llegada a Málaga como dependiente en un establecimiento de la calle San Juan para en 1873, y con el fruto de sus ahorros, abrir la primera ferretería de Málaga, en la calle Alhóndiga, junto a dos socios franceses y en 1878 abre un nuevo establecimiento comercial en calle San Juan, La llave, almacenes que poco a poco se fueron haciendo famosos y extendiéndose en varios puntos de la ciudad. Cuando cumple 33 años, en 1885, se casa con Francisca Álvarez Net, de una conocida familia de negocios textiles con la que tendría diez hijos.

La Llave al principio era un bazar francés, allí se vendían aparatos de cinematografía, quincalla, perfumes y camisas entre otros productos- La empresa se surtía de Francia y Alemania. En 1892 traslada el comercio a la nueva calle Larios, donde se abre camino con pujanza. Poco después adquiere un edificio, antiguo convento de Nuestra Señora de la Purísima Concepción y de Nuestra Señora de Gracia, El Conventico, en la calle Liborio García, como gran almacén, que ardió en 1901 en un suceso que revolucionó a toda la ciudad, ya que el incendio se prolongó varios días debido a su virulencia y a la desorganización, saldándose con dos víctimas mortales. Pero Temboury seguiría adelante, con un comercio que combinaba juguetes, bicicletas y artículos de ferretería.

En 1909, su hijo Juan, estudiante en Francia, enferma gravemente y los padres acuden en su ayuda. Fatalidades del destino, en la tierra que le vio nacer morirá de un ataque al corazón Pedro Temboury Saint-Paul. Juan Temboury Álvarez compartirá con sus hermanos el negocio familiar. La Llave ardería de nuevo en 1936 y renacería en un edificio de Guerrero Strachan en 1941, frente a La Cosmopolita, donde permaneció hasta 1984.

viernes, 21 de octubre de 2022

Un rico comerciante alemán

 

Aunque hunde sus raíces en el siglo XVII, el pasado germano de Málaga es a menudo desconocido. Hitos históricos o urbanísticos, personajes ilustres, familias destacadas y empresas pujantes demuestran su constante presencia.


Arroyo Wittemberg.


Uno de esos personajes fue Juan Wittenberg (con el tiempo escrito Wittemberg), nacido en Hamburgo (Alemania) y que se instaló en Málaga en 1660 para trabajar en la casa comercial de un paisano que en 1671 le ayudó a abrir su propio negocio.

En ese mismo año la familia adquirió una finca próxima al Monte San Antón. Los Wittenberg supieron introducirse rápidamente en la vida social de Málaga y españolizarse, así que no es extraño que en la segunda generación ya hubiese un sacerdote católico, Jorge Wittenberg, quien marchó al Perú, donde llegó a ser capellán del virrey, mientras que su sobrina fue religiosa en el convento del Císter y su sobrino formó parte del cabildo de la Catedral de Málaga.

En 1764, la casa de comercio al por mayor se llamaba Wittenberg, Lamair y Riecke y era una de las más veteranas de la capital. Parece que funcionó, ya con el nombre Wittenberg, Lamair y Cía, hasta finales del siglo XVIII.

El rastro de esta familia de ricos comerciantes se localiza todavía en El Palo en los terrenos de la desaparecida Hacienda de los Wittemberg. El arroyo Wittemberg, que pasa por la zona, tomó el nombre de los propietarios.

viernes, 17 de septiembre de 2021

El comerciante que se hizo periodista

 

José Bisso y Vidal nació en Málaga en 1830 y fue director y propietario de la importantísima casa comercial fundada por su padre Juan Bisso. En 1860 quebró la empresa que dirigía e ingresó entonces en el periódico Correo de Andalucía, donde como escritor y poeta satírico ocupó un puesto relevante.


Crónica General de Málaga, de José Bisso.

En 1864 se traslada a Madrid donde se da a conocer como redactor económico en La Epoca, siendo al mismo tiempo corresponsal financiero de los más importantes periódicos de París y Londres. Durante el periodo revolucionario de 1868 le ofrecieron primero la subsecretaría, y después la cartera de Hacienda, que rehusó modestamente. Al llegar la Restauración, el ministro de Hacienda Pedro Salaverría le nombró oficial primero del ministerio.


En esos mismos años fundó con el poeta y periodista cordobés Antonio Fernández Grilo la publicación El Andaluz. Con la colaboración de importantes literatos publicó la obra Castillos y tradiciones feudales, aunque su obra más relevante se considera Crónica de España, la provincia de Málaga. Falleció en 1893 en Madrid. Tiene una calle en Málaga con su nombre.

miércoles, 31 de julio de 2019

Muere Félix Sáenz

Félix Sáenz Calvo, nacido en San Román de Cameros (Logroño) en 1859, llega a Málaga en 1877, con 18 años, aconsejado por su familia ante el movimiento mercantil y comercial que caracteriza a la ciudad a finales del XIX. Un emigración similar a la protagonizada por los Larios y los Heredia.

Antiguos almacenes Félix Sáenz.
Trabaja siempre en el comercio, primero como empleado, luego asociado con José Jiménez y después con su tío José Sáenz, asociación que se prolonga hasta 1902.

Su primer comercio estaba en calle Nueva, esquina a calle Almacenes, y el segundo en calle Sagasta, desde donde proyecta la construcción del gran edificio de la Plaza de la Alhóndiga, que se hizo muy popular entre las clases sociales más modestas.

Fue diputado, senador vitalicio y teniente de alcalde del Ayuntamiento de Málaga. Muere el 9 de diciembre de 1926.