Mastodon Málaga y sus historias: comercio
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jueves, 13 de noviembre de 2025

Los carreteros

 

Los carreteros eran transportistas que movían mercancías dentro y fuera de Málaga con carros tirados por mulas, bueyes o caballos. Su función era vital para el comercio portuario y agrícola. En el puerto, llevaban vino, pasas, aceite o hierro hasta los almacenes o el ferrocarril.


El papel de los carreteros era esencial para el comercio.


En la ciudad, transportaban materiales de construcción, leña, carbón y productos de las huertas del Guadalhorce. En los pueblos, hacían rutas largas con carros cubiertos, llevando productos hasta Antequera, Vélez o Granada. Los carros eran de ruedas macizas de madera reforzadas con hierro, y muchos llevaban una campanilla o cencerro para avisar su paso por las calles estrechas.

Los carreteros se agrupaban en cuadrillas o compañías familiares. Los más experimentados trabajaban para casas exportadoras o fábricas (como las de Heredia o Larios). Había también carreteros independientes, que esperaban trabajo en los alrededores del Puerto o la Alameda.

Su jornada era larguísima, desde el amanecer hasta la puesta de sol. Dormían a menudo junto a sus animales, en corrales o patios de los barrios bajos, especialmente en El Perchel. Tanto aguadores como carreteros estaban asociados a los barrios populares; en El Perchel, junto al puerto y la estación, lleno de almacenes, corrales y cuadras; La Trinidad, con abundancia de pozos y talleres artesanos; Capuchinos y Cruz del Molinillo, zonas de paso hacia las fuentes y los montes.

Estos barrios formaban el corazón trabajador de Málaga, un mundo de mulos, cántaros, barro y sudor, donde la vida giraba en torno al agua, las bestias y el esfuerzo físico. En los grabados y relatos de viajeros del XIX (como Ford o Richard Twiss) se describe al aguador malagueño como una figura pintoresca: “Con su cántaro bruñido, su paso firme y el burro adornado con cintas y campanillas, sube entre el polvo de las calles, saludado por los niños y las amas de casa.” Y al carretero, cubierto de polvo y sol, guiando su mula al grito de “¡Arre, la blanca!”, símbolo del trabajo humilde pero indispensable.

jueves, 30 de octubre de 2025

La huelga general de 1872

 

La huelga fue convocada para el verano de 1872, concretamente manifestaciones y paros a partir del 26 de julio de 1872 en Málaga. Fue una huelga con carácter general en la ciudad con la intención era paralizar múltiples sectores, industria, comercio, oficios, no eran simplemente acciones parciales. La huelga se inscribía dentro de las prácticas reivindicativas del internacionalismo obrero de la época, donde los trabajadores empezaban a verse como parte de un movimiento más amplio.


La huelga paralizó las grandes industrias.


Durante la huelga hubo movilizaciones, cierres de fábricas, y presión social significativa hacia las autoridades y los empleadores. Esta huelga es considerada un momento culminante en la historia del movimiento obrero local, un punto de inflexión que mostró la capacidad de coordinación y movilización de los trabajadores.

También sirvió para reforzar la influencia de la Federación Regional Española en Málaga y en Andalucía, dentro de las disputas entre corrientes obreras (anarquistas, bakuninistas, otras tendencias). No obstante, la huelga no logró todos sus objetivos inmediatos por la resistencia de los poderes locales y las limitaciones organizativas de la época. Pero dejó una huella simbólica y práctica para movilizaciones posteriores.

Este proceso ha ido estudiado en la publicación del profesor Manuel Morales Muñoz, titulado “Historia de un conflicto social: Málaga, la huelga general del verano de 1872” en el que se analiza en detalle cómo esta huelga refleja las tensiones sociales del momento y las posibilidades del movimiento obrero malagueño. La huelga se produjo en un momento de efervescencia social y política, tras la proclamación de la Primera República española.

jueves, 9 de octubre de 2025

Los astilleros de Atarazanas

 

El término “Atarazanas” proviene del árabe dar al‑sina'a, que significa “lugar donde se construyen o reparan barcos”.El edificio original de los astilleros data probablemente del siglo XII, con posibles ampliaciones posteriores. Se trataba de un astillero rectangular con cinco naves longitudinales abiertas hacia el sur y cruzadas por otras diez naves perpendiculares.


Antigua fachada del asillero.


Durante el reinado nazarí alcanzó gran envergadura y fue uno de los principales edificios de la Málaga musulmana. Tras la conquista de Málaga en 1487, el edificio dejó de cumplir fines marítimos y fue adaptado como cuartel, hospital militar y almacén, entre otros usos.
Con el tiempo fue quedando en estado ruinoso y en el siglo XIX se decidió demoler parte de sus murallas y torreones para dar paso a un mercado cubierto más higiénico, en respuesta a las necesidades urbanas de la época. Entre 1876 y 1879, el arquitecto Joaquín de Rucoba levantó el actual Mercado Central de Atarazanas, conservando únicamente la puerta nazarí original
El diseño incorpora elementos del estilo neomudéjar —piedra, hierro, ladrillo— y mezcla referencias nazaríes y califales. En su interior destaca una gran vidriera policromada, realizada en 1973 por los hermanos Atienza, que ilustra monumentos emblemáticos de Málaga.

miércoles, 8 de octubre de 2025

El trabajo de las mujeres

 

En la Málaga del siglo XIX, el trabajo femenino fue abundante pero invisibilizado. Las mujeres sostuvieron tanto la economía rural, (pasas, aceite, huerta)), como la urbana, (fábricas, servicio doméstico, comercio menor), con un papel fundamental en la supervivencia de sus familias, aunque con escaso reconocimiento y derechos.


El campo y el servicio doméstico eran los sectores principales del trabajo de las mujeres. 


A finales del siglo XIX había en la ciudad tres mil trabajadoras en fábricas textiles, las faeneras que preparaban el pescado, las frutas frescas y los frutos secos para la exportación, las cigarreras, las lavanderas, las empleadas en el servicio doméstico, con diferentes categorías, desde institutriz hasta criadas, sirvientas o amas de cría, las trabajadoras a domicilio, con oficios como bordadoras, modistas, encajeras o calceteras. A estas mujeres obreras hay que sumarles aquellas consideradas de clase media, como las maestras, las dependientas o las enfermeras.

El pequeño comercio ofrecía prácticamente en exclusiva la oportunidad de que las mujeres fueran empresarias que regentaban su propio negocio, ubicado por lo general en el bajo de su propia vivienda. Las pequeñas tiendas de alimentación y los denominados cafés económicos estaban mayoritariamente en manos de mujeres. Por su parte, a principios del siglo XX se desarrolló la incorporación de las mujeres al comercio como dependientas, inicialmente en tiendas en las que su presencia era más aceptada socialmente.

La mujer estaba sujeta a la tutela masculina,padre o marido, lo que limitaba su autonomía económica. El salario femenino era siempre inferior al masculino, incluso en iguales tareas. En la ideología dominante, el trabajo de la mujer se concebía como complementario o “de necesidad”, subordinado al varón.


Fuente documental: La mirada recuperada. Memoria de Mujeres en las calles de Málaga. Víctor M. Heredia Flores. Área de Igualdad de Oportunidades de la Mujer. Ayuntamiento de Málaga Asociación Málaga Monumental. 2007

lunes, 14 de abril de 2025

Málaga y la I Guerra Mundial

 

La neutralidad de España en la Primera Guerra Mundial no significó que los malagueños no tomasen partido por uno de los dos bandos en combate. Mientras que los grupos de izquierdas apoyaban al bloque aliado (Inglaterra, Francia, Rusia y Serbia, entre otros países), los de derechas se inclinaron hacia las llamadas potencias centrales (Alemania, el imperio austrohúngaro, el otomano y Bulgaria).


Trinchera durante la I Guerra Mundial.


A medida que el tiempo discurrió, el enconamiento entre aliadófilos y germanófilos aumentó. Las posturas eran irreconciliables. El momento de mayor tensión se produjo en la primavera de 1917 con la disputa entre los que respaldaban el 'Álbum para la amistad hispano-germana' y los inscritos en la Liga Antigermanófilos, como los republicanos malagueños Pedro Gómez Chaix, Pedro Armansa, J. Cintora y E. Baeza.

La prensa de la época también mantuvo una actitud partidista. Los medios germanófilos atacaron a los países aliados, por entender que el bando alemán favorecía más a los intereses comerciales de Málaga. Por su parte, los aliadófilos consideraban que, en caso de que España rompiese su neutralidad, debería lucharse junto a Francia e Inglaterra. En las páginas de 'El Popular' se insistía en el argumento republicano de que en la guerra se enfrentaban «los ideales de la reacción contra los de la libertad».

Detrás de ambas posturas había motivos económicos de distinto tipo. Los aliadófilos defendían las relaciones comerciales con franceses e ingleses que venían de antiguo. Los germanófilos apostaban por los negocios especulativos. La división en la sociedad malagueña se prolongó hasta que terminó la guerra. La conflagración mundial repercutió en la economía malagueña. De ese modo, se vieron muy afectadas las exportaciones, que eran la base principal del comercio de la ciudad.

Fuente documental: La Gran Guerra dividió a los malagueños. Ángel Escalera. Diario Sur, 16 de noviembre de 2014

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viernes, 4 de abril de 2025

El Montepío de Cosecheros

 

El Montepío de Socorro a los Cosecheros y Viñadores del Obispado de Málaga, conocido también como el Real Montepío de Cosecheros, fue una institución fundada en 1776 por iniciativa de los hermanos José y Miguel de Gálvez. Su propósito principal era proporcionar préstamos sin interés a los cosecheros de productos como vino, aguardiente, pasas, higos, almendra y aceite del obispado de Málaga, evitando que tuvieran que vender sus productos por debajo del coste de producción a comerciantes extranjeros.


Aquí tuvo su sede el Montepío de Cosecheros.


En 1780, esta institución solicitó una parte del antiguo colegio de la Compañía de Jesús en Málaga, tras la expulsión de los jesuitas en 1767. Una real cédula en 1781 les concedió este espacio, donde llevaron a cabo obras de adaptación, incluyendo la construcción de una destacada portada de mármol gris diseñada por el arquitecto José Martín de Aldehuela. Esta fachada presenta un medallón de mármol blanco con el lema: "Socorre al diligente, niega al perezoso".

Posteriormente, en 1785, el Consulado del Mar se instaló en el mismo edificio, que más tarde sería conocido como la Casa del Consulado. Desde 1856, este inmueble alberga la Sociedad Económica de Amigos del País de Málaga, institución dedicada a promover la agricultura, la industria, el comercio y la educación. La fundación del Montepío de Cosecheros y su evolución reflejan los esfuerzos de la Málaga ilustrada por mejorar las condiciones económicas y sociales, impulsando el desarrollo agrícola y comercial de la provincia.

Según se refleja en el libro Efemérides Malagueñas de Díaz Escovar en 1815 existió un acuerdo del Montepío de Cosecheros de Málaga para pagar una cantidad por el uso de las veredas de Almogía, Colmenar y Casabermeja.

Este tipo de acuerdos eran comunes en la época, ya que los montepíos y otras instituciones solían contribuir al mantenimiento de caminos y veredas esenciales para el transporte de mercancías, en este caso, productos agrícolas como vino, pasas y aceite. Las veredas mencionadas conectaban zonas productoras del interior con Málaga, facilitando el comercio con el puerto.

jueves, 6 de marzo de 2025

La pescadería de San Andrés

 

La antigua pescadería en la playa de San Andrés se encontraba en la zona, donde se desarrollaba un importante centro de actividad pesquera en el pasado, donde los pescadores descargaban sus capturas y las vendían directamente al público.


Antigua pescadería en las playas de San Andrés (1909). Archivo UMA


La antigua pescadería, que había estado en lo que luego sería el Muelle Heredia, hubo de ser trasladada en la década de los años 90 del siglo pasado, puesto que se estaba realizando la reforma y ampliación portuaria de la zona, llevándola al oeste del Guadalmedina.

Además, en 1927 se acometió la rectificación y modificación del cauce del Guadalmedina, que vino a atravesar el nuevo asentamiento de las casas y almacenes de los pescadores y sus familias, que, una vez destruido, nuevamente hubieron de trasladarse más al occidente aún, a la altura de El Bulto.

Con el tiempo, la actividad pesquera en la zona disminuyó y la antigua pescadería fue perdiendo relevancia. Fue en los años 60 y 70 cuando se desarrolló un chabolismo muy patente, una vez ya las industrias habían dicho adiós hacía tiempo a la ciudad y lo que quedaba en la zona eran los restos de pescadores que ya, con el crecimiento del Puerto, habían dejado de acudir al Playazo de la Pescadería. A pesar de que la antigua pescadería ya no existe como tal, su recuerdo perdura en la memoria de los malagueños y en la historia de la ciudad.


Fuente documental: https://www.facebook.com/groups/ArchistoricoMalaga/posts/2826551934195928. Anton Ozomek Fernández. Archivo Histórico de Málaga


viernes, 24 de enero de 2025

Las exposiciones provinciales

 

Las exposiciones provinciales en Málaga durante el siglo XIX jugaron un papel fundamental en el desarrollo económico, cultural y artístico de la región. Estas exposiciones eran eventos en los que se mostraban los avances en agricultura, industria, artes y tecnología, siguiendo la estela de las grandes exposiciones internacionales que comenzaron a celebrarse en Europa durante ese siglo.


Isabel II visitó Malaga.


El objetivo principal era mostrar los progresos económicos y sociales de la provincia y fomentar el intercambio de ideas y conocimientos entre sectores. Estas exposiciones provinciales se inspiraban en eventos como la Gran Exposición de Londres (1851), adaptadas al ámbito local o regional. En el siglo XIX, Málaga experimentaba un auge industrial gracias a su pujante industria textil, metalúrgica y vitivinícola, lo que propició la necesidad de mostrar estos avances al público y atraer inversiones.

Entre las principales exposiciones provinciales en Málaga se encuentran la Exposición Agrícola e Industrial de 1846, que fue la primera gran exposición celebrada en Málaga. Organizada por la Sociedad Económica de Amigos del País, buscaba mostrar los avances en la agricultura, la pesca, la minería y la industria de la provincia. Incluyó muestras de productos locales como aceite, vinos de Málaga, pasas, y maquinaria agrícola.

La Exposición Provincial de 1862, que contó con la visita de la reina Isabel II, se celebró en un momento de apogeo económico para Málaga. Hubo una destacada presencia de productos industriales, especialmente textiles y metalúrgicos. El comercio internacional del vino de Málaga también tuvo un lugar destacado. Fomentó el desarrollo de infraestructura en la ciudad, incluyendo mejoras en las áreas urbanas.

También se puede destacar la Exposición de Bellas Artes y Artes Industriales (finales del siglo XIX). Este tipo de exposiciones promovían no solo la industria y la economía, sino también las artes y la cultura. Las obras de artistas locales y regionales tuvieron un lugar destacado, reforzando la identidad cultural de Málaga. El desarrollo del arte en Málaga, impulsado por figuras como Bernardo Ferrándiz y Emilio Ocón, se vio beneficiado.

En relación al impacto de las exposiciones, se puede señalar el impulso económico, gracias a la promoción de la industria malagueña, especialmente en sectores como la siderurgia, el textil y los productos agrícolas, posicionando a Málaga como un referente económico en el sur de España.

Aunque el turismo no estaba desarrollado como lo conocemos hoy, estas exposiciones atrajeron visitantes de otras provincias e incluso del extranjero, consolidando la imagen de Málaga como un centro de progreso. Además, estas exposiciones reforzaron la identidad cultural malagueña, destacando no solo los productos tangibles, sino también el talento artístico y creativo de la región. Por último, las exposiciones contribuyeron a la incorporación de nuevas tecnologías en sectores clave, desde la agricultura hasta la construcción urbana.

viernes, 13 de diciembre de 2024

Harinera La Malacitana

 

Con la llegada del ferrocarril en 1865 toman más auge las empresas harineras, al conseguir con más facilidad el grano necesario, siendo la desembocadura del Arroyo del Cuarto el sitio elegido para instalar las primeras de la ciudad.


Instalaciones de La Malacitana.


Entre las más destacadas figura la Fábrica de Harina La Malacitana, enclavada en el Paseo de Los Tilos, fundada en 1906 por Hijos de Francisco de las Peñas, una familia malagueña con una larga tradición industrial y cuya cabeza visible era Manuel Vázquez Caparrós. La sociedad había presentado antes en el Ayuntamiento un proyecto de edificio industrial firmado por el ingeniero de Madrid Luis Domingo de Rute que obtuvo su aprobación el 29 de Mayo de 1901. 

Las dependencias que integraban la fábrica eran el pabellón de limpias, una nave almacén de granos, un edificio administrativo vivienda para el conserje, despachos, oficinas y sala de ventas, otro pequeño almacén pabellón de portería y cuadras (al exterior) así cómo pabellón de panadería y nave para la batería de diez hornos.

El censo de la Cámara de Comercio fijaba en esas fechas un total de 17 fábricas de harinas para la provincia de Málaga, destacando entre ellas La Malacitana, con una capacidad de producción de 30.000 kilogramos diarios, la de San Simón de Simón Castel, la Harinera Malagueña y en Antequera destacaba La Concepción, todas estas fábricas estaban a la altura de las nuevas técnica de la farinería, donde dominaba preferentemente el nuevo método "austrohúngaro", el sistema Buhler,que sustituye las muelas o piedras de antaño.

jueves, 31 de octubre de 2024

Una empresa centenaria

 

José Davó Mosxica, nace en Crevillente (Alicante) en 1844, aunque se traslada a Málaga, y ya en 1886 trabaja en un negocio en calle Ollerías de la capital malagueña, dedicado a la venta al por mayor de zapatillas de yute.


Personal del establecimiento a principios del siglo XX.


A comienzos del siglo XX traslada el negocio a calle Carretería, con la denominación de “El Globo”, dedicándose a la comercialización de crin vegetal, borra y lana para colchones.

Años más tarde, en un nuevo edificio de esta misma calle, y bajo la dirección de uno de sus hijos, Manuel Davó de Casas, la firma se especializa en la producción de colchones y amplia sus actividades a la fabricación de baúles, camas de hierro y metal, sillería, lavabos, etc.

Bajo la dirección del nieto del fundador, Manuel Davó Marteache, el negocio se orienta definitivamente hacia el mundo del mueble, siendo una de las más tradicionales tiendas de este sector, bajo la denominación de Muebles Hijos de Manuel Davó. Esta compañía cesó su actividad recientemente.

lunes, 29 de abril de 2024

Piratas ahorcados y decapitados

 

Tras una intensa labor de vigilancia por parte de los barcos de la Real Armada, en junio de 1782 se logró apresar un barco pirata que había estado haciendo enorme daño al comercio marítimo en las costas malagueñas, pues asaltaban barcos, robaban la mercancía y cometían violencia contra las tripulaciones y pasajeros.


Panormica de Málaga en 1782,


Después del combate quedaron vivos tres piratas, los cuales, cargados de hierros, fueron llevados al puerto de la capital malagueña y puestos a disposición de la Justicia, que dictó sentencia de condena a muerte por horca y posterior decapitación y exposición de sus cabezas en diferentes puntos de la ciudad.

Los nombres de los piratas eran, Ams Fisson, danés, John Gorma, estadounidense y Cornelius Estorf, holandés, quien llevaba a cabo sus crímenes usando el nombre de James Rodi. Según las crónicas de la época, los reos eran de religión protestante, pero al estar en capilla «hicieron abjuración completa de religión y proclamaron la fe católica, confesándose con edificación, recibiendo la Eucaristía de manos de respetable sacerdote».

En la mañana del 6 de julio, fueron conducidos desde la cárcel hacia el patíbulo, que se hallaba situado en la playa, junto a Puerta del Mar, siendo acompañados por las Hermandades de la Santa Caridad y de San Juan Degollado, por el Alguacil Mayor, por varios miembros de la Congregación de San Felipe Neri así como por una nutrida escolta de infantería y caballería. Uno de los condenados iba en un burro y los otros dos a pie.

Los integrantes de la Hermandad de la Santa Caridad, como era su costumbre, se quedaron a distancia, no presenciando la ejecución, costumbre que venía desde 1701, cuando al ahorcar un criminal en Cádiz se rompió la cuerda y los hermanos de la Caridad recogieron al reo, lo trasladaron a su hospital y se negaron a entregarlo a la Justicia, tras lo cual, fueron procesados y se ordenó que desde entonces al consumarse la ejecución estuvieran los hermanos a distancia del patíbulo.

Fueron ejecutados primero Fisson, luego Gorman y en último luga, Estof. Los cadáveres permanecieron expuestos hasta las cuatro de la tarde custodiados por soldados. A esa hora retornó el verdugo, los desató y les cortó las cabezas, entregando los cuerpos a los Hermanos de la Caridad, según había ordenado el Alguacil Mayor.

Las tres cabezas fueron metidas en jaulas de hierro y se colocaron, una en la playa de San Andrés, no muy lejos del convento de los Padres Carmelitas, otra en la puerta que daba salida al Muelle Viejo y la tercera en la playa de la Caleta, a la vista del camino de Vélez-Málaga.

La Hermandad de Caridad obtuvo licencia para recoger las cabezas, que «solemne y cristianamente llevó a San Julián, dándoles sepultura en la capilla de los Ajusticiados, que era la del Santísimo Cristo del Consuelo».


Fuentes documentales: Efemerides históricas Malagueñas. Narciso Díaz Escovar y Joaquín Díaz Serrano. Imprenta de La Unión Mercantil, Málaga 1915. Tres piratas ahorcados y decapitados en Málaga capital. Blog Investigaciones Históricas Provinciales Malagueñas, julio 2018.

viernes, 21 de octubre de 2022

Un rico comerciante alemán

 

Aunque hunde sus raíces en el siglo XVII, el pasado germano de Málaga es a menudo desconocido. Hitos históricos o urbanísticos, personajes ilustres, familias destacadas y empresas pujantes demuestran su constante presencia.


Arroyo Wittemberg.


Uno de esos personajes fue Juan Wittenberg (con el tiempo escrito Wittemberg), nacido en Hamburgo (Alemania) y que se instaló en Málaga en 1660 para trabajar en la casa comercial de un paisano que en 1671 le ayudó a abrir su propio negocio.

En ese mismo año la familia adquirió una finca próxima al Monte San Antón. Los Wittenberg supieron introducirse rápidamente en la vida social de Málaga y españolizarse, así que no es extraño que en la segunda generación ya hubiese un sacerdote católico, Jorge Wittenberg, quien marchó al Perú, donde llegó a ser capellán del virrey, mientras que su sobrina fue religiosa en el convento del Císter y su sobrino formó parte del cabildo de la Catedral de Málaga.

En 1764, la casa de comercio al por mayor se llamaba Wittenberg, Lamair y Riecke y era una de las más veteranas de la capital. Parece que funcionó, ya con el nombre Wittenberg, Lamair y Cía, hasta finales del siglo XVIII.

El rastro de esta familia de ricos comerciantes se localiza todavía en El Palo en los terrenos de la desaparecida Hacienda de los Wittemberg. El arroyo Wittemberg, que pasa por la zona, tomó el nombre de los propietarios.

lunes, 17 de octubre de 2022

El cortijo de Santa Tecla

 

En Churriana (Málaga) todavía permanecen los restos de Santa Tecla, un hermoso cortijo incluido en el catálogo del Patrimonio Inmueble de Andalucía y que fue construido hacia 1850 por el comerciante de ascendencia alemana Federico Gross Lund.


Cortijo de Santa Tecla en la actualidad.

Este comerciante fue el fundador de Federico Gross y Cía, con almacenes en la calle Plaza de Toros Vieja, una compañía dedicada principalmente a las bodegas y a la exportación de productos tradicionales malagueños así como jarabe de frutos, vinos quinados, naranjadas, caramelos, productos navideños y hasta jabones. El nombre del cortijo se le impuso como homenaje a la mujer de Federico Gross, Teckla Gayen, con quien se casó en 1839.


Cortijo de Santa Tecla en el siglo XIX.


En la referida hacienda había plantadas viñas, aguacates y plantas exóticas. En 1906, cuando era propietario un hijo de la pareja, Federico Gross Gayen, recibió la visita de los recién casados reyes de España, Alfonso XIII y Victoria Eugenia, que hicieron su entrada acompañados por más de medio centenar de carruajes.

El joven monarca se quedó sorprendido por la belleza del cortijo y le comentó a la reina que le recordaba a la villa de Mouriscot, en Biarritz (Francia), donde se habían prometido en matrimonio.


martes, 22 de enero de 2019

Muerte de Félix Sáenz

Félix Sáenz Calvo, nacido en San Román de Cameros (Logroño) en 1859, de la misma zona de la que era oriunda la familia Larios, llega a Málaga en 1877, con 18 años, aconsejado por su familia ante el movimiento mercantil y comercial que caracteriza a la ciudad a finales del XIX.

Homenaje a Félix Sáenz, sentado junto a su mujer, poco antes de su muerte.
Trabaja siempre en el comercio, primero como empleado, luego asociado con José Jiménez y después con su tío José Sáenz, asociación que se prolonga hasta 1902.

Su primer comercio estaba en calle Nueva, esquina a calle Almacenes, y el segundo en calle Sagasta, desde donde proyecta la construcción del gran edificio de la Plaza de la Alhóndiga, que se hizo muy popular entre las clases sociales más modestas.

Fue diputado, senador vitalicio y teniente de alcalde del Ayuntamiento de Málaga. Muere el 9 de diciembre de 1926.