Mastodon Málaga y sus historias: sindicalismo
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jueves, 10 de marzo de 2022

El precursor de la lucha obrera malagueña

 

Rafael Salinas Sánchez, fundador de la Agrupación Socialista de Málaga, además de concejal, fue el precursor de la lucha obrera malagueña, cuya acción y propaganda se extenderían por toda AndalucíaSalinas nació en Málaga el 21 de junio de 1850 y a los 12 años comenzó su aprendizaje como tonelero, pasando por todos los escalones del oficio hasta llegar a oficial. Perteneció a la Sociedad “Fraternal” de los Trabajadores de Málaga y a la Sección de Toneleros de la Asociación Internacional de Trabajadores. Vinculado al grupo marxista de Madrid fue corresponsal administrativo de La Emancipación.


Rafael Salinas.


Perseguido por su actividad sindical y política tuvo que dejar Málaga embarcando en octubre de 1874 rumbo a Nueva York. De allí fue a Cuba, donde estuvo 2 años trabajando en la construcción de una línea férrea. Regresó a Málaga en 1876, volviendo a ausentarse en 1878 trasladándose a Valdepeñas (Ciudad Real) donde residió hasta finales de 1881 y desde donde contactó con el núcleo madrileño del PSOE.

En Málaga trabajó en la organización de los toneleros logrando el ingreso de esta sociedad en la Federación Nacional de Toneleros. En 1882, por su participación en una huelga, estuvo 7 meses en la cárcel sin que se le abriera ningún proceso, y sin tan siquiera ninguna autoridad judicial le tomase declaración. Al salir de prisión en 1883 se trasladó a Almería. De igual forma, tras una huelga de su oficio declarada en Almería, fue detenido y devuelto a Málaga custodiado por la guardia civil.

En 1884 participó en la creación del Ateneo Obrero de Málaga, que sería el germen de la Agrupación Socialista constituida definitivamente en 1885. En 1888 estaba en Jerez de la Frontera, donde puso las bases para la creación de otra sociedad de toneleros. En 1892 asistió al III Congreso de la UGT como delegado de los canteros de Zaragoza y los obreros de oficios varios de Málaga.

A finales de 1894 participó en la huelga textil de La Industria Malagueña de la Casa Larios, en la que también participó Pablo Iglesias enviado por el Comité Nacional de la UGT. Vetado por los empresarios de su ciudad natal embarcó en 1896 como polizón en un vapor que se dirigía a Brasil. Al no encontrar trabajo allí, se trasladó a Argentina. Al cabo de un año regresó a Europa, pasando por Liverpool, Amberes y Bruselas. El 5 de octubre de 1897 llegó a Málaga, donde a pesar de ser conocido de todo el mundo, se le retuvo en el Gobierno Civil durante todo un día con el pretexto de lograr su identificación.

En 1902 fue elegido presidente de la Federación Agrícola Andaluza, primer intento de organizar a los trabajadores del campo en esta comunidad. En 1903 escribió el folleto Obligado por la burguesía: refutación de sofismas burgueses. Fue director del periódico La Unión Social y en 1905 fue elegido vocal obrero de la Junta Local de Reformas Sociales. En 1907, sin trabajo se trasladó a Cádiz y de allí pasaría a La Línea y finalmente a Melilla, donde estuvo hasta 1912, quizás en la etapa más tranquila de su vida.

Fue delegado en varios Congresos del PSOE, también fue candidato a diputado por Málaga en las elecciones generales de 1891, 1893, 1898, 1901 y 1905. En 1896 lo fue por Vélez-Málaga y en 1905 y 1907 por Porcuna (Jaén). De Melilla regresó a Málaga donde trabajó como guarda vigilante de las carnes en el Ayuntamiento hasta noviembre de 1913 que resultó elegido concejal de la corporación malagueña en la candidatura de la Conjunción Republicano-Socialista. Fue su última participación en política. Debilitado por los años y las penurias, falleció en Málaga el 9 de enero de 1919.


Fuente bibliográfica: Fundación Pablo Iglesias.

lunes, 31 de agosto de 2020

Se organiza el sindicalismo rural


La implantación del movimiento obrero crece a lo largo del siglo XX, configurándose el perfil característico de la provincia de Málaga: predominio anarquista en la ciudad, donde el socialugetismo avanza lentamente; implantación socialista en el campo, con la creación de la Federación Agrícola de Málaga en 1919, y debilidad del sindicalismo católico, representado por la Federación Católico-Agraria (1919).

Francisco Largo Caballero.
La conflictividad fue muy alta en todo el período, destacando especialmente la primera década del siglo y los años del llamado "trienio bolchevique" (1918-1920), para perder intensidad después, remitir durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera y recobrar de nuevo fuerza a su término, en 1930.

La tipología de los conflictos aunque refleje la persistencia de viejas expresiones del malestar social como los motines contra los consumos o el caciquismo estuvo dominada por el recurso a la huelga como práctica más generalizada de lucha.

No es una casualidad que en el período álgido de la conflictividad coincidiesen la creación del somatén y del sindicalismo católico, instrumentos defensivos de los propietarios, y que se endureciesen las medidas represivas contra las organizaciones obreras.

En este sentido, en marzo de 1919, tras una intensa campaña propagandística para fomentar la organización del campesinado, se celebra el congreso constituyente de la Federación Agrícola Provincial, al que asisten Francisco Largo Caballero y 31 delegados de otros tantos municipios, con una propuesta de integración en UGT.

Aunque Antequera se resistió, y de hecho más tarde se adhirió a la CNT, empieza a consolidarse la hegemonía rural del socialismo. Málaga, de este modo, contradice el dominio anarquista del campo andaluz, y se convierte en un pilar de la futura Federación Nacional de los Trabajadores de la Tierra que se vertebrará en 1930 como rama sindical agraria de los socialistas.

En este congreso se demanda el estatuto del trabajador, mejoras alimentarias, subidas de los retiros, petición de que tributen sólo los rentistas, y se exige una amnistía política.

En marzo se crea también la Federación Católica-Agraria de Málaga, reflejo del movimiento asociacionista creciente en el campo, con la presidencia de José Gálvez Ginachero e integrada en la Confederación Nacional Católico-Agraria (CNCA),que comprendía 25 sindicatos, de los 4.000 que en octubre de dicho año pertenecían a ésta en todo el Estado.

El 10 de agosto se constituye la Federación Comarcal de Málaga de la CNT y el anarcosindicalismo en el medio rural empieza a tomar fuerza en la provincia.

Según diferentes estudios, en positivo o negativo, la sociabilidad, las relaciones laborales y personales, la vida cotidiana, estaban mediatizadas por sindicatos que, entre sus fines, tenían el de evitar abusos como, por ejemplo, los sufridos por campesinos de la Vega de Málaga, obligados por los administradores de las fincas que labraban a vender la remolacha a determinadas fábricas.