Mastodon Málaga y sus historias: tertulia
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viernes, 20 de junio de 2025

La cultura de la burguesía

 

En el siglo XIX Málaga era una ciudad muy cosmopolita debido a su activo comercio, al desarrollo de su industria y a su clima que atraían a numerosos extranjeros, algunos de los cuales se quedaban en la ciudad a vivir de forma permanente. Este cosmopolitismo llevó aparejado una intensa vida social.


Archivo Muncipal de Málaga.


A partir de 1830, el enriquecimiento de la ciudad y la aparición de una burguesía industrial y comercial provocaron una mejora en el nivel de vida y un deseo de elevar el nivel cultural de la ciudad con la creación de organismos que canalizaran las actividades culturales. De este modo comenzaron a aparecer clubes, como el Círculo Malagueño, fundado en 1841, que contaba con gran número de socios. O el Liceo, sociedad de recreo para la clase media, formada por industriales, comerciantes, profesionales liberales, y artistas que se inauguró el 18 de enero de 1843. Sus objetivos eran difundir y proteger la cultura. Eran famosas sus tertulias, los juegos florales, exposiciones de pintura, entre otras actividades. También fomentó la afición al teatro con la fundación de su Academia Dramática y Literaria.

En 1862 se creó el Círculo Mercantil, que sólo admitía como socios a personas relacionadas con el comercio y las reuniones que se celebraban en su sede eran exclusivamente para tratar cuestiones mercantiles, pero con el tiempo sus actividades derivaron y se convirtió en un centro de ocio y diversión.

En 1869 un grupo de aficionados a la música creó la Sociedad Filarmónica. Un colectivo que organizaba recitales y conciertos en los teatros Principal y Príncipe Alfonso, en el Liceo, en la Fonda de la Victoria, en el Hotel Londres, entre otros,

Su primer director, el músico Eduardo Ocón, creó una escuela de música o conservatorio donde se daban clases gratuitas no sólo a los socios, sino también a otros aficionados que no lo fueran. Este será el origen del Conservatorio de Música María Cristina, inaugurado el 15 de enero de 1880.

Fuente documental: Siglo XIX: documentos del Archivo Municipal de Málaga. Carmen Urbaneja Caffarena y otros. Ayuntamiento de Málaga, Área de Cultura, 2020.

martes, 17 de diciembre de 2024

Café El Munich

 

El Café Munich, fundado en 1903, fue uno de los establecimientos más emblemáticos de la ciudad en su época. Estaba situado en la entrada del Pasaje de Chinitas. Era un local de reducidas dimensiones que, había sido una barbería y fue reconvertido por un señor al que llamaban «Garbancito». Cuentan que a este señor le tocó un premio de la lotería de la ciudad de México. Aunque muy vistoso, sus adornos eran de cartón piedra.


Café El Munich.


Fue conocido por su elegante decoración, que combinaba influencias modernistas y detalles europeos que evocaban la atmósfera de los grandes cafés de ciudades como Viena o París.

El café se convirtió en un punto de referencia para debates culturales, tertulias literarias y reuniones de escritores y poetas.

Se caracterizo por la seriedad ambiental, en su poco espacio del local, eran muy frecuentes también las tertulias de los comerciantes de la zona y de los industriales. En su oferta culinaria destacaban sus caldos y sus pajaritos y sobre todo por su cerveza de una calidad insuperable para la época. En los años treinta del siglo passado se celebró en este establecimiento el centenario del romanticismo.

jueves, 25 de enero de 2024

El Diván de Pérez

El café El Diván de Pérez se ubicaba en los bajos del número 3 de la calle Duque de la Victoria. Un local que ya existía desde finales del siglo XIX y que prolongó su existencia hasta comienzos del XX y que seguramente compartió protagonismo en el tiempo, con otro cercano bautizado con el nombre de La Castaña propiedad de Ángel Delgado de los Cobos, padre de la que posteriormente sería Maharaní de Kapurthala.



Edificio en Duque de la Victoria.


Este café tenía un único salón, al cual se accedía desde calle Duque de la Victoria a través de sus dos únicas puertas pintadas de color blanco. Divanes a uno y otro lado de la amplia estancia, y largas mesas de mármol blanco veteado delante de ellos. Al fondo el pulcro mostrador, y tras él su dueño, alto, corpulento y con un inmenso bigote blanco, el bonachón señor Pérez. Los divanes y su apellido sirvieron para nombrar este templo sagrado que sería de las letras, la política y del periodismo malagueño.

Muy cerca, se ubicaba la antigua central de correos enclavada en la calle del Císter, justo enfrente del Patio de los Naranjos de la catedral, concretamente en el Palacio de Zea Salvatierra. Razón por la cual, a determinadas horas del día pululaban buen número de carteros por sus instalaciones e incluso una vez concluida su jornada laboral, se evadían participando en alguna que otra partida de dominó. Al caer la tarde, y sobre todo a la hora de la cena, el ambiente era otro bien distinto, empezaban a llegar los asiduos a la tertulia.

Narciso Díaz de Escovar y su hermano Joaquín, el escritor Arturo Reyes, el poeta Ramón A. Urbano, el periodista José Carlos Bruna ,que escribía su crónica diaria desde el Diván de Pérez. El periodista Nicolás Muñoz Cerisola que fue el artífice de un artículo publicado en El Porvenir, en el que animaba a toda la ciudadanía a participar, en una cuestación popular para erigir un monumento al fallecido II marqués de Larios. También eran asiduos el periodista granadino Jerez Perchet, siendo presidente de honor de la misma, el director del diario Las Noticias Federico Moja Bolívar, Pepe Navas Ramírez representando a los redactores de prensa.Sin olvidar al maestro de actores José Ruiz Borrego, al erudito Miguel Bolea y Sintas o a un joven llamado Salvador González Anaya que quería ser escritor.

Una tertulia en la cual se departía sobre temas políticos, literarios, poéticos y artísticos. Y donde se le tomaba el pulso a la más rabiosa actualidad de aquella época. Cuentan que la noche del 25 de abril de 1898, día en el que EE.UU. declaró la guerra a España, no faltó a la tertulia ni uno solo de sus miembros.


Fuente documental: El Diván de Pérez: un café, un lugar de encuentro para una tertulia única. Salvador Jiménez Morales. Diario Sur, junio 2019 



viernes, 24 de junio de 2022

Las tertulias de Rosa Pérez de Solano

 

Entre la burguesía emergente de la Málaga del XVIII, se encuentra Rosa Pérez de Solano que residió en una casa señorial, ya desaparecida, que se ubicaba en la Plaza de Arriola, con fachada posterior al río.


Plaza de Arriola a principios del siglo XX.


Rosa era viuda del importante comerciante alemán Juan Klentze, que falleció en1776, y tras la muerte de su esposo fue la única mujer que, con cierta relevancia, se interesó en los intercambios mercantiles con América. Buena parte de su fortuna la gastó en la construcción de un convento para las monjas Dominicas de la Aurora, además de donar bastantes fondos para obras de caridad.

Pero especialmente Rosa Pérez de Solano era conocida en su tiempo por las tertulias que organizaba en los salones de su mansión de la ya citada Plaza de Arriola durante muchos años. Tertulias y reuniones en los que participaron inicialmente miembros de la colonia de comerciantes alemanes y nórdicos asentada en Málaga, para más tarde ampliar el círculo de relaciones sociales con la presencia de aristócratas y eclesiásticos.

En las tertulias organizadas por Rosa eran habituales varios canónigos, sacerdotes y frailes, así como representantes de las familias de origen extranjero más importantes de la ciudad, como los Nagel, Wittemberg, Hoppe, Reissig, Wünderlich, Krauel, Petersen o Rein. Rosa Pérez de Solano murió en 1804,


Fuente documental: Memoria de mujeres en las calles de Málaga. Víctor M. Heredia Flores. Ayuntamiento de Málaga

jueves, 11 de marzo de 2021

Los cafés de Málaga

 

Lo mismo que sucedía en Madrid, París, Londres, Venecia o Amsterdam, los cafés malagueños se convierten desde finales del XVII en un elemento central de la vida social. Numerosos viajeros sostienen que en Málaga se consume el mejor café del mundo.


Café La Loba.


En los establecimientos donde se consume café se forman las tertulias en las que se discuten las cuestiones de la agitada vida política y social de la época. Y en las primeras décadas del siglo XX mantienen su vigor como centros de actividad social capaz de aglutinar, con su variada oferta, a todos los grupos sociales.


Hay cafés portuarios, obreros, aristocráticos, populares, políticos, espacios de diversión para los calaveras de ese tiempo y lugares de esparcimiento para la clase trabajadora. Casi todo ocurre en los cafés, salvo la incorporación de la mujer en igualdad de condiciones que los hombres.


En Málaga, las noticias corren y se comentan en el Café Madrid o el Senado de calle Granada, La Loba o el España en la Plaza de la Constitución, y tantos otros que trazan el itinerario de los grandes cafés de la ciudad. Como los divanes de Ariza o Juan Rico, el Gallo, el Suizo en calle Compañía, el Duque frente a la Aduana, o los más marineros de la Maestra y el Canarias.


En Málaga también triunfan los cafés cantantes, escenarios privilegiados para el arte flamenco. Acaba de desaparecer el célebre Café del Sevillano, situado en la calle Siete Revueltas, después convertida en la Plaza de las Flores, muy conocido en toda España por tener las mejores voces de la época, igual que el Café del Turco. Los cafés de la ciudad se reinventan constantemente, abriendo y reabriendo con los mismos o diferentes nombres, con parroquianos fieles y visitantes de ocasión.

lunes, 28 de enero de 2019

Se crea la Peña Malaguista

En los altos del antiguo café El Gallo, en la calle Salinas número 9, tuvo su primera sede la Peña Malaguista, la primera de carácter deportivo fundada en la ciudad, concretamente el día 24 de febrero de 1951, fecha en la que se constituyó la directiva, presidida por Antonio Gómez Téllez, y se bendijo el local, cuya adecuación costó 150.000 pesetas.

De izquierda a derecha, Antonio Gómez Téllez, padre Luis Vera y Juan Cortés Salido
durante la bendición de la nueva sede. Foto: Sur.
"La Peña -con más de 200 socios- se crea como centro de reunión, de tertulia, de hogar para los que gustan de hablar de fútbol sin interrupciones ni desvíos", según recogía la prensa del día.