Mastodon Málaga y sus historias: liberal
Mostrando entradas con la etiqueta liberal. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta liberal. Mostrar todas las entradas

martes, 10 de junio de 2025

El destacado político que murió en la pobreza

 

Antonio Sánchez del Río y López de la Rosa, que adoptó el nombre de Antonio de los Ríos Rosas, fue un destacado político y orador del siglo XIX, nacido en Ronda en 1812. Desarrolló su carrera en Málaga, Granada y Madrid. Miembro del Partido Moderado y luego de la Unión Liberal, ocupó en varias ocasiones la cartera de Gobernación, fue ministro plenipotenciario en Lisboa y embajador en Roma.


Retrato en el Congreso de los Diputados de Antonio de los Ríos.


Hijo de un abogado y fiscal de Rentas del Tabaco y de los Pósitos, se licenció en Derecho por la Universidad de Granada. Ya miembro del Partido Moderado, accedió por vez primera a las Cortes Generales como diputado por la provincia de Málaga en 1836. Contrario a las maniobras del general Espartero durante la Regencia de María Cristina, se opuso frontalmente al mismo a partir de 1840. Con la caída del general y la mayoría de edad de Isabel II, fue nombrado miembro del Consejo Real.

​A lo largo de los años evolucionó hacia posiciones menos absolutistas y más proclives hacia un moderantismo democrático, oponiéndose a Narváez en la Década Moderada, si bien también se opuso firmemente a las modificaciones constitucionales que se proponían desde el Gobierno del Bienio Progresista, más próximo a la vieja doctrina de la soberanía compartida entre la Corona y las Cortes. Con la llegada de Leopoldo O'Donnell al poder en los gobiernos de la Unión Liberal, se le encargó la redacción del Acta Adicional para hacer más liberal la restaurada Constitución de 1845 y fue nombrado ministro de Gobernación el 14 de julio de 1856 en el primer gobierno, aunque cesó en octubre del mismo año.

Jurista de gran prestigio, en 1852 ingresó en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. Posteriormente fue embajador de España en Roma y llevó el peso de las negociaciones para restablecer las relaciones diplomáticas con la Santa Sede y poner de nuevo en vigor el Concordato de 1851. A partir de 1861 se va separando de la línea de O'Donnell y en 1863 es elegido presidente del Congreso de los Diputados en los momentos más críticos de la Unión Liberal, ingresando en la Real Academia Española y siendo elegido presidente del Ateneo de Madrid. Durante dos años es desterrado por Narváez en Canarias.

Tras la caída de la monarquía, durante el Sexenio Democrático fue elegido miembro del Consejo de Estado y se mantuvo dentro de los moderados alejado de las tentaciones republicanas y apoyó la elección de Amadeo de Saboya como rey de España.

Pero el fracaso de esta experiencia y el advenimiento de la Primera República le acercaron a las tesis de Emilio Castelar (republicanismo unitario) frente a las de Pi y Margall (republicanismo federal), mucho más radicales; aunque discrepaba de aquel en las cuestiones religiosas. Murió en Madrid en 1873 en la pobreza, y el Gobierno tuvo que costearle su entierro.

viernes, 24 de septiembre de 2021

Tomás Rodríguez y Díaz Rubí, el dramaturgo que fue ministro

 

Tomás Rodríguez y Díaz Rubí destacó como dramaturgo. Hay investigadores que destacan su contribución al desarrollo de las reformas teatrales del siglo XIX y su decidida apuesta por los dramas históricos de intención política, que son auténticos alegatos contra las corruptelas, nepotismos, conjuras, intrigas y luchas de intereses que minaron el poder de la monarquía isabelina; el malagueño compatibilizó su faceta como periodista, poeta y autor teatral con la actividad política, donde ocupó diversos cargos hasta que fue nombrado ministro de Ultramar, por el Partido Moderado, en el último gabinete de Isabel II en 1868.


Tomás Rodríguez y Díaz Rubí.


Poco tiempo estuvo Rodríguez y Díaz Rubí al frente de este departamento, ya que fue nombrado el 15 de junio de 1868 y fue destituido el 20 de septiembre de ese año, cuando la Revolución de 'La Gloriosa' derrocó a Isabel II. Acompañó a la reina a su destierro en París, desde allí trabajó por la Restauración y cuando ésta triunfó fue nombrado comisario regio en La Habana e intendente general de Hacienda en Filipinas. También fue nombrado senador vitalicio; fue vicepresidente del Consejo de Estado, cargo en el que se jubiló.


Tomás Rodríguez y Díaz Rubí nació el 21 de diciembre de 1817 en Málaga en el seno de una familia acomodada; fue hijo de un comandante de Artillería Naval de ideología liberal, que fue perseguido por el régimen absolutista. Estudió en Granada y muerto su padre, en Melilla. Terminada su formación regresa a Málaga, donde fue testigo del fusilamiento de Torrijos y sus correligionarios. Tras estos acontecimientos se traslada a Madrid y la familia pasa por apuros económicos.


Es en ese momento cuando aparece la figura del conde de Teba y Montijo, Cipriano de Guzmán, que actúa como protector del joven y lo coloca como trabajador en su archivo, que en aquellos años era punto de reunión de lo más granado de la sociedad madrileña. Al tiempo, inicia su carrera como escritor. Sus inicios fueron en la poesía, pero desde 1840, cuando se estrenó la obra 'Del mal el menos' se dedicó a la producción teatral, en la que enseguida se distinguió como un ágil escritor de teatro en los que cultivó dramas, comedias, juguetes cómicos, zarzuelas y piezas de género andaluz.


También realizó colaboraciones en prensa, llegó a ser director de “El Sur”, fue director del Teatro Español de Madrid y el 17 de junio de 1860 ingresó como académico en la Real Academia Española. Tomás Rodríguez y Díaz Rubí murió el 13 de agosto de 1890.


Fuente bibliográfica: Diccionario Biográfico Español. Alberto Romero Ferrer. Real Academia de la Historia, 2010.

jueves, 9 de julio de 2020

La historia del general Torrijos (y II)

En la entrega anterior el general Torrijos había vuelto a marcar sus diferencias con Fernando VII y apartado de la corte. En 1822 el gobierno le ascendió a mariscal de campo y le nombró jefe de la V Región Militar, Navarra, donde combatió a las partidas absolutistas. Poco después ayudó a Francisco Espoz y Mina en el mismo cometido en Cataluña contra la Regencia de Urgel.

El fusilamiento de Torrijos en las playas de Málaga, óleo de Antonio Gisbert.
En medio de un clima de tensión política por la inminente invasión del ejército de la Santa Alianza, Torrijos fue nombrado ministro de Guerra, pero no llegó a tomar posesión ya que su nombramiento fue revocado. Tras participar en la defensa de Cartagena ante las tropas invasoras de los Cien Mil Hijos de San Luis, en noviembre de 1823 partió hacia el exilio en Inglaterra.

En Londres recibió una pensión del gobierno británico por su participación en la Guerra de la Independencia y estableció contactos con otros exiliados liberales, entre ellos Espoz y Mina. De ese grupo de exiliados surgió en Londres, en 1829, la Junta Directiva del Alzamiento Nacional, cuyo objetivo era la coordinación de una sublevación contra Fernando VII. En septiembre de 1830, con la ayuda del militar inglés Robert Boyd, José María de Torrijos se embarcó rumbo a Gibraltar, donde, siguiendo instrucciones de la Junta, realizó un par de tentativas de penetración en territorio español, en octubre de 1830 en Algeciras y en enero de 1831 en La Línea de la Concepción, que fracasaron por la falta de apoyo de las tropas acuarteladas en la zona.

Fue precisamente ese apoyo el que le ofreció el general Salvador González Moreno, gobernador de Málaga, a quien Torrijos había conocido en Valencia durante la Guerra de la Independencia. Sin embargo, se trataba de una trampa. El 30 de noviembre de 1831 salió de Gibraltar al mando de unos cincuenta hombres, pero en Alhaurín de la Torre (Málaga), Torrijos fue apresado por las tropas gubernamentales comandadas por González Moreno.

Junto a sus hombres, fue fusilado en Málaga el 11 de diciembre. La figura de Torrijos, emblema de la lucha liberal en España, fue homenajeada por artistas románticos como el poeta José de Espronceda o el pintor Antonio Gisbert.

Fuente documental: Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografia de José María de Torrijos. En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea. Barcelona (España).

miércoles, 8 de julio de 2020

La historia del general Torrijos (I)

José María Torrijos y Uriarte (Madrid, 1791 - Málaga, 1831) fue un militar liberal español. Combatió en la guerra de la Independencia y, tras la revolución de 1820, fue jefe del Estado Mayor y ministro de la Guerra en 1823. Después del triunfo absolutista se refugió en Londres, desde donde organizó expediciones revolucionarias a España. En la tercera de ellas (1831), fue apresado cerca de Málaga y fusilado.

Monumento al general Torrijos en la plaza de la Merced.
José María de Torrijos ingresó en el ejército por tradición familiar, y en 1808, mientras estudiaba ingeniería militar en la Academia de Alcalá de Henares, se unió al amotinamiento de la población madrileña contra las tropas napoleónicas, en lo que fue el inicio de la Guerra de la Independencia; de hecho, llegó a luchar codo a codo con Pedro Velarde en el parque de la Artillería, donde fue apresado. Logró, no obstante, escapar del seguro fusilamiento, y en los años siguientes participó en diversas batallas de la contienda (Valencia, Murcia, Soria).

En 1810, su actuación en labatalla de Vic (Barcelona) le valió el ascenso a teniente coronel, pero en la defensa de Tortosa (Tarragona) fue apresado otra vez por los franceses, y de nuevo consiguió huir mientras era trasladado a Francia.

Volvió al frente catalán, hasta que en 1811 fue nombrado instructor militar, y realizó labores de adiestramiento en Cádiz. En mayo de 1812 se estableció con sus tropas en Badajoz. Hasta el final de la guerra participó todavía en algunas batallas y le fue otorgado el grado de brigadier y el título de caballero de la Orden de San Fernando.

Una vez acabada la contienda, durante los primeros meses del reinado del restaurado Fernando VII fue gobernador militar de Cartagena, Murcia y Alicante. Sus convicciones liberales se habían ido afianzando hacia el final de la guerra, y en Cartagena organizó varias reuniones clandestinas vinculadas a la masonería.

A pesar del fracaso de los pronunciamientos de corte liberal que se dieron durante aquellos años y de la posterior represión emprendida por el monarca, Torrijos proyectó en 1818 una nueva sublevación constitucionalista en Andalucía. La conjura fue descubierta, y Torrijos, encarcelado, primero en el castillo de Santa Bárbara de Alicante y más tarde en la cárcel del Santo Oficio de Murcia.

Con el triunfo del pronunciamiento de Las Cabezas de San Juan, orquestado por Rafael del Riego, y el inicio del Trienio Liberal (1820-1823), José María de Torrijos fue liberado y nombrado jefe del Estado Mayor de las tropas sublevadas en Murcia.

En los primeros tiempos del nuevo régimen constitucional estuvo destinado en Madrid, donde el rey le tanteó para incorporarle a su conspiración absolutista. La inflexibilidad de Torrijos le granjeó la enemistad del monarca y el alejamiento de la corte.