«En domingo, a última hora del día, llegó a Marbella, después de haber pasado por Málaga, el actor norteamericano James Stewart, quien se ha hospedado durante su estancia en nuestra costa, en el Marbella Club Hotel», así informaban los medios locales en 1959, de las vacaciones de la estrella cinematográfica en España. La visita del protagonista de 'La ventana indiscreta' no fue nada discreta. Se sabe hasta que viajó con su propia escopeta, ya que había sido invitado por el príncipe Alfonso de Hohenlohe, amigo y socio del actor en varios negocios en América, a participar en una cacería en su honor en la suntuosa finca que el aristócrata poseía cerca de El Escorial.
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James Stwart y Alfonso de Hohenlohe. |
Las crónicas de la época dejaron constancia de su paso, en este orden, por Madrid, Málaga y Marbella durante unas vacaciones que duraron un par de semanas, junto a su mujer, la modelo y actriz Gloria Hatrick, y otra pareja. El protagonista de títulos inolvidables como 'El hombre que sabía demasiado' o 'Vértigo', satisfizo de buen grado la curiosidad de los reporteros, concediendo múltiples entrevistas y saciando interés de la prensa por el primer viaje a España del ya oscarizado Stewart.
En una de ellas el propio Stewart reconocía que había quedado «gratamente sorprendido» por las colas que había visto a las puertas de los cines de Málaga. Tanto, que según afirmó, le dio ganas de bajarse del coche y «aplaudirle al público».
Las colas a las puertas de los cines no fue lo único que sorprendió a Stewart durante la visita flash que le organizó Hohenlohe a la capital, cuyo hotel marbellí, inaugurado en el verano de 1953, le sirvió de hospedaje en su estancia andaluza. «Me gustó mucho el parque y la Alameda de Málaga; pero lo que más me atrajo fue la puesta de sol bajando la Cuesta de la Reina.
Stewart llegó a Marbella junto a Hohenlohe a bordo de un Ferrari conducido por el príncipe, en una comitiva integrada por otros tres coches más. Allí el actor practicó el golf, haciendo 15 agujeros en un mini golf que había instalado Hohenlohe.
La relación del aristócrata y el famoso artista de Hollywood no sólo se asentaba en la amistad fraguada en California, cuando el príncipe estudiaba allí ingeniería agrónoma, sino también en los negocios, ya que eran socios en la representación de los coches Fiat y otros de petróleo.
Fuente documental: Las vacaciones nada discretas de James Stewart en la Costa del Sol. Nieves Castro. Diario Sur.