María Barrabino, nacida en 1866, pasó su infancia y juventud entre Córdoba y Torremolinos, donde acabó instalándose de forma definitiva. Heredó de su tía María Melgar la Hacienda San Miguel, nombre que por entonces recibían los terrenos donde se levantaba la ahora conocida como Casa de María Barrabino.
![]() |
Casa de María Barrabino en la actualidad. |
María se casó con Rafael Sanz Noguer, con quien tuvo dos hijas, Lourdes y Carmen. En uno de los muchos terrenos que cedió pudo construirse la iglesia Madre del Buen Consejo. Era propietaria de una gran finca que ocupaba buena parte del actual centro de Torremolinos, pero fue desprendiéndose de sus bienes de forma paulatina. Ciega y acomodada económicamente, dedicó su vida a realizar obras de caridad.
La vivienda pertenece ahora a cuatro ramas familiares, aunque permanece desocupada desde diciembre de 1998, cuando murió Lourdes, una de las dos hijas ya citadas y última inquilina, y desde entonces, sufre un proceso de intenso deterioro que en tan sólo cinco años, amenaza con estado de ruina, lo que propicia las incursiones vandálicas en el inmueble.
De esta forma han desaparecido los pasamanos de las escaleras, que están rematadas con leones tallados en madera, los antiguos y bellamente decorados azulejos de la cocina y, últimamente, las propias puertas de acceso al bien. También se observa que existen fallas en la cubierta, circunstancia que ha permitido que el agua se filtre haciendo peligrar tanto las techumbres, como los frescos que decoran éstas y las pareces.
La Casa de María Barrabino es representativa de los modos de vida de nobles y burgueses en el siglo XIX y de las representaciones que tales clases hacían en torno a los mismos. Es una de las pocas casas burguesas de la época que aún conserva todo el ornamento y la decoración que le dieran inicialmente sus dueños, o lo que es lo mismo, que preserva con fidelidad los gustos estéticos de la acaudalada burguesía decimonónica.
Además, la villa se encuentra ligada a los inicios de Torremolinos como localidad destinada a albergar un tipo de turismo residencial, que más tarde sentaría las bases del desarrollo de su actividad económica.
La actual alcaldesa de Torremolinos del Partido Popular (PP) Margarita del Cid, se comprometió durante la última campaña electoral a que durante su mandato se llevaría a cabo la rehabilitación de la Casa María Barrabino para darle un uso social y cultural, un inmueble que adquirió el antiguo gobierno local. La calle en la que se ubica la casa se denominó con el nombre de María Barrabino en homenaje a su labor de mecenazgo.
Bonita historia
ResponderEliminar