De la noticia informaba el diario ABC del 20 de enero del mismo año, que con el título “Detención de falsificadores” señalaba
que sobre mediados del pasado mes de noviembre comenzaron a circular billetes falsos de cíen pesetas, La
perfección de estos, billetes, sobre todo en colorido, fue la causa de que
varias entidades los admitieran como buenos.
Inmediatamente de tenerse conocimiento de la falsificación
por la jefatura de Policía de Sevilla se adoptaron las medidas
necesarias encaminadas el descubrimiento de la misma, haciéndose cargo de las
gestiones la Brigada de Investigación
Criminal.
Muy pronto pudo determinarse, que entre los días 10 y 20 del
citado noviembre, dos individuos forasteros, que al parecer facilitaron nombres
falsos, se habían alojado en una fonda de la calle Castilla. Sospechándose, en virtud de las investigaciones
subsiguientes, que los mencionados sujetos pudieran ser los expendedores de los
billetes ilegítimos que circulaban.
Billete falso de 100 pesetas. |
Para localizar a los desconocidos forasteros, el jefe y dos
agentes de la expresada brigada, en unión de otros dos funcionarios policiales
afectos a la sección de Investigación
del Banco de España se trasladaron el día 5 del mes a la ciudad de Málaga, prosiguiéndose allí las
gestiones, con la cooperación de agentes de aquella plantilla.
Por fin en la madrugada del lunes último día 14, el
inspector y los agentes citados consiguieron
la localización de los falsificadores en una casita de solo una planta situada
sobre una eminencia de terreno en pleno campo en el sitio denominado "La Granja del Camino de Suárez”.
Los funcionarios, después de tomar las medidas de prevención
para evitar la fuga de sus moradores, penetraron por sorpresa en el inmueble,
sorprendiendo en una de las habitaciones a dos individuos que se hallaban,
acostados, siendo detenidos inmediatamente.
El registro efectuado en el local destinado a la lucrativa
"industria", dio como resultado
el hallazgo de numerosos útiles de la falsificación, tales como dos prensas de
mano, clichés de metal y de piedra litográfica correspondientes a billetes de
100 pesetas, así como tintas de diversas clases, papeles, etc. También se
encontraron cierta cantidad de billetes ya confeccionados y dispuestos para su
curso.
Los detenidos resultaron llamarse Fernando Gutiérrez Rojas, de veintinueve años, soltero y calderero de profesión y Pedro López Gamber, de veintisiete años, dibujante. Poco después de
estas detenciones se consiguió en un domicilio de la calle Somera, la de, otro "socio''
llamado Rodrigo Ruiz Lara, de
veinticinco años, empleado.
Siempre según la citada información de ABC, López Gamber es un excelente
dibujante que había extinguido ya una condena también por falsificación de billetes;
y en cuanto a Gutiérrez-Rojas tenía como misión el trabajo referente a
litografía y vaciado de los clichés mediante ácidos.
Interrogados los expresados "industriales” terminaron por
confesar haber expendido unos 250 billetes de cien pesetas en Sevilla y otra cantidad menor en Málaga y en algunos otros pueblos. Cuando fueron detenidos preparaban otra
emisión de 250.000 pesetas en billetes de cien, que “esperaban fuese bien
lograda”, habiendo asignado ya un importante “cupo” a Córdoba, Sevilla y Granada.
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