![]() |
David Guerrero. |
David
tenía previsto ir luego a la peña El Cenachero, donde desde
hacía algo menos de dos años recibía clases en una academia de
pintura, casi siempre a cargo de un primo de su madre, el pintor
malagueño José Guevara Castro. El niño tenía pensado tomar
el autobús que lo dejaría en el centro de Málaga. Su casa
distaba 250 metros de la parada y es en este trayecto donde la
policía sostuvo que pudo desaparecer el menor.
Tras
la denuncia de los padres, las primeras investigaciones policiales se
encaminaron a los contactos realizados en el mundo del arte, donde
David comenzaba a ser considerado un joven genio. La policía
desechó el secuestro por motivos económicos porque la familia no
recibió nunca una petición de rescate y Jorge Guerrero, el
padre, era mecánico de una empresa de confección, con recursos
económicos limitados.
Sin
embargo, 32 años después el
testimonio de dos testigos aconsejó reabrir
la investigación.
Hasta entonces
se
mantenía la creencia de que
David
no llegó a tomar ningún autobús y desapareció en esos 250 metros
que separaban su casa de la parada del autobús.
En
abril
del año 2019
es cuando
los responsables de la Comisaría
Provincial
deciden
reactivar
la investigación desde un enfoque diferente, la única pista nueva
que había
llegado a sus manos fue
una información inquietante que apuntaba a un supuesto grupo de
pedófilos que, hacía
años, frecuentaba la zona del
Llano de Doña Trinidad,
en la zona de El
Perchel.
En
esa información que llegó a la unidad policial
se
mencionaban tres nombres que
los investigadores
identificaron
plenamente.
Se
trataba de
tres hombres, todos por encima de los 60 años, con las que llegaron
a entrevistarse personalmente. Los
agentes alcanzaron una conclusión clara, los tres habían tenido
relación entre sí. Y a uno de ellos, además, le constaba una
reseña policial por corrupción de menores, si bien fue absuelto en
el juicio porque, al parecer, las supuestas víctimas se retractaron
de su versión inicial.
Todos
negaron saber absolutamente nada de la desaparición del 'niño
pintor',
y
de conocer a un tal
Gervasio,
objetivo final de la investigación.
Aunque
el único de los tres que tenía
antecedentes reconoció a los agentes que, cuando se le detuvo por
corrupción de menores, en el año 1993, la policía llegó a
preguntarle si sabía algo de lo que le pudo suceder a David
Guerrero.
Los
investigadores también localizaron al informante y, cuando se
entrevistaron con él, comprobaron que su testimonio estaba salpicado
de incoherencias e incongruencias, pese a que la información inicial
que aportó sí podía tener cierta base real, a tenor de los
antecedentes policiales de uno de los entrevistados. En cambio,
cuando se sentaron a hablar con él, su versión varió respecto al
citado
Gervasio,
que todavía
sigue sin ser identificado.
Aunque
sin poder descartarla por completo, los investigadores han aparcado
esta vía de investigación, ya que no han encontrado indicio alguno
que relacione a estas personas con la desaparición del 'niño
pintor'.
En
cualquier caso ya
no se busca una responsabilidad penal sobre lo ocurrido, puesto que
los posibles delitos que hubiera ya estarían más que prescritos,
hay
que recordar que la
causa lleva archivada judicialmente desde 1996, sino dar una
respuesta a lo que le sucedió a
David Guerrero
y tratar de localizarlo.
La
investigación reactivada, también
trabajó en la devolución anónima que se realizó de un dibujo que
David
Guerrero
había regalado a una compañera de clase y que a su vez había
entregado a la policía cuando el niño despareció. El
misterio sigue sin resolverse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario