Al
salirse la máquina por las malas condiciones de la vía y del
material rodante, arrastró el convoy de dieciséis vagones
despeñándose por un terraplén con más de quince metros de altura.
Buena parte de los empleados y viajeros, procedentes de Málaga
y Algeciras en su mayoría, quedaron atrapados entre hierros y
maderas durante horas de confusión y pánico.
Primitiva estación en Málaga. |
La
compañía y las autoridades trataron
de ocultar
la información sobre
el suceso,
aunque se hicieron estimaciones con una cifra de seis muertos y
diecinueve heridos. El jefe del tren descarrilado expidió a
Málaga un
telegrama escueto y preciso, incluso por lo que se refería a su
estado personal: "Catástrofe horrorosa- Material destrozado-
Ignórase el número de muertos y heridos- Yo, grave". Murió
pocas horas después.
Fue
un accidente que se quiso ocultar para no alarmar a la población
porque estuvo motivado por el mal estado de la vía y del material
rodante. Pero finalmente, y tras diversas informaciones confusas, las
autoridades de la época no tuvieron más remedio que darlo a
conocer.
Las
escuetas informaciones que aparecieron publicadas en la prensa
señalaban que sólo dos de los vagones quedaron sobre las vías y
que buena parte de los empleados y viajeros quedaron atrapados entre
hierros y maderas durante horas de confusión y pánico.
El
periódico La
Época
se hizo eco del accidente en una pequeña columna bajo el título:
"Catástrofe de Puente Genil". "Las primeras noticias,
según telegrafía el sobrestante de Obras
Públicas
en Puente
Genil,
es que el tren número 101, que venía de
Málaga
a
Madrid,
descarriló entre las estaciones de Luque-Baena
y
Alcaudete,
desplomándose desde una altura de 11 metros, destrozándose el
material y la vía. Hay muertos y
heridos, habiéndose pedido un tren de socorro", decía.
El
mismo rotativo recogía
textualmente los telegramas enviados con motivo de la tragedia: "El
jefe de la estación telegráfica de Córdoba
al
ministro de la Gobernación:
He hablado con estación de
Cabra.
Dicen que descarrilamiento fué entre Luque
Baena
y Alcaudete.
En el Salobral
se despeñó tren desde 15 metros de altura, quedando sobre la vía
sólo los dos últimos vagones.
Noticias
respecto víctimas contradictorias, pues en Baena
se dice un muerto y varios heridos, y en Cabra
12
muertos y muchos heridos. He visto despacho de Linares,
que dice: «Llegué a
Linares,
salvándome milagrosamente catástrofe descarrilamiento».
Interesante, enhorabuena Ramón. Es curioso que pasar por Baena significa que hacía el recorrido de Puente Genil a Jaén-Linares-Baeza por la vía del aceite, sin pasar por Córdoba. Rutas secundarias que en ese tiempo serían infernales
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