El
Puente
de Santo Domingo,
también conocido como Puente
de los Alemanes,
fue
donado por Alemania
a Málaga
en agradecimiento por el heroico auxilio que la ciudad prestó a los
náufragos de la fragata de guerra Gneisenau
en 1900. Este puente de estructura metálica une el Pasillo
de Santa Isabel con
Santo
Domingo.
Puente de los Alemanes. |
La
gratitud de Alemania encontró este cauce de expresión tras
la devastadora riada de 1907, cuando en la noche del 23 al 24 de
septiembre, la gran riá del Guadalmedina provocó la
destrucción de varios puentes de la ciudad.
Es
cuando la colonia germana de la ciudad pone en marcha la idea de
colocar una pasarela metálica que restableciera la comunicación con
el Perchel y la Trinidad en el lugar del desaparecido
Puente de Santo Domingo.
El
16 de diciembre de 1909, nueve años después del naufragio, se
inaugura este paso, al que contribuyeron particulares y centros
oficiales de Alemania, encabezados por el emperador Guillermo
II. En el puente hay una placa en la que puede leerse:
Alemania donó a Málaga este puente agradecida al heroico
auxilio que la ciudad prestó a los náufragos de la fragata de
guerra Gneisenau.
En
1982, con un visible deterioro del puente, el entonces alcalde de
Málaga, Pedro Aparicio, pidió ayuda al gobierno de la
Alemania Occidental para restaurarlo, ayuda que fue concedida.
Las obras se llevaron a cabo entre 1983 y 1984 y de nuevo se colocó
una placa agradeciendo la ayuda.
En
1992 el puente fue movido de su posición original para establecer un
ángulo de 90º respecto a la iglesia de Santo Domingo.
En
2009, se celebró el centenario de la construcción del puente, con
un acto entre los que se encontraba el alcalde de Málaga,
Francisco de la Torre y destacados miembros del Consulado
Alemán y de la aristocracia alemana.
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