El 1 de abril de 1955 se produce una breve estancia del rey Humberto de Saboya en Málaga. Humberto II de Italia solo pudo reinar durante 33 días, hasta el 12 de junio de 1946, ya que tuvo que aceptar los resultados del plebiscito celebrado el 2 de junio de 1946 en su país, en el que, oficialmente por dos millones de votos, pero bajo sospecha por parte de sectores monárquicos de manipulación del resultado, los italianos optaron por la República como forma de estado. Su breve reinado le valió el sobrenombre del ‘Rey de Mayo’.
Humberto II de Saboya. |
Pero no fue esa la primera visita del exiliado monarca a la Costa del Sol, ya que en otras ocasiones se paseó por Torremolinos y Marbella desde las primeras décadas de su exilio en la localidad portuguesa de Cascais.
A Humberto de Saboya, en sus estancias en Málaga, se le trataba con honores, desde el mismo momento que aterrizaba en el aeropuerto. El antiguo rey venía acompañado de sus hombres de confianza y de sus hijos, algunos de los cuales siguieron frecuentando la Costa del Sol después de la muerte de Humberto. Eran los años cincuenta y el aristócrata no le hacía ascos a las excursiones y a las rutas. Con su yerno Alejandro de Yugoslavia se desplazaba a Ronda, a Málaga, o a Sevilla.
Aplastados por Mussolini, sus compatriotas no tenían ganas de medias tintas. Y llevaron lo de la desterritorialización del monarca hasta el extremo. A la familia de Humberto, no se le levantó la prohibición de volver a pisar tierra italiana hasta el año 2002.
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