Mastodon Málaga y sus historias: Lorenza Correa, una cantante de ópera malagueña

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jueves, 29 de abril de 2021

Lorenza Correa, una cantante de ópera malagueña

 

Lorenza Núñez Correa, nació en Málaga en 1773 y no se conoce la fecha exacta de su muerte, aunque sucedió después de 1831. Lorenza fue una actriz y cantante de ópera, que actuó en los teatros más importantes de Madrid, Nápoles, París y Milán. Correa, al igual que Manuel García e Isabel Colbrán, perteneció a la primera generación de cantantes de ópera españoles que triunfaron en el extranjero.


Lorenza Correa.


Hija de los actores Petronila Morales y Roque Núñez, tomó el nombre artístico de su padrino, el actor José Correa. Algunas fuentes fijan sus primeras actuaciones con doce y quince años de edad como tonadillera e intérprete de óperas italianas en Barcelona y en su Málaga natal.


En 1786, cuando todavía era una niña, actuó en Barcelona junto a su hermana mayor Petronila. Un año después las dos hermanas ya formaban parte de la compañía de Manuel Martínez en Madrid, Petronila como décima dama y Lorenza como undécima. También sus otras hermanas, Laureana y María Isabel se dedicaron al teatro. La más destacada fue, sin embargo, Lorenza, que no tardó en llamar la atención del público y la crítica madrileña.


Poco a poco ascendió en la compañía de Martínez de la que era primera dama la célebre María del Rosario Fernández, la Tirana. El género en el que más brilló en estos primeros años de carrera fue la tonadilla escénica. Se casó con el actor Manuel García Parra y las desavenencias sobre las condiciones de su contrato en Madrid, la animaron a emprender su carrera europea.


Su primer destino fue París, donde en marzo de 1804 causó buena impresión en algunas de sus apariciones en concierto en las que además de arias de ópera italiana cantó canciones españolas acompañándose de la guitarra. Después iniciaría una exitosa gira por los principales teatro de ópera de Italia aunque el capítulo más interesante de su periplo italiano fueron sus numerosas apariciones en la Scala de Milán entre 1813 y 1816. Según la crítica “su voz dulce y angelical, unida a una ejecución sin igual, la colocó entre una de las primeras, si no la primera cantante de Europa”.


Los éxitos cosechados en Italia le permitieron obtener unas excepcionales condiciones económicas en su regreso a los escenarios madrileños a partir de 1818. En Madrid dio a conocer algunas de las óperas más recientes de Rossini como Il turco in Italia, La gazza ladra o Il barbiere di Siviglia, aunque para entonces había iniciado ya su decadencia vocal.


Se retiró en Italia y fijó su residencia en Génova. Fue nombrada “adicta facultativa” del recién creado Real Conservatorio de Música de Madrid. Por lo que regresó a la capital española hacia 1831 para además solucionar los aspectos legales que dificultaban la obtención de una pensión a la que tenía derecho, asunto en el que intervino a su favor la duquesa de Osuna, a la que la cantante escribió el 28 de julio de 1832 a su regreso a Génova para dar noticia de su llegada y agradecerle una vez más su ayuda.

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