Manuel Casado y Sánchez de Castilla nació en Málaga en 1823, ciudad en la que falleció el 24 de enero de 1902. Se le considera el propulsor de la Liga contra la Mendicidad, inspiradora del Asilo de los Ángeles. Médico, político y escritor, se doctoró en Medicina en 1843 en Francia y fue diputado a Cortes en varias legislaturas, senador y prohombre del Partido Liberal Conservador, y en 1866 secretario general de personal de los Ferrocarriles de Córdoba y Granada.
Sociedad Económica de Amigos del País. |
Su presencia aparecía en cuantos actos se desarrollaban en la ciudad malagueña, ya que fue presidente del Círculo Mercantil y de la Sociedad Económica de Amigos del País (1877 a 1891), en cuya sección de Literatura abordó tanto la docencia como la creación de la biblioteca, fue además un asiduo colaborador del Boletín de la Sociedad Económica desde 1861 hasta 1864.
Socio de mérito de la Academia de Ciencias y Literatura del Liceo entre 1860 y 1870, formó parte de diversos jurados de certámenes literarios. Miembro activo de la vida local, en 1877 participó en la visita del rey Alfonso XII a la ciudad y en 1886 presidió la comisión encargada de la creación de la Cámara de Comercio, y en 1887 fue nombrado vicepresidente de los actos conmemorativos del IV Centenario de la Reconquista de Málaga.
Su labor benéfica quedó patente al ser propulsor de la Liga contra la Mendicidad, inspiradora del Asilo de los Ángeles, centro que apoyó decididamente desde su fundación en agosto de 1893, y del que fue su primer presidente.
Unido también desde su fundación en 1872, a la Sociedad Malagueña de Ciencias Físicas y Naturales, fue elegido presidente de dicha sociedad en diversos períodos durante los que colaboró en la redacción del dictamen sobre el proyecto de un jardín de aclimatación (1878) y en ese mismo año se integró en la comisión encargada del estudio de la filoxera vastratix junto a Pablo Prolongo y Antonio Gómez Gaztambide.
Su labor periodística tuvo un marcado carácter científico, como demuestran sus trabajos publicados en El Correo de Andalucía desde su fundación en 1851. Con su traslado a Madrid en 1855, instauró las revistas científicas en los diarios políticos, destacando sus artículos en La España (1856-1860) y en La Época (1874-1899), donde incluyó trabajos de carácter histórico, político y científico. Su obra impresa abarca títulos de carácter literario, histórico o de viajes.
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