Mastodon Málaga y sus historias: La llegada de la I República y el Cantón de Málaga

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lunes, 13 de septiembre de 2021

La llegada de la I República y el Cantón de Málaga

 

El 11 de febrero de 1873, tras la abdicación del rey Amadeo I circuló en Málaga la noticia de la proclamación de la Primera República Española, asegurando que se habían recibido en el Gobierno Civil telegramas que lo anunciaban. A partir de ese momento se forman grandes grupos en la Plaza de la Libertad.

Proclamación de la I República en el Congreso.


La Primera República Española fue proclamada por las Cortes el 11 de febrero de 1873. Sin embargo, en Málaga no se reconoció el nuevo sistema republicano hasta que el 12 de febrero un levantamiento popular republicano se echó a la calle y levantó barricadas.


Sucesos similares ocurrieron en otros pueblos de la provincia, como Álora, Casarabonela y Antequera, entre otros. Las autoridades locales aceptaron finalmente el nuevo sistema, pero en los meses siguientes continuaron sucediéndose altercados y enfrentamientos, llegando incluso a ser asesinado en junio, el alcalde republicano José Moreno y Picó, que había accedido a la alcaldía tan solo dos meses antes


El Cantón de Málaga, un ente federal de efímera duración que se encuadró dentro de la Revolución Cantonal durante la Primera República Española, fue proclamado el 22 de julio de 1873, tras el levantamiento de las milicias del dirigente local malagueño Eduardo Carvajal, que tomaron las calles la noche del 21 de julio y obligaron a la excarcelación de sus compañeros detenidos con anterioridad.


Al día siguiente un telegrama del gobernador civil, Francisco Sorlier, anuncia al Gobierno central la proclamación del Cantón Federal Malagueño Independiente. Durante los días siguientes se sucedieron enfrentamientos entre facciones hasta que las tropas del general Manuel Pavía entraron en la ciudad, poniendo fin al cantón malagueño el 19 de septiembre de 1873. El Cantón de Málaga fue el segundo de más larga duración tras el Cantón de Cartagena.


Hay que recordar que el 8 de agosto, tras "pacificar" Cádiz y su provincia, el general Pavía se dirigió a Córdoba para desde allí caer sobre los cantones de Granada y de Málaga. El 12 de agosto Pavía entraba a caballo en Granada donde no encontró resistencia. Inmediatamente ordenó el desarme de los insurrectos de la capital y de la provincia poniendo fin así al Cantón de Granada.


A continuación se puso en marcha hacia Málaga, desafiando las órdenes del Gobierno de que no entrara en la provincia, una decisión que ya había comunicado el Ejecutivo al gobernador civil, quien a su vez había telegrafiado a Pavía que le contestó textualmente:"V.S. será diputado de las Constituyentes [pero] para mí no es más que el gobernador civil de una provincia que está bajo mis órdenes".


Según el relato de Pavía, cuando recibió la orden de no atacar el Cantón de Málaga presentó la dimisión "en nombre del honor y la honra del Ejército y la mía propia", pero el Gobierno no le admitió la dimisión. Intentando salir del atolladero en que se encontraba, el presidente Nicolás Salmerón destituyó al gobernador civil Francisco Sorlier y autorizó que una pequeña guarnición al mando de un delegado del gobierno, no de Pavía, fuese a Málaga.


Pero disconforme de nuevo con la decisión del Ejecutivo, Pavía volvió a presentar la dimisión asegurando tiempo después que “yo no podía permitir que fuese guarnición alguna a Málaga, sin que yo la condujese y entrara en la ciudad a la cabeza de ella, ni permitiría que las fuerzas populares de la ciudad poseyesen armas”.

Mientras mantenía su nuevo desafío al Gobierno acabó con la resistencia de Écija donde, según el propio Pavía, “hizo castigos ejemplares» que servirían de ejemplo a todos los cantonalistas de Andalucía que no se rindieran a su autoridad. El día 6 de septiembre Nicolás Salmerón dimitió de la presidencia del Ejecutivo para no tener que firmar la sentencia de muerte de ocho soldados que en Barcelona se habían pasado al bando carlista, porque era absolutamente contrario a la pena de muerte que las Cortes acababan de restablecer para determinados delitos militares.


Según algunos historiadores, en la decisión también pudo que pesar la conducta del general Pavía de continuo desafío a su autoridad, que volvió a repetir ante el nuevo presidente del Gobierno, Emilio Castelar, presentando su dimisión dos veces más.


La solución a la situación que había provocado Pavía la resolvió finalmente el gobernador Sorlier cuando solicitó al Gobierno, y este lo aceptó, abandonar Málaga con sus hombres, que fueron detenidos y desarmados en Bobadilla por las fuerzas de Pavía, quien finalmente pudo entrar en Málaga, poniendo fin así al Cantón de Málaga y a la campaña de Andalucía el 19 de septiembre de 1873.

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