Mastodon Málaga y sus historias: El ceramista Alfonso Moreno

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viernes, 8 de abril de 2022

El ceramista Alfonso Moreno

 

Alfonso Moreno Morillo nace en Málaga el día 28 de enero de 1900. En 1914 ingresa en la Escuela de Artes y Oficios de la capital, compaginando el aprendizaje de la alfarería y la cerámica con su oficio de panadero. Entre sus maestros iniciales estuvieron Burgos, Nogales y el prestigioso Álvarez Dumont. En un principio apenas tenía tiempo para desarrollar su labor artística, ya que a las 6 de la mañana se levantaba para el reparto del pan, con la talega al hombro. Mientras repartía, solía dibujar, aprovechando cualquier descanso en un portal o una esquina.


Alfonso Moreno Morillo.


Se convierte en un alumno aventajado, siempre bajo la tutela del profesor Dumont, que le consigue una beca para poder perfeccionar su técnica en la Escuela de Cerámica de Manises (Valencia) y más tarde en Sevilla, en la que en pocos meses adquiere gran cantidad de conocimientos, que posteriormente aplica en su Málaga natal.

En los años 30 fue nombrado maestro de taller de la Escuela de Artes y Oficios, donde realizó una labor depuradora y autodidacta. Se instaló con su esposa e hijos en la calle Alta número 13, en el barrio de Capuchinos, donde tenía el taller en la planta baja. Además, disponía de un estudio en el Camino de Colmenar.

La contienda civil frustró la proyección de este gran dibujante y ceramista, ya que no fructificó un importante encargo de adornar las escalinatas del Palacio Episcopal, aunque participó de manera directa en la Exposición Iberoamericana de 1929 en Sevilla con diversas piezas. Durante su larga trayectoria artística obtuvo diversos premios y diplomas.

En la década de los 40, 50 y 60 continuó con su labor didáctica, compaginada con trabajos particulares, participando en diversas exposiciones, como fue la que en 1965 organizó la Dirección General de Bellas Artes, bajo el titulo de Cerámica Española: de la Prehistoria a nuestros días.

En la prolífica etapa de los años 30 fue uno de los máximos exponentes del estilo cerámico malagueño, del cual se habla en algunos artículos de prensa, y que se define por su esencia árabe, ya que la ciudad fue un importante foco productivo allá por el siglo XII.Intentó recuperar la esencia de la decoración fitomorfa, con estilización de claveles, rosas, jazmines, chumberas, pitas y naranjas. Todo ello unido a la influencia cretense y micénica con delfines, pulpos, jibias, por ejemplo. Por desgracia, su originalidad se diluyó a primeros de los 40 ya que no hubo una industria que lo respaldara.

Su principal legado artístico en temática religiosa es el de los patronos Ciriaco y Paula de la fachada de la Iglesia de los Mártires de Málaga, aunque esta vertiente fue una de tantas en las que trabajó, estando más especializado en las piezas domésticas y decorativas, como la placa de la calle Córdoba. Falleció el 17 de marzo de 1963.


Fuente documental: Blog Retablo cerámico.

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