Mastodon Málaga y sus historias: La Sociedad Filarmónica

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lunes, 18 de abril de 2022

La Sociedad Filarmónica

 

El 14 de marzo de 1868 se constituye en Málaga la Sociedad de Conciertos Clásicos, que al año siguiente se transforma en la Sociedad Filarmónica de Málaga que es la institución de este tipo más antigua de la Península y que sentaría las bases del Real Conservatorio de Música María Cristina.


Sala de conciertos.


La Sociedad de Conciertos Clásicos, dirigida por Antonio Capa, cobraba a sus miembros 40 céntimos por concierto. En el año 1869, la entidad creada por el maestro Capa dio paso a la Sociedad Filarmónica limitándose el mencionado músico a la dirección facultativa, ocupando la presidencia Antonio Palacios y ya con una Junta Directiva. En sus primeros tiempos los conciertos corrían a cargo en su mayoría por señoritas y caballeros de la ciudad. La institución tomó tanta relevancia que le ofrecieron la dirección facultativa al insigne músico Eduardo Ocón Rivas, que puso como condición la obligación impartir clases de solfeo entre los socios. Se creó además una clase de violín a cargo de Regino Martínez Basso.

En 1880 se consigue fundar el Conservatorio de Música con la ayuda del Ayuntamiento y la Diputación. Es entonces cuando la Sociedad llega una época de gran esplendor y por sus salones pasan Rubinstein, Albeniz, Gayarre y otros intérpretes.

Después de pasar por diferentes sedes, como locales o almacenes, la sociedad arrienda la planta alta del edificio del Liceo, antiguo convento de San Francisco, que ya para entonces era una entidad en declive, por lo que termina por ubicarse en la totalidad del inmueble que ocupaba el Liceo.

Al fallecer Eduardo Ocón Rivas se separan las direcciones facultativas de la Sociedad y del Real Conservatorio, aunque nunca dejaron de colaborar con el desarrollo de la cultura musical de Málaga.

Desde Liszt a Wilhem Kempf, desde Sarasate a Szeryng, por Málaga han desfilado, gracias a la Sociedad Filarmónica, grandes virtuosos, llegando a su más alto esplendor en los años de la Segunda Guerra Mundial y años posteriores, siendo en aquel momento su presidente Miguel Ángel Ortiz Tallo. A su fallecimiento le sucedieron Miguel Martín García-Varo y Ernesto Lasso de la Vega, pero las nuevas generaciones parece ser que perdieron algo de interés por la música y se inicia un ligero declive propiciado por diferentes causas como fue el traslado del Conservatorio a El Ejido.

El fantástico edificio, que data de 1871, sufrió entonces un gran abandono y llegó a correr el rumor que sería demolido. Un hecho que no llegó a producirse gracias s la intervención del presidente de la Caja de Ahorros de Ronda, Juan de la Rosa, que recuperó el inmueble para el uso ciudadano.

Hoy la Fundación Unicaja, a cuya obra social pertenece, lo conserva perfectamente y lo pone al servicio de la sociedad malagueña. En la actualidad la Sociedad Filarmónica, que cuenta con más de 200 socios, desarrolla unos 20 conciertos por temporada con una notable asistencia. Por sus salones pasan prestigiosos conjuntos de cámara además de solistas y agrupaciones corales. La sala, de una belleza extraordinaria, está reconocida en los ámbitos musicales de toda Europa como una de la mejor acústica.

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