Mastodon Málaga y sus historias: La matanza del Cortijo de los Meliones

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martes, 10 de diciembre de 2024

La matanza del Cortijo de los Meliones

 

El día 20 de noviembre de 1879, cuando los hermanos Martín Cívico, Rafael que tenía 18 años y Francisco que tenía 17 iban, presuntamente, a trabajar, junto con un matrimonio, a las viñas de su padre, en la localidad de Arenas, se pasaron de camino por el cortijo de su tío Ramón para saludarlo. Cuando llegaron, se encontraron con una escena dantesca cubierta de sangre.


Panorámica de Arenas.


El cortijo estaba en una ladera, tenía una casa de una sola planta, con pocas habitaciones, era una casa pequeña. Subiendo la ladera, había un horno y un corral. Ramón Martín Navarta, el propietario del cortijo, era el alcalde pedáneo de una zona que se llamaba el Pago de los Miliones que también era conocido como el Cortijo de los Cuevas, porque era el apodo de la familia. o el Cortijo de Navarta, por el apellido de la familia.

Cuando el grupo llegó a la entrada de la casa se encontró el cuerpo bañado en sangre de Ramón, que presentaba una herida de arma de fuego, además de 13 heridas de arma blanca repartidas por todo su cuerpo. Al lado de Ramón, fuera de la casa, se encontró un arca que estaba vacía, lo que hizo pensar que el motivo del asesinato era un robo, como al final quedó demostrado. En el lateral de la casa se halló el cuerpo tumbado de María Martín Campos, que era la pareja que vivía con Ramón, en el que se apreciaban 18 heridas también de arma blanca. Esta mujer estaba embarazada de entre 7 y 8 meses de gestación.

Junto al cuerpo de María estaba el cuerpo de una niña, de 13 años, que se llamaba Rafaela Camacho Fernández, que era del pueblo cercano de Salares, también en la Axarquía, que trabajaba allí de sirvienta. Más apartado se encontró el cadáver de Rafael Palma Ortega, apodado Zorreto, que presentaba un hachazo y uno de los brazos separado del cuerpo. Al parecer este hombre era un trabajador del cortijo.

Cuando entraron en el interior de la casa se encontraron a dos niños pequeños de 3 y 4 años que eran los hijos de la pareja del propietario. Los niños, según las crónicas de la época, estaban totalmente aterrorizados y en en shock y no podían emitir una sola palabra.

Para sorpresa de muchos, la investigación policial terminó estableciendo que los asesinos habían sido los dos hermanos Martín Cívico, acompañados por un primo.

El juicio se celebró en los juzgados de Vélez-Málaga en donde se dictó sentencia el 21 de mayo de 1880 por el juez Antonio Martínez que condenó a la pena de garrote vil a Rafael Martín Civico, al igual que a su primo, como cómplice, Sebastián Cívico Ruiz. Mientras que Francisco Martín Cívico fue condenado a 40 años de reclusión, ya que era menor de edad en la fecha del asesinato.


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