La primera revista ilustrada

 

El día 3 de agosto de 1845 salía a la calle el primer número de la Revista Pintoresca, que se publicaba como suplemento del Avisador Malagueño y que dejaría de acudir a su cita con los lectores, después de publicar 52 números, el 26 de diciembre de 1853.

Portada de la Revista Pintoresca.

La revista ofrecía una combinación de lecturas de evasión con temas de marcado matiz ilustrado, atendiendo así a los deseos de la emergente sociedad burguesa malagueña.

El que fue el primer periódico ilustrado de Málaga, estaba dirigido por José Martínez de Aguilar y alcanzó gran renombre ya que contaba con la colaboración de conocidos literatos como Cánovas del Castillo, Berlanga, Mazas, Medina, Simonet y otros.

Esta publicación, que según informaba en sus páginas, se trataba de colección de lecturas instructivas y recreativas de literatura, historia, ciencias, viajes y novelas, empezó a publicarse los domingos y a partir de 1850 cambió al lunes. La revista era de distribución gratuita para los suscriptores del Avisador Malagueño.

Fuente documental: La Revista pintoresca del Avisador Malagueño. María del Carmen Gontán Morales. Revista Jábega número 72, 1992

El Avisador Malagueño

 

El día 7 de mayo de 1843 se publica en Málaga el primer número del periódico El Avisador Malagueño, defensor de intereses económicos y políticos de la burguesía local. El siglo XIX conoce, a la vez que el desarrollo económico de Málaga, un gran desarrollo de la prensa. A lo largo del siglo surgen más de tres centenares de cabeceras, aunque la mayoría de corta vida.

Portada de El Avisador Malagueño.

Entre ellos destaca El Avisador Malagueño, que surge debido a la necesidad de la burguesía comercial e industrial de tener un medio de comunicación al servicio de sus necesidades e intereses. El periódico sigue la misma trayectoria que el sector social citado y sufre como el su primera crisis de gravedad durante la década de los 60 crisis que en el caso del rotativo culmina con su venta. A partir de aquí, el periódico seguirá con fidelidad los altibajos de la clase social que era su razón de ser y desaparecerá con la crisis que acabó con la prosperidad malagueña.

El periódico se imprimió desde su salida en una imprenta de la calle del Marqués número 10, para pasar, después de su venta a Ambrosio Rubio y Alfonso Cano a imprimirse en otra que era propiedad de los anteriores. El Avisador Malagueño contó durante su trayectoria con una larga lista de colaboradores, algunos tan destacados como Antonio Cánovas del Castillo, Narciso Díaz Escovar o Andrés Mellado.

Señal de la buena marcha del proyecto fue la decisión de regalar a sus suscriptores una revista semanal ilustrada que llegaría a ser la mejor de Málaga en su género, la Revista Pintoresca del Avisador Malagueño.

Fuente documental: “El Avisador Malagueño” (1843-1893). Apuntes para su estudio. Amelia de Sola.