Los seises eran niños cantores que formaban una agrupación dentro de la Capilla de Música de la Catedral de Málaga. A estos muchachos se les impartía conocimientos de música y se les enseñaba a cantar a dos, tres y cuatro voces, podían hacer de tiples, contraltos, tenores y tenores segundos (aunque durante el reinado de Carlos II seguramente sólo realizaron la voz de tiple y alto) y eran capaces de interpretar obras polifónicas a ocho o a doce voces.
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Interior de la Catedral de Málaga. |
La razón de adquirir estos conocimientos era para que nunca faltasen estas voces en las composiciones polifónicas de la Catedral. Los seises eran una fuente de músicos, tanto para la Catedral como para otras instituciones. Esta fue una de las razones por las que se creó el Colegio de los Seises
La época dorada de los seises en la capital malagueña se desarrolló durante los siglos XVII y XVIII, pero fueron desapareciendo tras los distintos procesos desamortizadores de la época y la falta de medios económicos para mantenerlos.
A finales del siglo XIX volvieron a resurgir con menor fuerza y a principios del XX incluso llegaron a existir escuelas de seises y acólitos, las cuales se suprimieron, en los años 70 del siglo XX, por exigencias de las nuevas leyes de enseñanza.
En 2003 la Catedral de Málaga recuperó la figura de los niños seises de la de la mano de la Escolanía de Santa María de la Victoria junto con la iniciativa del entonces deán de la Catedral de Málaga, que participan cantando en la fiesta de Corpus Christi y de la Inmaculada Concepción.
El origen de los seises en la Catedral de Málaga se remonta al siglo XVI, cuando el obispo fray Bernardo Manrique manifestó su interés de sustituir a los “clerizones” por seises,
Esta es una tradición que se representa en otras ciudades de Andalucía como Granada y Córdoba, y también en Toledo, sin embargo, es en Sevilla en la que más arraigo y tradición
Fuente documental: La música en Málaga durante el reinado de Carlos II. José Carlos Rodrigo Herrera. Universidad de Málaga