Mastodon Málaga y sus historias: conquista
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lunes, 10 de junio de 2024

El Peñón de Vélez de la Gomera

 

Según recogen las Efemérides Malagueñas de Narciso Díaz de Escovar, el 25 de julio de 1508 «Málaga celebró regocijos públicos con motivo de la conquista del Peñón de Vélez de la Gomera, por Pedro Navarro, conde de Oliveto».


Peñón de Vélez de la Gomera.


El Peñón de Vélez de la Gomera fue conquistado el 23 de julio de 1508 por Pedro Navarro, tras constatar que los piratas a los que perseguía se refugiaban en el peñón; este procedió a la fortificación del islote. Pedro Navarro, necesitado de agua, conquistó también los enclaves terrestres que completaban el islote. La ciudad de Vélez contaba entonces con unos 7.000 habitantes.

Geológicamente, el Peñón de Vélez de la Gomera es una roca con una longitud de 260 metros, una altura máxima de 87 metros y una anchura que va entre los 15 metros y los 100.

La historia del Peñón de Vélez de la Gomera, como se ha señalado, se remonta al siglo XVI, cuando fue conquistado por los españoles. Posteriormente perdido durante 42 años bajo la ocupación de un sultanato y recuperado de nuevo en 1564. Desde entonces ha estado bajo control español, pese a los asedios y ataques desde Marruecos.

En 1930, un terremoto de siete grados con epicentro en Fez provocó la aparición de un istmo que unió el Peñón a la costa marroquí. Desde entonces, el Peñón se ha convertido en una península, pero la frontera entre España y Marruecos sigue siendo la línea de costa, que tiene apenas 85 metros de longitud.

El Peñón y la frontera, la más pequeña del mundo, está actualmente custodiada por una pequeña guarnición del Ejército de Tierra dependientes de la Comandancia General Militar de Melilla. La frontera de 85 metros se encuentra señalizada en la actualidad por un cabo marinero grueso de color azul.

martes, 31 de mayo de 2022

La toma de Vélez-Málaga

 

La Toma de Vélez-Málaga tuvo lugar el 27 de abril de 1487, tras el enfrentamiento entre las tropas de los Reyes Católicos, Fernando e Isabel, y las huestes defensoras de la ciudad, integradas principalmente por musulmanes nazaríes del Reino de Granada. La lucha duró varios días y acabó con la rendición de la plaza, que pasaría a manos cristianas.


Vélez-Málaga. (Foto: Carlos Castro)


El conflicto destacó por la participación del propio rey Fernando en uno de los enfrentamientos, acontecimiento que dará lugar al escudo que la reina Isabel otorgó años después a la ciudad y que aún hoy sigue en uso.

Con la llegada de las tropas cristianas, y en particular debido al adelanto con el que llegaron los barcos, parte de los habitantes de la ciudad y sus alrededores decidieron refugiarse en el castillo de Bentomiz, a solo unos kilómetros al este de Vélez-Málaga.

El resto de musulmanes se quedó en la ciudad que contaba con una muralla exterior que rodeaba toda la medina, compuesta por dos arrabales, y un anillo interior de murallas que protegía la zona militar, y que hoy en día se conoce como La Fortaleza. No hay que olvidar que la ciudad de Málaga, al oeste, seguía en manos musulmanas, al igual que algunas fortalezas del entorno, como Comares.

Por su parte, Fernando, que contaba con 20.000 caballos, 50.000 infantes y 8.000 hombres de apoyo en su ejércitos, decidió instalar dos campamentos. El que situó al sur de la ciudad, el Real Bajo, cuyo nombre se mantiene en la actualidad en uno de los barrios de la ciudad. Su posición junto al río facilitaba las operaciones con su armada, que se usó para el transporte de carga y avituallamiento.

El segundo campamento era el Real Alto, emplazado en una colina situada entre el montículo de la ciudad de Vélez y la zona de Bentomiz. La intención era separar ambas fuerzas, cortando cualquier posible acceso a la villa desde la sierra. Esta decisión fue cuestionada ante el rey por algunos de sus hombres de confianza, ya que, aunque seguía siendo una zona elevada, el Real se exponía a un posible ataque desde dos flancos. Los barcos del ejército de Fernando tenian otro cometido evitar la llegada de ayuda proveniente de África.

Diez días después del inicio de duros enfrentamientos, ante la llegada al fin de la artillería castellana y la certeza de no conseguir apoyos por parte de los musulmanes, el alcalde de la ciudad de Vélez-Málaga, Abul Cassin Benegas, rindió la ciudad el 27 de abril de 1487.

Los Reyes Católicos establecieron las condiciones de la capitulación, aunque se consideraron benévolas, en base a lo pactado con Boabdil en su liberación. Esta actitud clemente tenía otro objetivo hacer atractiva la opción de la rendición en las batallas que les esperaban hasta retomar todo el Reino de Granada. Así, por ejemplo, se les dejó a los musulmanes la posibilidad de marchar de la ciudad o quedarse en ella como mudéjares, renunciando en cualquier caso a la posesión de armas.

Si bien la firma de las capitulaciones ocurre en abril, los reyes deciden esperar al día 1 de mayo, día en el que se celebra la festividad de la Cruz, para su entrada en la ciudad, que realizarán de forma ostentosa a través de la puerta de Granada. A partir de ese momento se llevó a cabo la conversión a iglesias de las mezquitas y se levantaron diversas cruces para el recuerdo de lo ocurrido, como se hará también con el nominativo de la ciudad, pasando a denominarse Vélez de la Cruz.