La figura de Andrés Mellado es una de tantas que son poco
conocidas en la historia de Málaga. Tuvo asiento en la Real
Academia Española y, entre otros cargos, ocupó la alcaldía de
Madrid y el Ministerio de Instrucción Pública. Nacido en Málaga
en 1846 y fallecido en Biarritz en 1913 se trasladó
desde su Málaga natal a Madrid, donde realizó sus
estudios universitarios, licenciándose en Derecho y Filosofía
y Letras en la Universidad Central. Hombre de gran
cultura, fue un gran conocedor del lenguaje y de los clásicos
latinos y griegos, pero su verdadera vocación fue el periodismo, a
través del cual se inició en la política.
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| Andrés Mellado. |
De ideas demócratas,
durante la Revolución de 1868, entró como redactor de El
Amigo del Pueblo, primer periódico federal, fundado en Madrid.
Desde las páginas de este periódico, que se subtitulaba Diario
de la República Democrática Federal, Andrés Mellado,
empezó a defender con ardor las ideas republicanas.
Meses después, el
18 de mayo de 1869, El Amigo del Pueblo fue absorbido por
La Igualdad, periódico que se autodenominaba Diario
Democrático Republicano, y que aspiraba a convertirse en el
órgano cualificado del Partido Republicano Federalista.
En este periódico
empezó a trabajar Andrés Mellado como redactor, apoyando con
sus artículos a Nicolás Salmerón y Emilio Castelar.
Nombrado director, Mellado ejerció con entusiasmo sus
funciones, hasta que surgió una de las crisis más graves por la que
atravesó el Federalismo, el enfrentamiento entre republicanos
federalistas y republicanos unitarios, que causó la forzada dimisión
de Andrés Mellado.
Tras el corto
reinado de Amadeo I y la breve I República, al quedar
restaurada la monarquía con Alfonso XII, Andrés Mellado
suavizó sus ideas políticas y empezó a trabajar como redactor del
periódico El Imparcial del que en 1879 sería nombrado
director.
A partir de ese
momento inicia su carrera política afiliándose al Partido
Fusionista de Sagasta, lo que le causó la crítica de
algunos de sus antiguos correligionarios, quienes abandonaron El
Imparcial para fundar El Liberal, que nacía como
periódico claramente republicano.
A finales de agosto
de 1889, siendo todavía director de El Imparcial, Mellado
fue nombrado alcalde de Madrid. Sustituía a Alberto
Bosch, cuya obligada dimisión se debía a importantes
irregularidades detectadas en la administración municipal. El
balance de la actuación de Andrés Mellado durante el año en
que estuvo ocupando el cargo de alcalde de Madrid fue muy
positivo, pues acabó con las lacras del gobierno municipal anterior,
saneó las arcas municipales y reformó el servicio contraincendios.
Además, organizó un gran número de festejos que atrajeron a Madrid
a miles de forasteros
Pero como la
verdadera vocación de Andrés Mellado era el periodismo, al
año de llevar realizando la gestión municipal aceptó la propuesta
que le hizo el periódico La Correspondencia de España de
hacerse cargo de su dirección, dejando la alcaldía en 1890.
Un año después, en
1891, el prestigioso periódico Diario de la Marina de La
Habana, le ofreció colaborar en él, y el Diario Español
de Buenos Aires le hizo aceptar el cargo de corresponsal.
Simultaneó todos estos trabajos hasta que fue nombrado gobernador
del Banco de España, cargo que ocupó entre julio y diciembre
del año 1902. Tres años después, el 26 de junio de 1903, fue
nombrado ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes
cargo que ocupó hasta el 31 de octubre de 1905.
Trabajador
infatigable, paralelamente a su actividad como periodista, Mellado
también conoció a fondo el campo de la política, en la que se
inició como diputado del Partido Liberal, obteniendo su
escaño por Puerto Rico en 1881 y en 1884 y posteriormente fue
diputado cuatro veces por Málaga, su ciudad natal. Además
fue senador representante de Cuba en 1898, y senador vitalicio
desde el 6 de agosto de 1901. En sus intervenciones parlamentarias,
tanto en el Senado como en el Congreso de los Diputados,
demostró ser un orador parlamentario sobrio y elegante como lo era
en sus artículos periodísticos. Por su erudición y cultura fue
elegido académico de número de la Real Academia Española,
el 5 de mayo de 1912. Ocupó el sillón K.
Andrés Mellado
murió a los sesenta y siete años, en Biarritz (Francia),
ciudad a la que había viajado para reponerse de la enfermedad
bronquial Mellado es considerado no sólo como el gran periodista
que escribió con pulcritud miles de artículos en la prensa española
y americana, sino como un gran maestro de periodistas, pues sirvió
de modelo para las generaciones posteriores.