Mastodon Málaga y sus historias: laboral
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lunes, 15 de septiembre de 2025

El servicio doméstico en la Málaga de 1900

 

Málaga en 1900 era una ciudad en transformación. Aunque aún sufría los efectos de la crisis económica del siglo XIX, como el colapso de la industria siderúrgica local y las enfermedades como la filoxera en el viñedo, seguía siendo un centro comercial importante, con burgueses, comerciantes y terratenientes que requerían servicio doméstico.


El Limonar hacia 1900.


Como explica el historiador Víctor M. Heredia Flores en su ‘Mirada recuperada. Memoria de Mujeres en las calles de Málaga’, el servicio doméstico incluía varias actividades que tenían como denominador general la nula preparación requerida, la exigencia de sumisión, las retribuciones mínimas y el ser una ocupación considerada tradicionalmente exclusiva de las mujeres.

Al realizarse en el ámbito familiar constituía prácticamente la única salida laboral para las chicas que emigraban del campo a la ciudad y para las muchachas de los barrios más humildes. En 1910 había cinco mil mujeres trabajando en el servicio doméstico en Málaga. La preocupación oficial por la vigilancia del servicio doméstico se demuestra en la aprobación de normas específicas de control como los reglamentos de 1862, 1876 y 1879, resalta Heredia.

La ciudad tenía zonas con familias acomodadas, como por ejemplo, El Limonar, La Caleta o el Centro, que contrataban personal para mantener la casa y asistir en la vida diaria. El servicio doméstico de mujeres se clasificaba en criadas o sirvientas, que ayudaban en la limpieza, cocina y otras tareas domésticas y eran las más comunes; las cocineras, mujeres con más experiencia, responsables de preparar la comida; doncellas, que acompañaban y asistían directamente a la señora de la casa, para vestirla y asearla; niñera o aya, encargadas del cuidado de los niños y finalmente, la planchadora, encargada de lavar y planchar la ropa.

Entre los hombres, se encontraba el chófer, poco común aún en 1900, pero que en casas muy ricas podía existir; además del mayordomo, varón encargado de la supervisión de todo el servicio; el jardinero o mozo de cuadras, en las casas con jardines o caballerizas; y por último el portero, en edificios urbanos o casas grandes.

Sobre las condiciones laborales, resaltar que la jornada prácticamente completa, muchas criadas vivían en la misma casa. El salario era muy bajo y muchas veces se compensaba con alojamiento y comida. Se esperaba lealtad y disponibilidad total. No existía contrato laboral formal. Todo era de palabra. Las sirvientas vivían en habitaciones pequeñas, generalmente apartadas del resto de la casa (buhardillas, cocinas, patios traseros) y en las casas burguesas de Málaga, había entradas traseras y escaleras de servicio para que los criados no usaran las zonas nobles. A algunos miembros del servicio se les exigía que vistieran de determinada manera para marcar la jerarquía.

martes, 29 de junio de 2021

Las chicas del cable de Málaga

 

En 1924 se crea la Compañía Telefónica Nacional de España, promovida por el gobierno de la dictadura de Primo de Rivera y participada por la empresa norteamericana ITT. El mismo año de la fundación de la citada compañía telefónica una empresa estatal en régimen de monopolio, se hizo cargo de la concesión de varias capitales, entre ellas MálagaPor otro lado hay que decir que la extensión del servicio telefónico abrió una nueva posibilidad laboral para la mujer. Casi desde la implantación y difusión de las primeras centrales telefónicas manuales se consideró una actividad femenina.


Telefonistas en la central de Molina Lario.


Las telefonistas se encargaban de poner en comunicación a los diferentes abonados de forma manual a través de la conexión de las correspondientes clavijas en la central. Para las llamadas a mayores distancias, las telefonistas comunicaban con otras centrales, atendidas a su vez por otra telefonista. Factor importante para la contratación de mujeres fue que los salarios femeninos eran más reducidos que los masculinos y que las mujeres solían quedar al margen de las reivindicaciones sindicales, lo que de entrada garantizaba una plantilla barata y sumisa.


Otros argumentos empleados en la época eran que las mujeres eran más amables, sensibles y disciplinadas que los hombres. Esto no evitó que el trabajo de las telefonistas fuera cuestionado en prolongados debates en los que eran descalificadas alegando su escasa habilidad para la técnica. Las primeras telefonistas realizaban su trabajo de pie y bajo la supervisión de una inspectora, teniendo que memorizar los nombres y los números de los abonados de su zona. Más adelante, con la progresiva automatización y mejora del servicio, pasaron a trabajar sentadas.


La profesión de telefonista requería un cierto nivel cultural ya que, además de amabilidad, pero su salario era superior al de otros oficios femeninos y otorgaba cierta consideración social, siempre que la mujer fuera joven y soltera, puesto que era casi obligado que abandonaran el puesto al contraer matrimonio.


La llegada del teléfono a Málaga se produjo en el año 1900 y los primeros abonados fueron organismos públicos, como el Ayuntamiento, la Diputación y los Gobiernos Civil y Militar. El titular de la primera concesión del servicio telefónico en Málaga fue Santiago Magdaleno que abre sus instalaciones en calle Calderería numero 4, estableciendo desde ese momento la primera red telefónica urbana de laga aunque esta red llegaba a todos los puntos de la ciudad por no poseer una debida infraestructura para la comunicación, aunque estos objetivos se irán cumpliendo en años sucesivos. No es hasta el año 1911 cuando en Málaga se construye un tendido para poder comunicarse con la capital de España .


En Málaga la modernización del servicio telefónico tuvo su primer hito con la inauguración el 29 de junio de 1928 de la nueva central de la calle de Molina Lario, que sustituyó a la antigua que estaba situada en la calle de Calderería y que sufrió un incendio que destruyó todos las instalaciones. La nueva central controlaba 2.800 líneas urbanas y disponía de seis puestos de operadora para conexiones interurbanas.