Mastodon Málaga y sus historias: leche
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martes, 5 de noviembre de 2024

La cabra malagueña

 

La cabra malagueña o cabra costeña es una raza caprina española originaria de la provincia de Málaga. Es la raza caprina que más influencia ha tenido en las restantes razas de la península ibérica, ya que está presente en numerosas regiones, y se considera una de las razas lecheras más importantes del mundo.


Ejemplar de cabra malagueña.


Parece ser que el origen de la cabra malagueña procede de un cruce entre la cabra alpina, que llegó desde el norte, y la raza maltesa, que llegó desde Marruecos. La mezcla se produjo en Andalucía, pero no es exclusiva de MálagaRecibe este nombre por ser la zona en la que hay más núcleos de ejemplares, pero en realidad se extienden por toda la geografía de Andalucía, la Mancha y Extremadura.

Su piel es fina y aterciopelada, las mucosas claras, sonrosadas y, en muchos casos, con abundante pigmentación. Suelen tener el pelo corto, aunque se pueden encontrar animales de pelo más largo, formando raspil y calzón, especialmente en la sierra. Frecuentemente presenta mamellas. La capa es uniforme, de color rubio, que va desde el rubio claro o albahío al rubio oscuro o retinto.

Sexualmente hablando, la raza es precoz y prolífica y tiene una de las tasas de fertilidad más elevadas, ya que las hembras son poliéstricas permanentes.

La rusticidad de la cabra malagueña la hace muy resistente a los climas cálidos. Se adapta fácilmente a distintos sistemas de explotación, siendo familiares la mayoría de los rebaños y de régimen semiextensivo.

La raza se dedica principalmente a la producción de leche, debido a su gran productividad, aunque se encuentra en auge la producción y consumo de otros productos derivados como el Queso de Málaga y el Chivo Lechal Malagueño.

En la actualidad existe la Asociación Española de Criadores de la Cabra Malagueña (CABRAMA) que trabaja por la mejora y la difusión de la raza. Resaltar que es muestra de la importancia en la economía provincial de la cabra malagueña la celebración de la Fiesta de la Cabra Malagueña en distintos municipios, como es el caso de Casabermeja.

viernes, 25 de febrero de 2022

Colema, la leche de los malagueños

 

El día 21 de diciembre de 1963 la Comercial Lechera de Málaga (Colema) comienza la distribución en la provincia de Málaga de leche embotellada, la primera empresa en hacerlo en la Costa del Sol que había nacido como una cooperativa de pequeños ganaderos. Una marca ligada a la memoria colectiva de los malagueños, muchos crecieron consumiendo esa leche fresca y de gran calidad que se guardaban en los frigoríficos de miles de hogares.


Instalaciones de Colema en la carretera de Cádiz.


Para llevarlo a todos los rincones de la provincia contaba con una completa red compuesta por 52 lecherías, 5 tiendas y 5 supermercados. Por entonces, aún existía la costumbre de adquirir el producto a lecheros ambulantes o en pequeñas tiendas que la despachaban a granel, de forma que los clientes acudían con un envase, las lecheras, a estos negocios familiares y volvían con la leche fresca a casa.

Cuando Colema comenzó a vender leche envasada se encargó de hacer campañas de publicidad y promoción anunciando que todo se hacía según las normas sanitarias de esos años y que había garantías de calidad.

A finales de los años 80 los resultados económicos de la Comercial Lechera de Málaga y los graves destrozos provocados en la factoría por las inundaciones de noviembre de 1989 aconsejaron su cierre lo que motivó la venta de la marca a Puleva por 400 millones de las antiguas pesetas.

Aunque 30 años después, en enero de 2018, la mítica marca malagueña de productos lácteos volvía a las tiendas de la mano de la distribuidora malagueña Quesol, que había adquirido los derechos sobre esta firma, después de que Puleva no renovara el registro de la marca.

El entonces administrador de Quesol anunció que conservarían el logotipo de la vieja Colema, con su famosa flor, que figuró en sus primer producto, el queso fresco, que iría seguido, por la leche de vaca y de cabra, la mantequilla y distintos tipos de quesos.

jueves, 28 de noviembre de 2019

La ayuda del ‘amigo’ americano

Aunque España había quedado excluida del Plan Marshall, la leche y el queso enviados por Cáritas norteamericana permite superar situaciones difíciles de abastecimiento entre las clases humildes.

A Ronda llegan en febrero de 1955 cerca de un millón de litros de leche y casi tres mil kilos de queso, en unos fletes cuyos gastos de 250.000 pesetas han sido sufragados en tres quintas partes por un donativo privado y el resto por un préstamo del Monte de Piedad.

Entrega de bolsas con productos alimenticios. (Foto: Sur).
La leche se distribuye por toda la comarca a un precio de treinta céntimos sufragados por asociaciones caritativas, destinados a amortizar el préstamo y a realizar nuevas adquisiciones. El queso es repartido gratuitamente en bocadillos.

El caso de Ronda no es una excepción y el Gobierno Civil se ve obligado a emitir una nota para desmentir que estas ayudas americanas puedan desequilibrar la industria y el mercado nacional, recordando que están destinadas a enfermos y clases débiles.

A nivel nacional, la ayuda humanitaria, entre la que se encontraban la leche y el queso ya citados, fueron repartidos en los colegios, al menos en los colegios públicos, entonces llamados “Colegios Nacionales”, desde 1955 a 1963, aproximadamente.

Esta ayuda del ‘amigo’ americano habría que enmarcarla en los llamados Pactos de Madrid de 1953 que fueron tres «acuerdos ejecutivos firmados en Madrid el 23 de septiembre de 1953 entre Estados Unidos y España. Según los mismos se instalarían en territorio español cuatro bases militares estadounidenses a cambio de ayuda económica y militar.

La compensación económica que recibió España de Estados Unidos entre 1953 y 1963 fue de algo más de 1500 millones de dólares, básicamente créditos gestionados por el Export-Import Bank para comprar productos estadounidenses, fundamentalmente alimentos, algodón y carbón.

La ayuda militar fue de 456 millones en material de guerra de segunda mano, que a pesar de ello sirvió para modernizar las Fuerzas Armadas durante la dictadura franquista, que seguían utilizando armas italianas y alemanas de la guerra civil española.