Mastodon Málaga y sus historias: minas
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martes, 4 de marzo de 2025

Minas de plomo en la Axarquía

 

La Axarquía, comarca de la provincia de Málaga, esconde un pasado minero rico y fascinante, especialmente ligado a la extracción de plomo. Durante gran parte del siglo XIX y principios del XX, esta actividad económica desempeñó un papel fundamental en el desarrollo de la comarca, dejando un legado de infraestructuras y paisajes industriales que aún hoy en día pueden observarse.


Mina de plomo en Nerja.


La explotación de las minas de plomo en la Axarquía se remonta a siglos atrás, aunque fue en el siglo XIX cuando alcanzó su máximo esplendor. Numerosas concesiones mineras se repartieron por toda la comarca, con yacimientos de gran importancia en municipios como Nerja, Periana, Comares y Cútar.

La demanda de plomo, utilizado principalmente en la fabricación de baterías y munición, impulsó una intensa actividad minera. Sin embargo, las condiciones de trabajo eran duras y la rentabilidad de muchas explotaciones era limitada, lo que provocó un declive gradual de esta industria a mediados del siglo XX.

La minería del plomo tuvo un impacto significativo en la economía y la sociedad de la Axarquía. Por un lado, generó empleo y riqueza en una región predominantemente agrícola, contribuyendo a mejorar las condiciones de vida de muchos habitantes. Por otro lado, impulsó el desarrollo de infraestructuras como caminos y vías de comunicación, facilitando el transporte de los minerales y conectando los pueblos de la comarca.
Sin embargo, la actividad minera también tuvo consecuencias negativas. La contaminación ambiental, la explotación laboral y el agotamiento de los recursos naturales fueron algunos de los problemas asociados a esta industria.

A pesar de su declive, la minería del plomo dejó un legado de gran valor histórico y cultural en la Axarquía. Numerosos restos mineros, como galerías, pozos, escombreras y edificaciones industriales, se encuentran dispersos por el territorio, constituyendo un valioso patrimonio industrial, convirtiéndolo en un atractivo turístico y educativo. La ruta de las minas de la Axarquía es un ejemplo de ello, permitiendo a los visitantes descubrir los secretos de este pasado industrial y apreciar la belleza de los paisajes mineros. En la actualidad, la minería del plomo en la Axarquía es prácticamente inexistente.

viernes, 22 de diciembre de 2023

Las minas de níquel de Carratraca

 

Cerca del casco urbano de Carratraca, a través del Camino de Casarabonela, se ubican diversas minas de cromo-níquel en el Cerro de las Minas que están asociadas geológicamente al afloramiento de peridotitas de la Sierra de Aguas.


Mina de níquel en Carratraca.


Minas como San Juan, El Sapo, Los Jarales, San Agustín, Mina del Rosario, Mina de Diamantes, El Inglés, Los Pobres o Pozo Moreno integraron el distrito minero de Málaga que estuvo en explotación en los siglos XIX y XX, posicionando a la provincia a la cabeza de la producción europea de estos minerales en las décadas anteriores a la Guerra Civil.

Los primeros registros mineros de cromo-níquel en término de Carratraca datan de 1825, aunque no será hasta 1840 cuando la sociedad La Concordia y posteriormente el empresario Juan Salas y el cónsul inglés de Málaga explotan hasta 1848 este importante distrito minero malagueño.

En 1851 existió una verdadera fiebre minera en Carratraca, cuando se efectuaron más de 500 registros en la jefatura de Minas. En 1852 la producción provincial de níquel ascendía a 2.500 quintales en bruto, exportados a través del puerto de Málaga con destino a Londres, fundamentalmente, y Berlín, donde el mineral se utilizaba para hacer aleaciones con cobre, zinc y arsénico. El alto número de explotaciones auguraba un buen futuro, pero derivó en un caos que motivó el cese de la actividad a los pocos años.

En 1919, los trabajos del geólogo e ingeniero malagueño Domingo de Orueta y Duarte sobre los depósitos de platino, cromo y níquel de la Serranía de Ronda despertaron nuevamente el interés en la explotación del distrito minero de Carratraca, aunque la actividad se paralizó durante la II República y la Guerra Civil.

En 1940 la Comisión de Minerales de Interés Estratégico siguió explotando estas mineralizaciones, aunque con menor producción. Estudios posteriores en los años 60 del Instituto Nacional de Industria o del Instituto Geológico y Minero de España, en 1978, desestimaron la continuidad de las explotaciones.

jueves, 31 de diciembre de 2020

Domingo de Orueta, un geólogo malagueño

 

El día 1 de diciembre de 1880 el científico malagueño Domingo de Orueta Duarte, con tan solo 18 años, es admitido como miembro de la Sociedad Malagueña de Ciencias Físicas y Naturales.


Domingo de Orueta.


Orueta, nacido en Málaga en 1862, era hijo de Domingo de Orueta Aguirre y de Francisca Duarte y Andrés-Cardenal. En su ciudad natal estudió Química con Dionisio Roca Subirana, Geología con su padre y asistió a la Academia Sancha, dirigida por el ingeniero José María Sancha, además de haber tenido un período de formación en Inglaterra.


En 1880 ingresó en la Escuela de Minas, concluyendo su carrera en 1885 con el número uno de su promoción. Dos años más tarde, concretamente el 10 de enero de 1887, ingresó en el Cuerpo de Ingenieros de Minas. Fue discípulo de Lucas Mallada y José Macpherson.


Entre 1884 y 1885, fue profesor de Geología y Laboreo de Minas de la Institución Libre de Enseñanza. En 1885 publicó sus estudios sobre el terremoto de Andalucía de 1884-1885, adelantándose con ellos a las teorías geológicas de W. H. Hodss. En 1886 comenzó a ejercer su profesión como ingeniero en la Ferrería de Heredia de Málaga, pasando después a ser ingeniero en las minas de carbón de Orbó (Palencia) y director de las minas de carbón de Matallana (León).


El 19 de septiembre de 1886 casó con Manuela Castañeda Ramírez, con la que tuvo cinco hijos. Poco después de 1887 fue destinado a la Escuela de Capataces de Mieres (Asturias) y, al crearse en este centro la asignatura de Electrónica, le fue encomendada, permaneciendo en dicho encargo hasta 1913.


La independencia económica que sus empresas le permitieron pudo dedicarse plenamente a la investigación. De esa forma, hacia 1915 se trasladó a Madrid donde fundó su laboratorio de óptica y, en este sentido, hay que destacar sus aportaciones en torno a las técnicas microscópicas para la identificación de minerales, así como el uso de la fotografía en color.


Desde 1913 hasta 1917 estudió la Serranía de Ronda, continuando los trabajos emprendidos por su padre y Macpherson en aquella zona; los dos últimos años de trabajo recibió apoyo estatal al ser comisionado por el Instituto Geológico. Estos trabajos le permitieron demostrar la existencia de platino en proporción explotable y descubrir criaderos de níquel y cromo en Los Jarales y Sierra de Aguas.


Estos descubrimientos fueron dados a conocer por Orueta en una memorable conferencia celebrada en el Instituto de Ingenieros Civiles el día 10 de octubre de 1915. Falleció en Madrid el día 15 de enero de 1926.