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Antiguo edificio de sindicatos en Málaga. |
Se les incauta máquina multicopista y propaganda. Este
sindicato había sido ilegalizado un año antes por su auge en las elecciones del
66 impulsadas por las medidas liberalizadoras que los tecnócratas del régimen
empiezan a imponer.
Esto va a generar una política represiva hacia sus
militantes, sobre todo a partir de la organización de paros en las empresas y
concentraciones ante la Delegación de
Sindicatos. Esta persecución, con cargas policiales, detenciones, listas
negras, además de las denuncias del sindicato oficial, se mantendrá
intensamente hasta el final del franquismo, desmantelando la vertebración que
el sindicato había conseguido.
Aunque tras la guerra civil se desarticularon todas las
organizaciones obreras, siempre hubo cierta resistencia, también en Málaga, de forma que a finales de los
años cincuenta se mantuvo un núcleo de oposición comunista en empresas
emblemáticas como la VERS S.A. o RENFE. Ni siquiera la caída de 1961 en
la que fueron detenidos más de 80 militantes comunistas, pudo acabar con la
disidencia en empresas como las señaladas o en otras como Industria Malagueña, Fábrica
de Caucho, CROSS y empresas en
el sector de la construcción.
A mediados de los años sesenta un grupo de jóvenes
comunistas deciden crear las Comisiones
Obreras. Ya en 1965 celebran, por primera vez desde la guerra civil, el Primero de Mayo, siendo dispersados por
la policía y, ese mismo año, se crea en Industria
Malagueña la primera Comisión Obrera
para tratar de evitar el cierre de la misma.
El éxito de su gestión anima a otros militantes para
preparar las elecciones sindicales de 1966, donde saldrán muchos representantes
de Comisiones Obreras en sectores
como la construcción, el textil, el transporte, la química o la metalurgia. Tal
es el éxito que se consigue, por ejemplo, la presidencia y la vicepresidencia
de la Sección Social del Metal.
A ellos se les unirán ciertos grupos progresistas de la
iglesia católica, concretamente de la JOC,
así como algunos sacerdotes obreros. Los dos grupos se unirán y, por primera
vez, irán juntos en la manifestación del Primero
de Mayo de 1966, que discurre por el centro de la ciudad.
El desarrollo organizativo de las Comisiones Obreras malagueñas pasa, posteriormente, por la creación
de una coordinadora que comienza a movilizar a los trabajadores malagueños,
como la celebrada contra el paro del 9 de febrero de 1967 donde la organización
se da a conocer entre los trabajadores. Esta primera movilización, en las
puertas del sindicato vertical, sería disuelta por la policía, culminando, como
ya se ha narrado, con la detención de una veintena de militantes comunistas y
de CCOO.
Las Comisiones
Obreras malagueñas, al mismo tiempo, estarán representadas a nivel regional
desde que se celebrara la primera Asamblea
Regional en 1967 en Sevilla y,
desde entonces, dirigentes malagueños mantendrán reuniones asiduas con otros
militantes de CCOO de Andalucía. Sin embargo, el ascenso de
las CCOO malagueñas se verá truncado
con la caída de sus militantes más significativos en el Primero de Mayo de 1968, donde algunos de ellos serán torturados
por la policía política en famoso Cuartel
de Natera y, tras su juicio ante el Tribunal
de Orden Público (TOP), tendrán que cumplir largos años de cárcel.
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