En este mismo blog se ha abordado en distintas entradas el fenómeno
del anarquismo en Málaga cuyos militantes aparecieron
implicados en distintas acciones sindicales y terroristas, como el
atentado perpetrado contra el diario conservador La Unión
Mercantil el 22 de junio de 1920 en el que resultaron heridos de
gravedad varios trabajadores. Aunque tras el atentado fueron
detenidos y luego puestos en libertad significados dirigentes
sindicales, las investigaciones policiales determinaron que el
inductor de la acción terrorista habría sido Paulino Díez
Martín que luego también sería detenido.
Paulino Díez
Martín fue uno de los militantes del anarcosindicalismo casi
anónimo que, sin embargo, formaron parte del entresijo del
anarquismo en la Península Ibérica y exponente de los que
tenían como ideal un mundo mejor y como objetivo un mejor reparto
de la riqueza entre los hombres. Paulino Díez nació
en Burgos el 4 de mayo de 1892. A los 14 años, siendo
aprendiz, ingresa en la Sociedad de Carpinteros y Ebanistas
situada en la calle Puebla de la citada ciudad y dos años
después, a los 16, es elegido vocal de dicha sociedad, cargo que
ocupó hasta 1910 que es cuando parte junto con su hermano hacia
Melilla en busca de trabajo. Aunque su activismo sindical tuvo
como escenario diferentes ciudades españolas, especialmente Melilla,
Sevilla y Barcelona, aquí se aborda su relación con
Málaga.
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Paulino Díez, Aurea Cuadrado, de Mujeres Libres, y su hijo Panamá. |
En 1916, en Melilla,
el grupo anarquista del que formaba parte Paulino decide
denunciar la situación del contrabando, que en ese momento existía
entre comerciantes y el Gobierno Militar, lo que provocó un
gran escándalo. Escándalo que terminó con la destitución del
gobernador militar Federico de Monteverde. Como consecuencia
del escándalo del contrabando, en octubre de 1916 Paulino sufre
un intento de atentado, pero logra refugiarse en un barco anclado en
el muelle melillense, “El Sister” y viajar a Málaga.
Sobre las
vicisitudes de Paulino Díez Martín en Málaga en los
años inmediatamente anteriores al régimen de Primo de Rivera,
hay que decir que una vez en la capital malagueña, en 1919,
desarrolla una intensa labor propagandística y huelguística que le
supuso innumerables expulsiones, detenciones y encarcelamientos. En
julio de 1924 se vio obligado a partir hacia Cuba, donde pasó
3 años y 4 en Estados Unidos, regresando a España
tras el establecimiento de la II República. En 1919 entra en
contacto con la marina mercante, que está en huelga, por lo que será
detenido junto a un capitán vasco, lo que motivará que los
compañeros convoquen una huelga general de todo el Puerto
de Málaga, pero será puesto en libertad pocos días después
por orden del gobernador civil. También en Málaga empezó a
organizar los sindicatos anarcosindicalistas de la Madera,
Construcción y Transporte. Meses después se inicia una huelga
de dependientes del comercio y de nuevo Paulino será
detenido y más tarde de nuevo puesto en libertad. En diciembre del
19 participa en el Congreso de la Comedia de Madrid, en
representación de los sindicatos de Málaga.
En mayo de 1920 será
expulsado de la ciudad por el gobernador Dámaso Gil
Municio, por lo que se traslada a Sevilla con nombre
falso, se hacia llamar José Pérez, para encontrar trabajo en
una carpintería. En julio es detenido en su casa sevillana de la
calle Enladrillada al encontrarle una carta que la policía
relaciona con el ya citado atentado de junio contra el periódico La
Unión Mercantil de Málaga.
Desde la prisión
malagueña organiza una campaña de prensa que llevaba por título
“cómo se fraguan los procesos contra la organización obrera”.
También desde la misma prisión organizará su propio comité de
defensa confederal. En este proceso por el atentado contra La
Unión Mercantil Paulino contará con los abogados José
del Río y Francesc Layret. El juicio se inició el 16 de
octubre de 1920 contra los acusados. Al tercer día de iniciar el
proceso los sindicatos declararon la huelga general en Málaga
y provincia.
El letrado Layret
hizo una argumentación tal del anarquismo que un cabo de artillería,
que se encontraba en la sala, no pudo más que gritar ¡viva la
anarquía!, por lo que los compañeros anarquistas tuvieron que
esconder su identidad para que no fuera detenido. Todos los acusados
quedaron absueltos. Una gran multitud llevó en hombros a Layret
hasta su hotel dando vivas a la CNT.
Ya en 1922 regresa a
Melilla, después de sucesivas vicisitudes, volverá a ser
detenido el 10 de agosto y enviado a Málaga, donde le espera
la policía, y pasará 10 días en la cárcel. A la salida de la
prisión se encuentra con la huelga del muelle del puerto, convocada
por toda la CNT, a la cual se unió, saboteando a los
esquiroles, por lo que fue detenido de nuevo junto a otros
compañeros, entre ellos todo el comité de huelga, por lo que
Gobernación prohibió las visitas familiares para
aislar a los huelguistas. Al mismo tiempo en la cárcel entraban 16
compañeros campesinos de Churriana acusados de agredir a
esquiroles en una huelga que ya duraba 4 meses.
A partir de ese
momento el activismo sindical del anarquista siguió su desarrollo en
distintos puntos de la geografía española. Paulino Díez
falleció exiliado en la ciudad de Colón (Panamá) en
1980.