Mastodon Málaga y sus historias: sindicatos
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martes, 6 de junio de 2023

Antequera y la huelga general de 1930

 

Coincidiendo con la crisis agraria se produce en Antequera en 1930 una huelga de 1.800 jornaleros que se iniciaría el 5 de noviembre, reclamando la subida de jornales que en ese momento tenían un mínimo de 6 pesetas. La intransigencia de la patronal hizo que la huelga se prolongara.


Cortijo en Antequera.


El día 8 el alcalde de Antequera convocaría a patronos y obreros para buscar una salida a la situación, la reunión resultó infructuosa, teniendo que viajar a Málaga para buscar la mediación del gobernador. Este convocó en Málaga para el día 11 a representantes obreros y patronal representada en el Sindicato Católico Agrario, aquella reunión resultó también inútil.

Los obreros lanzaron un manifiesto a la opinión pública achacando a la intransigencia de la patronal la causa que no solucionaba el conflicto. El día 14 la huelga se hizo general ya que secundaron el paro los metalúrgicos, carpinteros y albañiles, además de los trabajadores del ramo textil y panaderos.

En la calle del Infantado hubo enfrentamientos con las fuerzas de orden público quedando cortada la circulación. Ante esta situación se mandó clausurar las sociedades obreras y recurrir a reforzar la guarnición de las fuerzas de orden público. Ya desde Montilla (Córdoba) se había desplazado el líder ugetista Zafra para mediar en el conflicto siendo desautorizado por los obreros.

El día 17 una comisión de obreros marcharon a Madrid a fin de dar cuenta al Ministro de Trabajo de que el problema era debido a la resistencia de la patronal a subir los jornales. El día 20 quedaría conjurada la huelga con la subida de un real en los jornales

lunes, 26 de septiembre de 2022

Las cigarreras y el movimiento sindical

 

Desde el inicio de las actividades de las fábricas de tabaco en Málaga, a partir de 1829, se puede considerar a sus cigarreras, junto a las de otros puntos de la geografía andaluza, como la primera expresión de movimiento obrero y feminista en Andalucía. Surgen grupos de mujeres vinculadas a las tabacaleras que tendrán gran protagonismo en el siglo XIX en las ciudades de Sevilla, Cádiz y Málaga y que se extenderán también por el resto del Estado.


Antigua Fábrica de Tabaco.


Su aparición coincide con la incorporación de las mujeres en las fábricas dejando muchos ejemplos de organización de la lucha sindical, haciéndose con gran protagonismo entre las clases populares y dando grandes muestras de gran solidaridad.

Las cigarreras resaltan en las huelgas y revueltas y protagonizar los motines como signo característico de la lucha popular y en sus propias reivindicaciones, además de no abandonar nunca a ninguna compañera durante las protestas, víctimas de la feroz represión de las mismas.

Estas mujeres experimentarán una nueva filosofía y formas de vida, independientes a los hombres, muchas de ellas rechazaban el matrimonio y fueron además las primeras mujeres que comenzaron a afiliarse a los sindicatos.

En Andalucía las relaciones entre las cigarreras superaban lo laboral, ya que los conocidos patios de vecinas o las corralas con lavanderos, cocinas y patios conjuntos en los bloques de viviendas, ayudaban al reforzamiento de la solidaridad.

No exentas de explotación con sueldos ínfimos, condiciones nefastas y el sufrimiento de enfermedades vinculadas a las fábricas, su participación política fue muy activa al igual que la respuesta del poder en represión política.

Las cigarreras, sin embargo, consiguieron grandes logros, como fueron la inclusión de guarderías, escuelas y zonas de lactancia en las fábricas, la representación y empoderamiento de las mujeres en los movimientos sociales como sujeto político, además de la inclusión del pueblo gitano entre las trabajadoras.

Victorias en sus áreas de trabajo como fueron las ampliaciones con mujeres de las plantilla o la creación de las llamadas hermandades de socorro mutuo, no existían los seguros sociales, así como la creación de talleres auxiliares para evitar el despido de las mujeres mayores.

lunes, 21 de febrero de 2022

El anarquista que tuvo en jaque a la policía

 

En este mismo blog se ha abordado en distintas entradas el fenómeno del anarquismo en Málaga cuyos militantes aparecieron implicados en distintas acciones sindicales y terroristas, como el atentado perpetrado contra el diario conservador La Unión Mercantil el 22 de junio de 1920 en el que resultaron heridos de gravedad varios trabajadores. Aunque tras el atentado fueron detenidos y luego puestos en libertad significados dirigentes sindicales, las investigaciones policiales determinaron que el inductor de la acción terrorista habría sido Paulino Díez Martín que luego también sería detenido.

Paulino Díez Martín fue uno de los militantes del anarcosindicalismo casi anónimo que, sin embargo, formaron parte del entresijo del anarquismo en la Península Ibérica y exponente de los que tenían como ideal un mundo mejor y como objetivo un mejor reparto de la riqueza entre los hombres. Paulino Díez nació en Burgos el 4 de mayo de 1892. A los 14 años, siendo aprendiz, ingresa en la Sociedad de Carpinteros y Ebanistas situada en la calle Puebla de la citada ciudad y dos años después, a los 16, es elegido vocal de dicha sociedad, cargo que ocupó hasta 1910 que es cuando parte junto con su hermano hacia Melilla en busca de trabajo. Aunque su activismo sindical tuvo como escenario diferentes ciudades españolas, especialmente Melilla, Sevilla y Barcelona, aquí se aborda su relación con Málaga.


Paulino Díez, Aurea Cuadrado, de Mujeres Libres, y su hijo Panamá.


En 1916, en Melilla, el grupo anarquista del que formaba parte Paulino decide denunciar la situación del contrabando, que en ese momento existía entre comerciantes y el Gobierno Militar, lo que provocó un gran escándalo. Escándalo que terminó con la destitución del gobernador militar Federico de Monteverde. Como consecuencia del escándalo del contrabando, en octubre de 1916 Paulino sufre un intento de atentado, pero logra refugiarse en un barco anclado en el muelle melillense, “El Sister” y viajar a Málaga.

Sobre las vicisitudes de Paulino Díez Martín en Málaga en los años inmediatamente anteriores al régimen de Primo de Rivera, hay que decir que una vez en la capital malagueña, en 1919, desarrolla una intensa labor propagandística y huelguística que le supuso innumerables expulsiones, detenciones y encarcelamientos. En julio de 1924 se vio obligado a partir hacia Cuba, donde pasó 3 años y 4 en Estados Unidos, regresando a España tras el establecimiento de la II República. En 1919 entra en contacto con la marina mercante, que está en huelga, por lo que será detenido junto a un capitán vasco, lo que motivará que los compañeros convoquen una huelga general de todo el Puerto de Málaga, pero será puesto en libertad pocos días después por orden del gobernador civil. También en Málaga empezó a organizar los sindicatos anarcosindicalistas de la Madera, Construcción y Transporte. Meses después se inicia una huelga de dependientes del comercio y de nuevo Paulino será detenido y más tarde de nuevo puesto en libertad. En diciembre del 19 participa en el Congreso de la Comedia de Madrid, en representación de los sindicatos de Málaga.

En mayo de 1920 será expulsado de la ciudad por el gobernador Dámaso Gil Municio, por lo que se traslada a Sevilla con nombre falso, se hacia llamar José Pérez, para encontrar trabajo en una carpintería. En julio es detenido en su casa sevillana de la calle Enladrillada al encontrarle una carta que la policía relaciona con el ya citado atentado de junio contra el periódico La Unión Mercantil de Málaga.

Desde la prisión malagueña organiza una campaña de prensa que llevaba por título “cómo se fraguan los procesos contra la organización obrera”. También desde la misma prisión organizará su propio comité de defensa confederal. En este proceso por el atentado contra La Unión Mercantil Paulino contará con los abogados José del Río y Francesc Layret. El juicio se inició el 16 de octubre de 1920 contra los acusados. Al tercer día de iniciar el proceso los sindicatos declararon la huelga general en Málaga y provincia.

El letrado Layret hizo una argumentación tal del anarquismo que un cabo de artillería, que se encontraba en la sala, no pudo más que gritar ¡viva la anarquía!, por lo que los compañeros anarquistas tuvieron que esconder su identidad para que no fuera detenido. Todos los acusados quedaron absueltos. Una gran multitud llevó en hombros a Layret hasta su hotel dando vivas a la CNT.

Ya en 1922 regresa a Melilla, después de sucesivas vicisitudes, volverá a ser detenido el 10 de agosto y enviado a Málaga, donde le espera la policía, y pasará 10 días en la cárcel. A la salida de la prisión se encuentra con la huelga del muelle del puerto, convocada por toda la CNT, a la cual se unió, saboteando a los esquiroles, por lo que fue detenido de nuevo junto a otros compañeros, entre ellos todo el comité de huelga, por lo que Gobernación prohibió las visitas familiares para aislar a los huelguistas. Al mismo tiempo en la cárcel entraban 16 compañeros campesinos de Churriana acusados de agredir a esquiroles en una huelga que ya duraba 4 meses.

A partir de ese momento el activismo sindical del anarquista siguió su desarrollo en distintos puntos de la geografía española. Paulino Díez falleció exiliado en la ciudad de Colón (Panamá) en 1980.

lunes, 20 de enero de 2020

El franquismo contra CCOO

El 29 de abril de 1968 se confirma la detención de veinticuatro activistas de CCOO tras una operación de la Guardia Civil y la Policía Armada después de que el día 26 apareciesen octavillas en la ciudad y otros municipios invitando a obreros y a campesinos a manifestarse el Primero de Mayo.

Antiguo edificio de sindicatos en Málaga.
Se les incauta máquina multicopista y propaganda. Este sindicato había sido ilegalizado un año antes por su auge en las elecciones del 66 impulsadas por las medidas liberalizadoras que los tecnócratas del régimen empiezan a imponer.

Esto va a generar una política represiva hacia sus militantes, sobre todo a partir de la organización de paros en las empresas y concentraciones ante la Delegación de Sindicatos. Esta persecución, con cargas policiales, detenciones, listas negras, además de las denuncias del sindicato oficial, se mantendrá intensamente hasta el final del franquismo, desmantelando la vertebración que el sindicato había conseguido.

Aunque tras la guerra civil se desarticularon todas las organizaciones obreras, siempre hubo cierta resistencia, también en Málaga, de forma que a finales de los años cincuenta se mantuvo un núcleo de oposición comunista en empresas emblemáticas como la VERS S.A. o RENFE. Ni siquiera la caída de 1961 en la que fueron detenidos más de 80 militantes comunistas, pudo acabar con la disidencia en empresas como las señaladas o en otras como Industria Malagueña, Fábrica de Caucho, CROSS y empresas en el sector de la construcción.

A mediados de los años sesenta un grupo de jóvenes comunistas deciden crear las Comisiones Obreras. Ya en 1965 celebran, por primera vez desde la guerra civil, el Primero de Mayo, siendo dispersados por la policía y, ese mismo año, se crea en Industria Malagueña la primera Comisión Obrera para tratar de evitar el cierre de la misma.

El éxito de su gestión anima a otros militantes para preparar las elecciones sindicales de 1966, donde saldrán muchos representantes de Comisiones Obreras en sectores como la construcción, el textil, el transporte, la química o la metalurgia. Tal es el éxito que se consigue, por ejemplo, la presidencia y la vicepresidencia de la Sección Social del Metal.

A ellos se les unirán ciertos grupos progresistas de la iglesia católica, concretamente de la JOC, así como algunos sacerdotes obreros. Los dos grupos se unirán y, por primera vez, irán juntos en la manifestación del Primero de Mayo de 1966, que discurre por el centro de la ciudad.

El desarrollo organizativo de las Comisiones Obreras malagueñas pasa, posteriormente, por la creación de una coordinadora que comienza a movilizar a los trabajadores malagueños, como la celebrada contra el paro del 9 de febrero de 1967 donde la organización se da a conocer entre los trabajadores. Esta primera movilización, en las puertas del sindicato vertical, sería disuelta por la policía, culminando, como ya se ha narrado, con la detención de una veintena de militantes comunistas y de CCOO.

Las Comisiones Obreras malagueñas, al mismo tiempo, estarán representadas a nivel regional desde que se celebrara la primera Asamblea Regional en 1967 en Sevilla y, desde entonces, dirigentes malagueños mantendrán reuniones asiduas con otros militantes de CCOO de Andalucía. Sin embargo, el ascenso de las CCOO malagueñas se verá truncado con la caída de sus militantes más significativos en el Primero de Mayo de 1968, donde algunos de ellos serán torturados por la policía política en famoso Cuartel de Natera y, tras su juicio ante el Tribunal de Orden Público (TOP), tendrán que cumplir largos años de cárcel.


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viernes, 29 de noviembre de 2019

Inauguración de la Casa Sindical

El 6 de mayo  de 1955, José Solís, delegado nacional de Sindicatos, preside en Málaga la inauguración de la Casa Sindical.

El edificio, situado entre el Muelle de Heredia y la Alameda de Colón, tiene la estética de la arquitectura de la autarquía y viene a confirmar la consolidación de la estructura del llamado sindicato vertical.

Casa Sindical.
Periodistas del NO-DO, Radio Nacional y de los periódicos 'Pueblo', 'Ya', 'El Alcázar', 'Madrid' y 'La Vanguardia' acuden para dar amplia publicidad del acto.

Una construcción sobre un solar trapezoidal en esquina proyectada por el arquitecto Gutiérrez Soto, dirigiendo las obras Juan Jáuregui Briales.

Construido entre 1948 y 1952, en este edificio vuelve a mostrar la flexibilidad de su trabajo a la hora de abordar su diseño, demostrando un gran pragmatismo, y la forma en que sabe adaptar sus proyectos realizados. En 1945 este arquitecto proyecta un bloque de viviendas en la calle Padilla de Madrid.

El solar es de características similares al de los sindicatos, y ambos los resuelve de igual manera, cambiando de nuevo su apariencia para dotar al de la Alameda de Colón de una imagen más oficial, un lenguaje de propaganda que hace uso del orden gigante en pilastras, puerta monumentalizada y destacada, gran basamento, colores agrisados en el paramento y retícula ordenada en los vanos.

Ambos edificios ocupan un solar en esquina, y de igual manera dispone un retranqueo cóncavo del chaflán. Distribuye de igual forma tres módulos en altura, que en el caso del edificio de sindicatos se retranquea en el basamento; de esta manera la portada queda destacada y decrece en la zona de ático hasta llegar a la torreta que la corona. En planta busca soluciones similares: dos alas que nacen desde el chaflán central y que rodean un patio interior de luces.

El primer cuerpo de dos alturas, en el que se abre la entrada principal, actúa como gran zócalo sobre el que se eleva el cuerpo principal de cinco pisos, retranqueado, más amplio, a partir de una importante línea de imposta que en el chaflán permite la apertura de una terraza con balaustrada.

Una segunda imposta, igualmente potente, da paso al último de los cuerpos que suma las dos últimas plantas, rematando su centro un cuerpo cúbico que ocupa las dimensiones del eje de simetría. El resultado es una articulación escalonada y torreada. El efecto vertical se potencia con los perfiles que remarcan esquinas y distribuyen los paramentos a modo de pilastras de orden gigante enmarcando los vanos.

lunes, 12 de agosto de 2019

Las huelgas de 1911 y 1912

1911 y 1912 son años de numerosos conflictos laborales. Las huelgas adquieren dimensiones importantes especialmente a partir de julio.

Tranvía en Málaga a primeros del siglo XX.
El día 22 las Sociedades Anarquistas promueven una huelga general en solidaridad con los obreros curtidores que llevan 40 días en paro. A finales de agosto comienza en el muelle otro conflicto. La Federación Local de Sociedades Obreras decretó la huelga general y pide a la UGT el boicot en los puertos españoles y extranjeros a las mercancías malagueñas.

El paro, inicialmente importante, fue seguido de la aparición de esquiroles. El acuerdo finalmente va a llegar el 15 de septiembre sin que se hubieran producido incidentes graves.

El 25 de mayo del año siguiente los ferroviarios malagueños inician otra huelga para solicitar el aumento de jornal y la abolición del montepío, y el 4 de agosto les siguen los tranviarios, que quieren más jornal y menos horas de servicio. Durante las jornadas de huelga, estos transportes circulaban escoltados por la Guardia Civil.

martes, 2 de abril de 2019

La escandalera de Intelhorce

La denuncia presentada tres años antes por CCOO, archivada entonces por la Fiscalía, se reabre en julio de 1995 al presentarse una nueva denuncia del Gobierno contra los gestores privados que se habían hecho cargo de la textil Intelhorce en 1989, a los que acusa de haber desviado 4.200 millones del dinero público inyectado con la venta.

Asi quedaron las instalaciones de Intelhorce.
Una exhaustiva instrucción del juez Juan Francisco Ramírez, plasmada en 30.000 folios, atribuye prevaricación negligente a los denunciantes por la forma en que se puso el dinero público en manos del empresario italiano Giovanni Orefici.

Por su parte, José Miguel Moreno García, ex presidente de Improasa, redactó un informe aconsejando la venta al Gobierno. También ingresan en prisión José Manuel Muñiz, administrador único de la empresa entre 1991 y 1992, y sus compañeros de bufete, Adolfo Martos Hinojosa y José Luis Castillo.

Tres años después, sin embargo, el interminable procedimiento perderá nuevamente impulso ante la marcha atrás de las denuncias sindicales.

Como escribía el periodista José Antonio Sau en el diario “La Opinión de Málaga” el 5 de noviembre de 2008, “Intelhorce es hoy sólo un recuerdo de la Málaga fabril de finales de los 50. Sin embargo, su historia encierra muchas fotografías: la de las luchas sindicales contra el franquismo; imágenes de la dignidad de una plantilla que quería seguir trabajando; la del proceso judicial más largo y voluminoso de la judicatura española y la de un italiano pícaro y seductor que descapitalizó la empresa y protagonizó una espectacular huida ya condenado para morir mansamente en Kenia”.