Mastodon Málaga y sus historias: El anarquista que tuvo en jaque a la policía

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lunes, 21 de febrero de 2022

El anarquista que tuvo en jaque a la policía

 

En este mismo blog se ha abordado en distintas entradas el fenómeno del anarquismo en Málaga cuyos militantes aparecieron implicados en distintas acciones sindicales y terroristas, como el atentado perpetrado contra el diario conservador La Unión Mercantil el 22 de junio de 1920 en el que resultaron heridos de gravedad varios trabajadores. Aunque tras el atentado fueron detenidos y luego puestos en libertad significados dirigentes sindicales, las investigaciones policiales determinaron que el inductor de la acción terrorista habría sido Paulino Díez Martín que luego también sería detenido.

Paulino Díez Martín fue uno de los militantes del anarcosindicalismo casi anónimo que, sin embargo, formaron parte del entresijo del anarquismo en la Península Ibérica y exponente de los que tenían como ideal un mundo mejor y como objetivo un mejor reparto de la riqueza entre los hombres. Paulino Díez nació en Burgos el 4 de mayo de 1892. A los 14 años, siendo aprendiz, ingresa en la Sociedad de Carpinteros y Ebanistas situada en la calle Puebla de la citada ciudad y dos años después, a los 16, es elegido vocal de dicha sociedad, cargo que ocupó hasta 1910 que es cuando parte junto con su hermano hacia Melilla en busca de trabajo. Aunque su activismo sindical tuvo como escenario diferentes ciudades españolas, especialmente Melilla, Sevilla y Barcelona, aquí se aborda su relación con Málaga.


Paulino Díez, Aurea Cuadrado, de Mujeres Libres, y su hijo Panamá.


En 1916, en Melilla, el grupo anarquista del que formaba parte Paulino decide denunciar la situación del contrabando, que en ese momento existía entre comerciantes y el Gobierno Militar, lo que provocó un gran escándalo. Escándalo que terminó con la destitución del gobernador militar Federico de Monteverde. Como consecuencia del escándalo del contrabando, en octubre de 1916 Paulino sufre un intento de atentado, pero logra refugiarse en un barco anclado en el muelle melillense, “El Sister” y viajar a Málaga.

Sobre las vicisitudes de Paulino Díez Martín en Málaga en los años inmediatamente anteriores al régimen de Primo de Rivera, hay que decir que una vez en la capital malagueña, en 1919, desarrolla una intensa labor propagandística y huelguística que le supuso innumerables expulsiones, detenciones y encarcelamientos. En julio de 1924 se vio obligado a partir hacia Cuba, donde pasó 3 años y 4 en Estados Unidos, regresando a España tras el establecimiento de la II República. En 1919 entra en contacto con la marina mercante, que está en huelga, por lo que será detenido junto a un capitán vasco, lo que motivará que los compañeros convoquen una huelga general de todo el Puerto de Málaga, pero será puesto en libertad pocos días después por orden del gobernador civil. También en Málaga empezó a organizar los sindicatos anarcosindicalistas de la Madera, Construcción y Transporte. Meses después se inicia una huelga de dependientes del comercio y de nuevo Paulino será detenido y más tarde de nuevo puesto en libertad. En diciembre del 19 participa en el Congreso de la Comedia de Madrid, en representación de los sindicatos de Málaga.

En mayo de 1920 será expulsado de la ciudad por el gobernador Dámaso Gil Municio, por lo que se traslada a Sevilla con nombre falso, se hacia llamar José Pérez, para encontrar trabajo en una carpintería. En julio es detenido en su casa sevillana de la calle Enladrillada al encontrarle una carta que la policía relaciona con el ya citado atentado de junio contra el periódico La Unión Mercantil de Málaga.

Desde la prisión malagueña organiza una campaña de prensa que llevaba por título “cómo se fraguan los procesos contra la organización obrera”. También desde la misma prisión organizará su propio comité de defensa confederal. En este proceso por el atentado contra La Unión Mercantil Paulino contará con los abogados José del Río y Francesc Layret. El juicio se inició el 16 de octubre de 1920 contra los acusados. Al tercer día de iniciar el proceso los sindicatos declararon la huelga general en Málaga y provincia.

El letrado Layret hizo una argumentación tal del anarquismo que un cabo de artillería, que se encontraba en la sala, no pudo más que gritar ¡viva la anarquía!, por lo que los compañeros anarquistas tuvieron que esconder su identidad para que no fuera detenido. Todos los acusados quedaron absueltos. Una gran multitud llevó en hombros a Layret hasta su hotel dando vivas a la CNT.

Ya en 1922 regresa a Melilla, después de sucesivas vicisitudes, volverá a ser detenido el 10 de agosto y enviado a Málaga, donde le espera la policía, y pasará 10 días en la cárcel. A la salida de la prisión se encuentra con la huelga del muelle del puerto, convocada por toda la CNT, a la cual se unió, saboteando a los esquiroles, por lo que fue detenido de nuevo junto a otros compañeros, entre ellos todo el comité de huelga, por lo que Gobernación prohibió las visitas familiares para aislar a los huelguistas. Al mismo tiempo en la cárcel entraban 16 compañeros campesinos de Churriana acusados de agredir a esquiroles en una huelga que ya duraba 4 meses.

A partir de ese momento el activismo sindical del anarquista siguió su desarrollo en distintos puntos de la geografía española. Paulino Díez falleció exiliado en la ciudad de Colón (Panamá) en 1980.

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